Kollin es homosexual, lo cual tanto en la sociedad americana como especialmente en el deporte aún está muy bien visto. Su novio le anima a no dejar que sus miedos le frenen, aún así Kollin tiene sus dudas.

Esta película como decía da vida a gente sin voz, y en ella precisamente las únicas monstruosidades son los más guapos y "normales". ¿Quién no preferiría hablar con Cleopatra antes que con cualquiera de los componentes del circo? Pero no nos engañemos, los enanos y deformes merecen tanto o más respeto que los demás (que muchas veces no se lo damos como sociedad). Durante la película no he podido imaginar como debió ser la película de estas pobres personas (Un negro sin brazos ni piernas en el 1932, dios sabe el martirio y las mofas que tuvo que sufrir...)
Tod Browning ha sido muy valiente mostrando esto, el romance entre chica guapa y chico guapo quedaba muy bien en el cine de esa época, habría hecho más caja y hubiera recibido menos críticas. Para mí esta película nos golpea con una dura dósis de realidad mostrando todos estos defectos humanos (en los que por supuesto, servidor cumple muchos de ellos, aunque sea algunas veces):
-Solo nos guía el físico (y tristemente, cada día más) cuando precisamente es lo -casi- menos importante. Abrirle la puerta a la rubia maciza del tercero o al guaperas de gimnasio nos encanta, pero que me dices de ese gordo infeliz del segundo o fea amargada del cuarto...a esos, pues no es igual, ¿Verdad?
-La avaricia, hasta el punto de matar al pobre Hans solo por dinero. La repugnancia humana en la avaricia y codicia ha quedado demostrada a lo largo de la historia en todas las capas sociales.. (Empezando por nuestros políticos y élites económicas).
-La falsa superioridad: Todos adoramos sentirnos "mejores que", mejores que el es más pobre que nosotros, que el negro en patera, que el árabe, que el chino, que la vecina del cuarto que se ha quedado en paro o que tiene una casa peor y más fea que la nuestra. Hasta Hans infravalora a su igual "Frieda" por ser enana (como él), y vanagloria a Cleopatra, como su "superiora". Pues lamento recordar, que todos nos moriremos, sí, los ricos blancos también.

No quisiera dejar un pésimo sabor de boca, y me quedo con lo más positivo, que la adversidad también une a los desdichados. Los componentes del circo han conseguido crear su propio sistema, donde no son freaks o monstruosidades, tan solo son personas, que viven, conviven, sufren y disfrutan juntas. Son un grupo (como muestran en la preciosa -hasta la intervención de Cleo- escena de la copa, donde abren la puerta a que alguien se sienta "como en casa" en su grupo").