“Torrente 4: Lethal crisis” (2011) quizá sea la más floja de las entregas protagonizadas por el carismático desfacedor de entuertos, pero no se puede negar que da más de lo mismo, pero elevado a la enésima potencia. Probablemente se trate de la más cerda de la serie, que ya es decir: escupitajos, defecaciones, ventosidades, eructos y todos los fluidos y gases corporales que imaginarnos podamos adquieren un protagonismo notable. Muchísimos chistes y gags de sal gruesa y algún hallazgo entre ellos. Creo que a Segura se le va la mano con los cameos porque, aunque es divertido ir encontrándote a famosos por la peli, abundan personajillos televisivos sin ton ni son. Sin ánimo de ser prolijo: Ana Obregón, Belén Estebán, María Patiño, Kiko Matamoros, Carmen de Mairena, Carmen Martínez Bordiú, Risto Mejide, Mari Cielo Pajares, Octavio Acebes, Josemi Rodríguez Sieiro, El Dioni… Algunos, como Josemi, tienen peso en la trama, pero otros… Caso aparte merecen los secundarios que sí están bien ensamblados en la historia, profesionales como Enrique Villén, Tony Leblanc, Emma Ozores o Juanito Navarro e incluso algún advenedizo con papel más enjundioso, como el caso de María Lapiedra. El cantante Francisco me parece el villano más flojo de la saga, aunque tampoco goza de mucho papel. Y Kiko Rivera, es todo un agradable descubrimiento como mano derecha de Torrente. Lo reconozco, soy fan acérrimo de la saga.

“Cop” (1987), de James B. Harris, me ha gustado, sin alardes, pero me ha gustado. De este director solo había visto la decepcionante “Boiling point”, pero aquí está mucho más atinado, con una historia de investigación policial bastante convencional, pero entretenida, con un buen James Woods husmeando por ahí a la caza de un serial killer de mujeres. Se trata de una adaptación de una novela de James Ellroy y salen secundarios potentes como Lesley Anne Warren, Charles Durning o Charles Haid (el Renko de “Canción triste de Hill Street”). Recomendable.

“Besos para todos” (2000), de Jaime Chávarri, nunca la había visto entera hasta ahora, pero sí varias veces a trocitos. Tenía ganas de verla completa, sobre todo por Emma Suárez, que, por si no lo sabéis, es mi mito erótico nacional por excelencia, además de una de mis actrices preferidas.

“Killer Pad” (2008), de Robert Englund, es una porquería. Aquí podía acabar el comentario, pero me explayaré un poco: Es de las peores pelis que he visto nunca, que ya es decir. Me puse a verla con interés por su director y porque me encantan las pelis de estudiantes con desnudos gratuitos y juergas varias. Pues aquí, na de na. Como peli de terror, nada. Como comedia, imposible esbozar una sonrisa. De casas encantadas, ni hablamos. Por no haber no hay ni desnudos. Huid de ella como de la peste.

“Blade 2” (2002), de Guillermo del Toro, no me ha parecido gran cosa. Ya la primera no me cautivó en exceso, y mira que me gustan las pelis de vampiros y Kris Kristofferson. Aquí hay una raza de criaturas bastante desagradables y sanguinarias, un pacto contra natura para acabar con ellos, un líder pinturero y molón como Wesley Snipes, chicas guapas, secundarios con personalidad (Ron Perlman o el propio Kristofferson), ritmo frenético (incluso en exceso) y escenas de acción impactantes. Pero con todo eso en la coctelera, el resultado no me acaba de convencer. La mayor parte del tiempo me aburre o tengo que esforzarme por prestarle atención. Del Toro tiene cosas infinitamente mejores. Prescindible.