Un biopic demasiado elaborado para resultar auténtico, pudiera pensarse que pretende mostrar algo que subyace escondido, imposible de desvelar a lo largo de las más de dos horas de metraje.

Su sofisticación es simple apariencia; el relato se escabulle serpenteando por personajes que parecen querer decir pero... no cuentan. Me han gustado las interpretaciones con ese aire indolente de otros tiempos, donde la vida acontecía de manera muy distinta.

Se resuelve fluctuando entre el tremendismo y la agitación. Existe en ella algo vano... trivial, que parece que intentase demostrar todo lo contrario a lo evidenciado. Un gran vestuario, creo que premiado en algún certamen.

La película muestra una Marina de entereza y dignidad encomiables, por supuesto, muy distantes de esos valores que hoy a todos nos parecen tan lejanos por el escaso interés que generan. Ya no existen principios a los que aferrarse

Se resuelve con credibilidad, aportando firmeza aunque pierde en algún momento su concreción, desviándose hacia terrenos más erráticos. Se centra en la idea inicial a través de la cual gira todo el tiempo. Tal vez hubiera sido redonda de haberse defendido un poco más en la sutileza, permitiendo al espectador arrojar profundidad por lo que está viendo.

Muy premiada y nominada en festivales, incluidos los Oscar donde ganó en el apartado a mejor película de habla no inglesa.

Refleja una sociedad estricta, encorsetada y puritana. Emily Dickinson era un espíritu libre, como se dice en estos casos... Adelantada a su tiempo; aunque, esta, resulta siempre una expresión inexacta. Yo diría que la gran poetisa americana era una mujer inteligente y compleja. Con unas expectativas interiores que se alejaban de los convencionalismos.

Pertenecía a una familia acomodada, lo que le permitió dedicar el tiempo que necesitaba a sus poemas, y a una vida de escasas relaciones sociales: Bailes de los que no participaba , reuniones en las que mostraba su rebeldía, en ocasiones incluso posicionada con cierta severidad hostil, aunque de extremada corrección.

La película se recrea en los ambientes de la época, las conversaciones religiosas, en un deseo de mostrarse trascendentes; algo en lo que Emily no intervenía si era posible.

Tal vez merezca más de un 6, pero tampoco alcanza el 7.

Comienza muy bien, aunque la disparidad de escenarios en los primeros minutos, auguraba algo como lo que luego se produjo. Me gustan las de robos y atracos, pero esta se centra con demasiadas limitaciones argumentales, mucha violencia sin justificar.

Utiliza el recurso de la familia, que ya no produce la inquietud en el espectador, como sucedía hace años. Ocho capítulos largos con demasiadas escenas innecesarias.

Absolutamente prescindible.

Tuve mala suerte con ella, debido a la gran cantidad de información que recibí... Fue la causa por la cual no pude disfrutarla desde la ignorancia, que hubiera sido algo delicioso, porque estoy seguro que mi visión sobre DESCONOCIDOS, hubiese sido otra.

La soledad, como compañía... esa soledad que la psique del protagonista quiso llenar con momentos del pasado; que no parecen abandonarle, ni consigue superar, aunque esa no sea la palabra exacta que la define, más bien "ACEPTAR".

Las escenas íntimas fueron rodadas con enorme sensibilidad, apoyándose en comportamientos muy naturales, donde las suaves caricias se acompañan de sonrisas cómplices y entrañables miradas. Pudiera pensarse que contado así, fuera muy ñoño... Nada más lejos de la realidad.