Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de dannie darko
1 2 3 4 >>
Críticas 20
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
14 de agosto de 2008
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Steven Shainberg, en su segunda película, nos acerca una historia de amor poco convencional. En Secretary encontramos todos los elementos de una comedia romántica al uso: chica conoce chico, se enamoran, chica pierde chico, y resurgimiento del amor. Sin embargo, lo que hace única a esta película son las condiciones en que se dan estos pasos.

La relación que se da entre los protagonistas haría que muchos alzaran la voz, pero el delicado tratamiento que le da Shainberg a esta comedia consigue que no caiga en la vulgaridad y lo morboso.

Basándose en un relato corto de Mary Gaitskill, Steven Shainberg se adentra en un mundo falto de tolerancia de la mano de unos personajes inseguros y con muchas frustraciones que sólo buscan un poco de comprensión.

La pareja formada por James Spader y Maggie Gyleenhaal no pretende servir de ejemplo ni generalización de nada; son un caso concreto con sus vicios y virtudes particulares.

Mientras que los secundarios apenas tienen importancia sirviendo sólo para comprender un poco más la psicología de los protagonistas, y James Spader simboliza una figura de guía; el peso del film recae en gran medida sobre el papel de Maggie Gyleenhaal.

Si bien el personaje de Lee se nos presenta como una chica sin confianza y que se siente terriblemente culpable, la trama avanza a la par que Lee se acepta tal como es y comienza a sentirse libre. Esto en gran parte debido a la acción de Edward (James Spader), que le muestra el camino y la pone a prueba. Un Spader que, a pesar de la fachada que quiere transmitir, no es muy diferente Gyleenhaal. Algo que en ocasiones le hace dudar más que ayudar.

Edward puede llevar a engaños porque recuerda (salvando las distancias) a James de Crash (David Cronenberg) y a John de Sexo, mentiras y cintas de video (Steven Soderbergh). Pero lo hace únicamente por las situaciones “ardientes” en las que se ven envueltos y porque les da vida James Spader, no hay semejanzas palpables entre los personajes en cuestión. Sin embargo, este hecho juega en contra de Secretary, puesto que muchos la ven con una idea equivocada y preconcebida de la misma, pudiendo perder el interés por la propuesta antes de tiempo.

La relación a la que se asiste en Secretary está plagada de sutilezas y contada con un humor negro muy de agradecer que quita hierro al asunto sin desmerecer los temas tratados. He ahí la principal baza de la cinta.

Ambos personajes (Lee y Edward) se complementan perfectamente, tanto, que llega a surgir una cierta interdependencia que es lo que desencadena las complicaciones.

Secretary es una aproximación diferente sobre el manido tema del amor que intenta suplir un ritmo narrativo algo desigual con su originalidad y con unos protagonistas que ofrecen el todo por el todo para dejarnos con un buen sabor de boca.
dannie darko
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
10 de agosto de 2008
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Flipante, para bien o para mal. Miedo y asco en Las Vegas es inclasificable, no deja de ser un experimento fílmico que deslumbra y apasiona a unos, como causa rechazo a otros. El reto consiste en atreverse a introducirse en ella sin ningún tipo de prejuicios.

Terry Gilliam, fiel a su particular estilo, adapta la novela homónima de Hunter S.Thompson trasladándonos a una de las épocas más convulsas de la reciente historia americana a través de un prisma en el que realidad y ficción se confunden irremediablemente.

Con la guerra de Vietnam y el movimiento hippie de telón de fondo, se nos plantea una brusca inmersión en el mundo de las drogas y la depravación del “sueño” americano. Ese sueño americano se nos muestra como un espejismo que acaba con la autodestrucción de todo aquel que lo persigue. Se trata de un engaño que sólo se puede sobrellevar a base borracheras y cuelgues. Llamativo es que el lugar al que se acuda a buscar el sueño sea Las Vegas.

Dentro de esta peculiar crítica, es reseñable el desvarío en el que Johnny Depp ve a sus colegas periodistas como si fueran reptiles.

El film se mueve de forma, a priori, poco coherente. Se suceden imágenes y situaciones sin aparente lógica que llegan a confundir al espectador, llevadas a un ritmo muy alto que no concede tregua alguna. Así se nos acerca más a la percepción que tienen los personajes sobre lo que les rodea.

