A pesar de que la sinopsis te hace esperar algo mucho más profundo estamos ante una película correcta en la que el cine español toca un tema sensible: los campos de concentración nazis.
En particular esta película nos presenta la vida en el campo de concentración de Mauthausen, aunque no logra meternos de lleno en la horrible vida de los prisioneros como han hecho otros filmes (véase El Hijo de Saúl). A esta falta de inmersión, provocada en parte por el bajo presupuesto y los actores reconocibles de producciones cómicas españolas, hay que añadirle la inverosimilitud de algunas escenas. En mi opinión un biopic histórico debe ser fiel a la realidad y más aun en un tema tan sensible como los campos de concentración nazis.
Aun con todo, la película es entretenida y se deja ver. El papel protagonista de Mario Casas es muy correcto.

Esta película ha marcado mi vida, sin duda es la mejor que he visto, es más, gracias a esta película he montado mi propio negocio y me está saliendo bastante guay así que solo puedo decir una cosa: gracias por esta obra de arte Stephen Frears.