Guerrero del alba
nunca dejes de sonrreir,
con tus amigos ve
hasta el fin.
Tienes el poder del Halcón en tu pecho.
Vuela!
Tu luz infinita ilumina los caminos,
posibilidades, probabilidades,
no dudes!

Guerrero solitario no
correspondido.
Lucha! Ladra! Ama! Siente!
Aunque no lo creas
tienes alguien que te quiere
Solo tienes que mirar que ver y sentir.
La vara de la verdad
te ayudara a conocer
tu otra mitad...

Joven guerrero celestial,
viaja por el cosmos
entre dimensiones
por agujeros negros.
Tu familia y amigos no te entienden
pero te quieren.
Con la espada de las emociones
controlarás todo
tu potencial!

Guerrera hija de la luna,
alma felina, pura!
Nunca dejes de soñar,
de buscar, de preguntarte
¿Porque será?
Tu luz es más blanca
que ninguna, puro amor
que no encuentra su
lugar
¿Donde estará?

Esta es la historia de cuatro
chicos, guerreros valientes.
Cuatro elementos,
polos opuestos.
Contada por un oso bueno
algo loco y sugerente.
¿Arquetipos?
Qué más da!
Ellos viajan por la galaxia,
ayudando, aprendiendo
simplemente
viviendo.

Hiroyuki Imaishi revolucionó en 2007 la forma de hacer anime con Tengen Toppa Gurren-Lagann, parodia gamberra y épica del género mecha (anime donde los protagonistas “conducen” robots) y mi anime favorito. En 2013 repite fórmula con Kill la Kill, esta vez la parodia es una mezcla género de bandas callejeras y trajes que dan super poderes. En Gurren-Lagann los protagonistas eran en su mayoría masculinos en Kill la Kill Imaishi demuestra que las chicas también pueden ser guerreras. Las protagonistas tienen un carisma que transpasa la pantalla y demuestran que tienen tantos o más cojones que cualquier hombre, sin perder nunca su feminidad. Locura, planos imposibles, animación a un nivel sobresaliente, banda sonora genial y peleas de infarto. Si os moló Gurren no os la podéis perder. Épica.

Es la primera película de Ching Siu-tung que experimento tras haberme tragado su filmografía entera desde la distancia respetuosa hacia la sencilla admiración. Ha sido hace poco cuando me he enterado de que se le considera polémico. La crítica se columpia constantemente con sus intenciones, sin duda.
Arma desnuda es la experiencia más completa que el director ha podido ofrecernos hasta hoy. Que nadie se engañe con el título porque Siu-tung se examina a sí mismo y a la vida urdiendo su victorioso mapa de relaciones a la búsqueda de la humanidad en un personaje que se siente tan abandonado como para no comprender que cada paso que da es el paso del mundo.
Si bien es cierto que es un regalo estético, los diálogos son acertados y majestuosos desde su cotidianidad y la historia es creativa.
Otros toques de humor se presentan desenfocados y rompen con la atmósfera a la que nos tiene acostumbrados, como si hubiese querido o adaptarse a un público más general amplio o luchado por integrar toda suerte de entendimientos de la realidad, permitiendo una síntesis en la cual, como en el Ulysses de Joyce, hasta lo irreverente por desacertado tiene cabida. Por supuesto Tung se permite inferir en esto veces contadas que no sacan a uno de la tragedia.
Repito, es la película más rica en matices del director, que no por ello la más sólida para el ojo clásico. Considero más exitosa a Wonder Seven en cohesión y belleza, pero más enriquecedora y vitalista a Arma desnuda. Un segundo visionado de la película ayudará a muchos, a mí el primero, a apreciarla al completo. En resumen, muy recomendable y no os dejéis llevar ni por las absurdas conclusiones sobre el marketing, las malas lenguas o los prejuicios, porque en cada película y director acecha un detractor sin fundamento. Os perderíais una oportunidad de hacer de vuestro entendimiento un mundo más vasto y completo, como pretende Siu-tung recordarnos con trabajos como éste, en el que queda testimonio de la importancia de la libertad del espectador a la hora de abrirse y disfrutar. Porque si algo tiene la película es que no te la dan masticada, como muchos querrán.

Una parte con charlas sin sentido que intentan aparentar coherencia pero que no son más que con montón de ideas diferentes unidas entre sí por nexos muy flojos y que cojean por todas partes. Cosas de matemáticas que a quien no sepa ni derivar seguro que le impresiona, movidas de historia metidas con calzador e interpretaciones pseudo-filosóficas totalmente infundadas. La otra parte una historia surrealista sobre una niña muy puta, con moralina para regalarle el oído a todas las mujeres sin cerebro que piensen que están viendo algo bueno porque se sientan un poco liberadas de los prejuicios que ellas mismas tienen sobre su sexualidad, este efecto últimamente está de moda. El nexo entre las dos historias inexistente, incluso los personajes que aparecen en cada parte son totalmente diferentes. La protagonista no evoluciona. Cambia radicalmente. La niña del principio es un personaje, la mujer del final solo es la encarnación de von Trier, que nos lo quiere dar todo bien masticadito, la cinta se entiende a la perfección con un visionado y sin estar muy atento ya que mucha parte de los dialogos, como ya he dicho, son puro gas. El final es un aborto, no hay por dónde cogerlo. Se puede interpretar, pero me toca los cojones tanta interpretación, además de que siempre son interpretaciones cogidas por los pelos así como la constante aparición del deux ex machina para hacer giros argumentales totalmente rectos y sin sentido. Párate a valorar la cinta, no la filmografía de Von trier.

Me sorprende la cantidad de críticas malas que leo sobre esta película. La verdad es que en el fondo siempre me han gustado las comedias románticas pero esta es mucho más que eso. La trama en general mantiene un nivel muy bueno, el ritmo no decae y he estado al cien por cien metido en toda la película, quizás es problema mío que en este tipo de películas siempre tiendo a empatizar demasiado con el protagonista, pero que queréis que os diga me lo he pasado como un enano con About Time.

La única pega son algunas incongruencias en los saltos temporales, pero bueno, teniendo en cuenta que es una película en la que los protagonistas viajan en el tiempo apretando los puños tampoco hay que darle más vueltas al tema.

Lo que más me ha gustado es la “moraleja” del final. No porque sea algo nuevo en lo que nunca haya pensado, de hecho es algo muy importante, creo que lo más importante. Por eso me quedo perplejo al ver como hay personas a las que el mensaje no les llega, les resbala e incluso califican el final como demasiado dulzón.

Siempre he sido una persona que tiende bastante a caer en la rutina y la apatía. Realmente la sensación de aburrimiento es algo que odio, pero tengo claro que esa actitud el único que debe cambiarla soy yo. En una de mis primeros viajes psicodélicos un arbusto me enseñó que debo disfrutar de las cosas cotidianas, querer cada pequeño detalle de la vida y todo lo que me rodea a diario, incluso disfrutar del sabor amargo de alguna situaciones. Pero también es cierto que es fácil dejarse llevar por la rutina, olvidarse y volver a caer en la apatía y el aburrimiento. Le doy las gracias a Richard Curtis por recordarme algo tan importante. Disfrutar del viaje es la llave de la felicidad.