En este aspecto cobra importancia la pareja protagonista: Johnny Depp y Benicio del Toro, quienes se pasan toda la película intercambiándose los roles de buenas a primeras. Sus personajes son exageradamente histriónicos y compulsivos. Violentos y perdidos que producen cierta indignación y rechazo en el público, el cual ni se inmutaría ante sus posibles desgracias.

Cameos como los de Tobey Maguire o Christina Ricci son igualmente reflejo de una sociedad enferma y superficial.

Miedo y asco en Las Vegas es un arriesgado delirio que toma las drogas y sus efectos como hilo conductor, haciendo de ésta, una cinta de difícil comprensión y entendimiento más allá del simple morbo o atracción que generalmente producen las películas que se adentran en el campo de la drogadicción. Este es quizá uno de los mayores hándicaps del film de Terry Gilliam: el que uno no se moleste en profundizar y sólo se quede con las gracias de un par de drogadictos que van a hacer unos reportajes en Las Vegas.

No hay que llevarse a error y pensar que se trata de un film de dos “colgaos” y su adicción. Para eso ya hay otras tantas películas. Miedo y asco en Las Vegas es toda una metáfora acerca de una sociedad en un momento histórico marcado por ideas y realidades contrapuestas.

Una sociedad y problemas que bien podrían trasladarse a esta época.
dannie darko
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
WALL·E
Estados Unidos2008
7,9
130.400
Animación, Fred Willard
10
9 de agosto de 2008
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda, nos encontramos ante lo que se convertirá en una obra de referencia en no demasiado tiempo. Wall-E es, por momentos, un auténtico despliegue visual y narrativo que engrandece el cine como arte. Pixar se ha superado así misma y nos deleita con esta maravilla.

Visualmente, hay poco que comentar de la cinta de Andrew Stanton, es de una impecable factura. Wall-E significa un paso más allá en la animación digital. Sorprende en cada paso que da y deja a más de uno con la boca abierta ante la belleza y realismo de sus imágenes.

El que fuera guionista de de Toy Story o Monstruos S.A. y director de Buscando a Nemo, nos sorprende esta vez con una historia de robots en donde apenas hay diálogos. Esto, que en principio echaría atrás a muchas distribuidoras aduciendo que le restaría público y las llevaría a cambiar completamente el film (como ocurrió en su día con El zapatero y la princesa, de Richard Williams), aquí se nos presenta como uno de los puntos de mayor interés.

Tanto es así, que incluso, en determinados momentos, algunas conversaciones resultan innecesarias y fuera de lugar. El que las voces sean así de prescindibles se debe, en gran parte, a la magnífica banda sonora de Thomas Newman con la inclusión de temas del musical Hello Dolly, así como al elevado grado de expresividad de los personajes.

Para darle esa expresividad a Wall-E, los responsables del film se inspiraron en el simpático Johnny Cinco de Cortocircuito. Ya no sólo en el aspecto físico, sino también en la forma de actuar y comportarse del robot. Puede que se inspirarán demasiado, pues parece una copia del mismo, pero en tamaño reducido.

Wall-E nos muestra una imagen del mundo apocalíptica, es una visión premonitoria de lo que nos aguarda el futuro. Su mensaje puede servir de toque de atención. El film habla de un mundo donde el poder político y económico son uno, hasta los gobiernos más poderosos pertenecen a las multinacionales; en lo que algunos llamarían, un proceso de macdonalización.

En la cinta, el presidente de la mayor y única empresa que domina todos los aspectos de la sociedad, es también el presidente de los EEUU, interpretado por Fred Willard (el único actor real que aparece en Wall-E). Los humanos que hay en la película se comportan como autómatas, el libre albedrío ha desaparecido en ellos. Se mueven y actúan al son que marca la multinacional.

Al respecto, es destacable también el papel de la computadora del crucero (con la voz de Sigourney Weaver en la versión original), el cual recuerda a Hal, de 2001: una odisea del espacio.

SIGUE EN SPOLIERS (pero no tiene ninguno)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
dannie darko
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
3 de agosto de 2008
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El buen hacer de Ridley Scott se quedo por el camino. Tal vez cansado de deslumbrar a crítica y público con sus anteriores filmes (Alien, Blade Runner o Los Duelistas), en la presente cinta parece despreocuparse del asunto.

Si bien el director británico demuestra sus cualidades para realizar un excelente despliegue en la puesta en escena y lograr una gran ambientación, del mismo modo no consigue levantar un guión frío y plano, así como un trabajo interpretativo que tampoco ayuda en exceso.

