Por fin una película con vistas mas allá de comedias casposas y dramas enlatados.
En contadas ocasiones el cine español nos ofrece un cine mas europeo, este es el caso de El Signo de Caronte.
Una película que te araña las entrañas poco a poco, creando una incertidumbre progresiva hacia un final inesperado.
La elección del reparto es arriesgado, quizás unos mas que otros.
Sin duda me quedo con la magistral interpretación de Fernando Guillén Cuervo, que con los años ha evolucionado exponencialmente sus dotes interpretativas.
Si hay algo que pueda achacar a la producción de la película, es la localización, un tanto costumbrista.
La fotografía y la dirección aceptables.