Personajes muy marcados y bien definidos que plasman magistralmente una época áspera y dura dónde los hombres mascaban tabaco y disparaban a las moscas por entretenerse, pero también podían ser crueles ante la inmensidad de la protección y del vasto espacio por descubrir.

La trama no es de las de tirar cohetes, común, donde la verdad se va revelando poco a poco a la vez que los personajes evolucionan, pero es suficiente para mantenerte en la butaca sin dejar que te duermas entre tiro y puñetazo.

Película animada bastante DURA, sobre todo ya que el tema que trata, la inmigración, con una vista muy personal, el del personaje principal, un refugiado afgano en su intento de alcanzar la “felicidad”, pero para ello deberá sacrificar mucho, no sólo él, sino también su familia.

Uno de los puntos más intrínsecos es el MIEDO, y es que una vez que empieza la carrera hacía la luz, la sensación está presente en cada una de las acciones, miedo ante lo desconocido, miedo autoprotectivo, miedo social, miedo en cada paso que da ya que la luz puede quemar y no es tan fácil de alcanzar.

Otro punto muy interesante, y CRUDO, es el de las mafias de personas, en busca de esa felicidad y esperanza se aprovechan y tratan a las personas como ganado, animales a los cuales exprimirlos económicamente hasta dejarlos secos, e incluso físicamente hablando.

De obligada visión, no decepciona.

Hay que reconocer que las productoras saben vender y aprovechándose de otros films anteriores y el principio de año y las supuestas profecías catastróficas.

Moonfall, es una película que se pierde en cada una de las vías que intenta tomar, haciendo aguas por todos los lados, con un argumento más incrédulo lleno de teorías de parvulario apoyándose una y otra vez en los efectos especiales y en el banal e insuficiente intento de los actores de transmitir o actuar, como robots en una fábrica de Seat.

Entrada mal pagada, con regusto final amargo de tener una idea y no haberla sabido aprovechar.

¡Sin sorpresas!

Vas a ir al cine a ver lo que imaginas ver, así que cuanto mayor sea las expectativas, mayor será la decepción, sobre todo por los amantes del juego que esperen demasiado, ya que no deja de ser la típica película de acción, de blockbuster, apoyándose demasiado en los efectos especiales con secuencias de acción para dar y tomar, con momentos cómicos y dramáticos mezclándose para marcar un ritmo menos soporífero ya que hay momentos que se desvanece en un argumento demasiado sencillo.

Seguramente tengamos secuela.

Todo tiene su ritmo y después de un primer episodio bastante introductor empieza el caos, las carreras, los gritos y el “kétchup”.

No es la serie del año, pero entretiene y engancha, ya que no deja de ser una serie juvenil que aparte de lo obvio, el terror, los zombis, los muertos vivientes sedientos de sangre, nos deja retazos románticos en medio de ese caos, sin olvidar el ambiente dramático.

Tiene sus contras, como toda peli de este género, hay ocasiones que las hazañas de algunos protagonistas son tan extraordinarias como cruzar un campo de minas con los ojos vendados mientras un regimiento de fusilamiento dispara desde enfrente, en fin, puro arte televisivo para entretener.