Legend se caracteriza por ser el prototipo de una fantasía, contiene todos los elementos y arquetipos de los cuentos de hadas: princesas, duendes, enanos, trasgos, unicornios, héroes que se ven arrastrados a serlos… Tiene muchos puntos en común con películas tales como Dentro del Laberinto.

Los personajes de Legend son maniqueos, trazados de forma muy superficial y que no llegan a conectar en ningún momento con el espectador; Tom Cruise caracterizado como Jack, el chico del bosque, resulta muy vacío. Que decir de Mia Sara y Tim Curry: la primera, de lo inocente, parece simple, y el segundo no se impone como Señor de la Oscuridad a pesar del sobresaliente trabajo de los maquilladores.

Hay algunos personajes que, incluso, son confusos y contradictorios, restando la poca verosimilitud que pudiera tener el film. El guión no tiene nada que consiga retener la atención del público. Se trata de una historia excesivamente sencilla que no despierta ninguna respuesta emocional.

Narrativamente, Legend, es una película muy pobre.

Sin embargo, no todo en la cinta acaba tan mal parado. El gran (y puede que único) atractivo de la película de Ridley Scott es su ambientación y paisajes. A veces parece que estemos frente a una fotografía de fascinante belleza. La puesta en escena de reviste de un halo mágico que, desafortunadamente, no se ve acompañado de algo que le de viveza.

Legend resulta recomendable para contemplarla sin sonido alguno, haciendo caso omiso de la historia. Lo único que la salva del olvido es la escenificación y el contar en sus créditos con los nombres de Tom Cruise y Ridley Scott.
dannie darko
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
27 de julio de 2008
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mike Nichols siempre se ha rodeado de grandes nombres para protagonizar sus filmes: Al Pacino, Meryl Streep, Orson Welles… y claro, en esta lista no podría faltar Jack Nicholson, quien construye un particular hombre lobo en la cinta que hoy nos ocupa.

Lobo nos plantea un punto de vista más dramático de la leyenda. La mordedura del lobo y los efectos físicos y psíquicos que sufre Jack Nicholson a causa de esta, son la excusa usada por Nichols para acercarnos una historia acerca del poder y la competitividad de los negocios por un lado, y del amor trágico por otro.

La transformación es más mental que física. La apreciamos en su cambio de conducta y forma de ser. El film nos sugiere más que mostrarnos explícitamente. De ahí que cuando sale la luna llena apenas le salgan más pelos y colmillos, así como el cambio de color del iris de los ojos.

Un punto interesante del film es que nos propone que la metamorfosis no se ha de deber necesariamente por una dentellada, la misma pasión del lobo basta para lograr el mismo efecto.

Esta transformación encaja con el tono minimalista que se respira en el film. Lobo no se caracteriza por grandes escenas de acción ni sangre a borbotones, sino que nos traslada a una atmósfera sombría y un tanto melancólica. En este sentido, la música de Ennio Morricone ocupa un lugar importante para meternos de lleno en la trama.

A Jack Nicholson le acompañan en su maldición, Michelle Pfeiffer y James Spader como su rival y protegido. Es simbólico el complejo de Edipo que desarrolla Spader y los cambios que experimenta tras ser maldito por el propio Nicholson en un ataque de ira y celos. Mientras que éste gana confianza en sí mismo y parece recuperar las energías y espíritu de su juventud; Spader se obsesiona más con el poder, es más visceral y violento: de idolatrar a su mentor pasa a una posición de querer acabar con él a toda costa.

Por su parte, el papel de Pfeiffer es el que intenta poner un poco de orden y que Nicholson no termine de perder la cabeza para poder luchar contra su “problema”.

Un trío protagonista envidiable acompañado de gente como Cristopher Plumier o Richard Jenkins.

El film transcurre con cierta facilidad, con un inicio que ya deja las cosas claras sin irse por las ramas y alternando el dramatismo con el avance de la posesión animal. Donde radica el principal problema de Lobo es en su desenlace, el cual desentona con el ritmo de la cinta y se muestra cogido con pinzas; siendo un tanto rebuscado.

De todas formas, Mike Nichols nos acerca al mito de una forma diferente y a tener en cuenta, alejada de las modas de Hollywood. Lo que hace es adentrarse más en el drama para darle una mayor profundidad a la historia. Algo que por otra parte casa mucho mejor con sus protagonistas. A veces incluso, está más presente el elemento de misterio y suspense que el de terror.
dannie darko
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow