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España España · A Coruña
Críticas de ZetaZero
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Críticas 13
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
Gunsmith Cats (Miniserie de TV)
MiniserieAnimación
Japón1995
6,5
59
Animación
7
20 de junio de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando te dedicas a bucear en el océano que constituye el anime de la década de los 80 y 90 obtienes la paciencia necesaria para hallar alguna piedra brillante. Entre estas podemos nombrar a la versión animada del manga de Kenichi Sonoda: Gunsmith Cats (1995). Aparte de mangaka, Sonoda también se hizo famoso como diseñador de personajes en franquicias como Gall Force y Bubblegum Crisis. Aquí sus diseños son aún más atractivos, por lo bellas y sexys que son aunque la dirección tiene su mérito al transmitir una imagen guay y poderosa de ellas. El anime fue dirigido por Takeshi Mori, un profesional cuya competencia se ha demostrado en proyectos como Otaku no Video (1991) o Kyô Kara Ore Wa!! (1993). Veamos cómo se desenvolvió esta miniserie de tres OVAs.

Gunsmith Cats es una obra que encuadraríamos dentro del género llamado “Pretty girls with guns”, es decir, aquellas obras protagonizadas por un grupo de mujeres atractivas que llevan a cabo peligrosas misiones. Son títulos donde abunda la acción, las armas de fuego y, de vez en cuando, algo de humor. Como ejemplos de ello tenemos a Dirty Pair (1985) o Burn Up! (1991). Con ellas el manga de Gunsmith Cats también comparte el hecho de que se fragmenta en misiones independientes, aunque en esta miniserie los tres capítulos están unidos por un hilo conductor por lo que podemos considerarla una misión única. Un esfuerzo que valoramos mejor en comparación a otras OVAs que se componen de un solo episodio. Sin embargo, al igual que el mediometraje de Riding Bean (1989), la obra necesitaba de una adaptación más larga que pudiera explotar su potencial como serie episódica.

Uno de los puntos fuertes de la obra lo constituye el dúo de cazarrecompensas: Rally Vincent y Minnie May. Al igual que otras parejas como Kei y Yuri (Dirty Pair), su caracterización y dinámica reside en los contrastes en su comportamiento y preferencias. (Spoiler 1) Por desgracia, la brevedad de la serie perjudicó el potencial de la pareja que no alcanzó su máximo ante la falta de una mayor consolidación de esta caracterización y un trasfondo común. De existir otras misiones podríamos saber cuestiones importantes como qué hacían antes o dónde se conocieron.

No obstante, el plato principal de este anime es la acción. Mientras no comparte toda la muerte y destrucción que presentan filmes como Hokuto no Ken (1986) o Ninja Scroll (1993), en especial por su enfoque más ligero y humorístico, Gunsmith Cats sigue siendo uno de los mejores títulos de los 90 en lo que a espectáculo se refiere. La acción se desenvuelve en la peligrosa ciudad de Chicago, donde prostitutas, drogas y armas se reúnen. En los blockbusters norteamericanos siempre exageran la delincuencia real, pero el anime tampoco se despega de esta imagen. De hecho, destaca la acción con armas de fuego, siendo habituales los tiroteos, los asaltos y las persecuciones. En todos estos incidentes el par de cazarrecompensas hace gala de su habilidad e inventiva. La pareja combina la capacidad de acertar en el blanco de Rally con las sorpresas que May genera con sus “juguetitos”. En las situaciones desfavorables responden con ingenio sacando partido a las armas que poseen o tendiendo trampas inteligentes a sus enemigos.

Por lo general, su manera de recrear la acción es sobresaliente. Al igual que la mayoría de OVAs de la época, Gunsmith Cats presenta conflictos donde no abunda la cháchara entre contrincantes o los monólogos internos que tanto gusta a los interminables nekketsu de Toei y Pierrot. Es decir, nula exposición y estiramiento que nos hagan perder la paciencia. Sin embargo, el anime no solo omite los defectos comunes sino que también trae un espectáculo a la altura de las expectativas del público gracias a las logradas secuencias de acción y la dirección de Takeshi Mori. De partida, el movimiento fluye notablemente, sin necesidad de disfrazar nada con recursos de animación limitada y sin sacrificar en ningún momento la calidad del dibujo. En particular, la ilustración llega a ser exquisita cuando fija su atención en las armas de fuego como las Beretta 92 o M1911 o los automóviles como el Shelby GT500 de Rally. Casi se podría decir que han trasladado el amor del autor por estos detalles.

Este enfoque estético y minucioso claramente se corresponde con un interés por parte de la dirección de Mori por ser fiel al manga, que desplegaba un mayor realismo para representar a la acción en vez del cada vez más abundante vanguardismo del anime actual. El montaje de las escenas de acción se caracteriza por su comprensión y paciencia permitiéndonos observar las acciones de los personajes mientras se esconden, corren o disparan gracias a zooms, paneos y tilts. Si bien en pequeñas ocasiones el director aplica una sucesión de planos con un ritmo más avasallador como en la liberación del poli por Rally en el almacén. Para el encuadre prioriza el uso de primeros planos y planos medios, prestando mayor atención a los detalles. De otro lado, el director contribuye mucho a transmitir la imagen de genialidad presente en el manga en relación a los personajes. Hay una buena puesta en escena, ya que tiende a colocarlos para que se vean cool. Solo fijaos en ciertas posturas, acrobacias, trucos, etc. (Spoiler 2)

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ZetaZero
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Muramasa (C)
CortometrajeAnimación
Japón1987
6,1
217
Animación
7
20 de junio de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al igual que Fedro y Esopo, a Osamu Tezuka le gusta hacer fábulas para su público aunque para los que disfrutan la animación y no la literatura. En esta ocasión, hablaremos de Muramasa (1987), un cortometraje de ocho minutos que cuenta el relato de un hombre que un mal día obtiene una espada demoníaca con una gran capacidad para cortar lo que sea, pero que distorsiona la percepción de su dueño al punto que para él todos los seres humanos son muñecos de paja que deben ser cortados.

En un principio la espada maldita, como un instrumento hecho para matar, se exhibe como un objeto maravilloso. Todo lo que se topa en su camino es cortado con facilidad. De una u otra manera, el samurái nota que de la espada emana el espíritu de su antiguo propietario, ahora un muerto viviente. Un hecho que sirve, al igual que con el samurái, para indicar el peligro del artefacto. Sin embargo, el hombre está cegado con su poder. De ahí que ignore la advertencia del monje sobre deshacerse de la espada. Como resultado, termina por asesinar a un hombre al confundirlo con un muñeco de paja que corta de forma casi instintiva. A pesar de que comprende su error, el proceso se repite una vez tras otra hasta que un agente de la ley muere. Perseguido e incapaz de deshacerse de ella, intenta en vano frenar su impulso de matar, siendo la única excepción un pequeño niño. No obstante, su final está la vuelta de la esquina porque se convierte en un muñeco de paja como los que veía.

Tal como se puede intuir, el cortometraje relata el proceso de deshumanización del samurái a través de la violencia ejercida con la espada maldita. Las espadas, al igual que otras armas, fueron creadas con el objetivo primario de quitarle la vida a alguien. Por ello es de esperar que arrebatarle la vida a alguien implique minar nuestra humanidad. Y como la violencia engendra más violencia, este samurái es incapaz de detener su impulso asesino. Una historia que, por cierto, no acaba con la conversión en muñeco de paja del hombre y su muerte sino que continúa con el siguiente que se apodera de ella igual que lo hizo nuestro protagonista. Un final circular que resulta nuevo en la filmografía de Tezuka, quien se decanta más por lo impredecible e irónico.

De su humor habitual también se desprende, pero no de las imágenes como el medio principal para contar su historia. El director combina imágenes estáticas e imágenes ligeramente animadas, con lo que consigue un efecto de secuencia narrativa que nos permite comprender la historia al tiempo que apreciamos el arte. El conjunto de imágenes, por otro lado, está respaldado por instrumentalización de carácter tradicional. Está claro que Tezuka pretendía alejarse de su zona de confort para probar algo nuevo y creo que lo consiguió.
ZetaZero
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Saltando (Jumping) (C)
CortometrajeAnimación
Japón1984
6,6
524
Animación
6
20 de junio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Del catálogo de Osamu Tezuka, Jumping constituye el caso de una idea particular. Este corto simplemente se centra en un chico que salta. Desde un punto de vista subjetivo, como si nosotros fuéramos el susodicho joven, observamos cómo un desconocido salta de un lugar a otro. Primero empieza con pequeños saltos que no le hacen avanzar mucho, pero tras esquivar un automóvil empieza a saltar cada vez más alto y a más distancia. Gracias a ello, realiza una especie de viaje por todo el mundo viendo bosques, ciudades, océanos, etc. En ocasiones, nos percatamos de hechos curiosos o extraños como un pájaro que se mete en medio del salto de nuestro amigo, la vista de una mujer desnuda que estaba en un balcón o la presencia de una ballena en el mar. Son simples toques de humor para sacarnos alguna sonrisa.

En apenas seis minutos completamos este largo recorrido. En un principio, el viaje no parece tener mucho significado, pero realmente sí lo tiene. Desde hace miles de años, el ser humano ha avanzado progresando poco a poco, como si fueran pequeños saltos. Pero en ciertos momentos, sobre todo en los últimos siglos, este progreso se ha multiplicado haciendo que los saltos sean enormes, imposibles de calcular en su distancia. No es de extrañar que un salto demasiado grande puede destruirnos y por eso es recomendable empezar a reflexionar. La idea parece estar rondando el cortometraje (Spoiler 1). Un mensaje en la línea de un mangaka y animador tan obsesionado por la cuestión de la guerra y el progreso descontrolado.

Hablando de otros aspectos importantes, este cortometraje llama mucho la atención por dos motivos: por un lado, el punto de vista subjetivo que permite al espectador sentir como si fuera él mismo quien está saltando, mejorando así esa idea del corto; y, por otro lado, el manejo de la cámara, que permite ofrecer a Tezuka una vista desde distintos ángulos, algo muy original de su parte y con lo que no se había explorado mucho hasta entonces. Sin embargo, la obra no es perfecta. El viaje en sí mismo no es particularmente fascinante, aún cuando actúan esos ligeros toques de humor. De cualquier forma, el corto ocupa un lugar destacado en la producción no comercial del autor.

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ZetaZero
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Dragon Half
Japón1993
6,4
55
Animación
6
16 de junio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde mediados de los años 80, los videojuegos se ganaron un lugar importante dentro de los momentos de ocio de los jóvenes japoneses. En aquel entonces se popularizaron sagas de videojuegos tales como Dragon Quest o Final Fantasy. Ambas franquicias lograron llegar a la quinta entrega alrededor del año 1993. Este fenómeno se fue notando en el manga y el anime, ya que muchos artistas los tomaron como fuente de inspiración. Un ejemplo de esta tendencia fue Dragon Quest: Legend of the Hero Abel (1989), que se basaba en la franquicia anteriormente mencionada. E igual que la otra, ambas pertenecían al género JRPG.

La gracia del asunto es que cuando un género es muy popular, muchos tienden a querer buscarle un nuevo enfoque. En este caso, se trata de un enfoque cómico y burlesco. Dragon Half pretende parodiar y burlarse de todos los tópicos del género JRPG. Esto incluye temas, situaciones, personajes y, en general, cualquier tipo de tropo habitual. A diferencia de otras animaciones de su época, esta imitación burlesca es acometida de forma más ingeniosa y efectiva sin tirar de los mismos recursos una y otra vez, aunque no negaré que tiene sus chistes recurrentes. De cualquier forma, no tendremos tiempo de pensarlo porque el anime es muy corto. Consta de dos capítulos, de apenas cincuenta minutos en total. Por encima, carece de cualquier tipo de cierre, como si fuera a continuar en algún momento. Por ello, es como si estuvieras disfrutando de un buen plato de carne y, de repente, te quitaran el plato delante de tus narices. Es decir, el anime se queda en un producto promocional.

Respecto a su universo, nos hallamos ante un mundo que mezcla elementos habituales de JRPG (castillos, mazmorras, monstruos, hechiceros, ...) y componentes del mundo moderno (conciertos de música, televisores, etc). Es imposible que te lo tomes en serio, aunque es un entorno propicio para hacer todo tipo de bromas simpáticas a partir de los elementos comunes que surgen aquí. Para empezar, encontrarás a personajes clásicos del género. Entre las clases comunes están, por ejemplo, guerrero o mago negro. Pero también diversas razas como humanos, dragones, demonios, etc. Y, por supuesto, ocupan papeles clásicos de este tipo de historias como el rey sin escrúpulos, el guerrero idealista, el consejero en la sombra, la rival amorosa, los compañeros de viaje y muchos más.

El anime también se burla de algunos tropos muy habituales en el medio como los torneos de artes marciales. Precisamente en el último episodio se narra uno. (Spoiler 1) También abunda otra clase de humor que sirve de complemento al anterior. Me refiero al slapstick. Por último, suele sorprendernos con diálogos o frases hilarantes sin mucho sentido tales como “¡Eres una traficante de esteroides!”, “¡Vete a jugar al Monopoly con tus amigos” o “Soy producto de unas extrañas circunstancias".

Visualmente, estas OVAs no son muy destacables. No es como si estuvieran al nivel de un producto de TV, pero están lejos de ser impresionantes. Los diseños de personaje y los objetos están afectados por un enorme geometrismo en sus facciones y formas. Sin duda, la intención era caricaturizarlos, pero es un tanto simplista. De lo que no te puedes quejar es de las escenas de fanservice porque la anatomía femenina mejora de forma considerable. No por nada esta obra mantiene una cuota destinada al disfrute masculino. Por último, la banda sonora pertenece a Kouhei Tanaka (Dirty Pair, 1985; y Bastard!!, 1992). Los temas musicales suenan como imitaciones paródicas de piezas de JRPG, intentando ser épicas y fantásticas.
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ZetaZero
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Golden Boy (Miniserie de TV)
MiniserieAnimación
Japón1995
7,2
2.435
Animación
8
16 de junio de 2021
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía mucho que esperaba hincarle el diente a este clásico del anime, pero no había tenido tiempo hasta ahora. Mi lista de anime es larga, así que necesité de mucha paciencia mientras suprimía un título tras otro, después de verlos. Finalmente, tuve la oportunidad de verla y… ¿sabéis qué? Sí, ha cumplido con mis expectativas. Esta serie de OVAs fue producida por un estudio conocido como APPP. No es una empresa muy conocida, más allá de ciertos títulos como Robot Carnival (1987), Roujin Z (1991) o la obra reseñada. El director fue Hiroyuki Kitakubo, conocido por dirigir JoJo’s Bizarre Adventure (1993) y Blood: The Last Vampire (2000). Debo decir que su desempeño al igual que el resto del equipo fue muy notable. Dicho esto debo entrar en materia para analizar la obra de culto que casi todos adoran.

Golden Boy es una obra de humor y erotismo que nos relata las aventuras de su protagonista, quien viaja por todo Japón para aprender cosas nuevas. Su modus operandi siempre consiste en encontrar un trabajo diferente para adquirir nuevas experiencias. Está dispuesto a trabajar en cualquier oficio y lugar. No importa que sea como informático o monitor de natación, todo le sirve. Pero hay algo que le suele llamar la atención de sus trabajos: una bella mujer. Podría decirse que se enamora a primera vista y no puede quitársela de la cabeza. De ahí que no dude en intentar impresionarla a como de lugar. Sin embargo, no suele tenerlo nada fácil e incluso llega a causarle problemas. Pero él nunca se rinde y hace increíbles esfuerzos por conquistarla. Al final, todas acaban por darse cuenta de que el chico vale más de lo que parece a primera vista. En resumen, es un “Golden Boy”.

Esto que he contado ocurre en cada capítulo, así que hablamos de una obra de formato casi episódico. ¡Y no tiene nada de malo! Habitualmente esta clase de formato tiende a ser inferior al lineal, pero aquí no. ¿Por qué? Por una razón muy sencilla: encaja con la filosofía de vida de nuestro protagonista. Él busca nuevos trabajos para aprender algo más sobre la vida. Al ir cambiando una y otra vez de profesión, y conocer más personas en su viaje, está obteniendo una serie de experiencias que no podría lograr de seguir con el mismo. Muchos no podríamos sacarle tanto partido a cada trabajo, pero Kintarou es la excepción. Su pasión le permite hacer lo que los demás no pueden. Sin duda, este trotamundos y su estilo de vida son dignos de admiración. Espero que su bicicleta lo siga llevando lejos.

Lo dicho anteriormente me sirve para explicar otro punto. El enfoque en su aprendizaje es la razón principal por la cual considero que este anime es superior al 95% de las animaciones de contenido erótico. Con esto quiero decir que el anime posee un mensaje fuerte y no solo es un conjunto de situaciones divertidas donde no hay nada más que decir. Aquellos menos avispados y más escépticos me dirán que este enfoque es más teórico que práctico, pero no puedo darles la razón. Para empezar, en cada episodio Kintarou aprende algo de utilidad mediante observación y experimentación. Aparte apunta todo lo que le puede servir. No me extraña que esa libreta de notas sea casi un tesoro para él. Lo que es cierto, y hasta yo lo pensé hacia la mitad del anime, es el hecho de que en pocas ocasiones aplica lo aprendido en otras situaciones. La serie es consciente de esta realidad así que decide apostarlo todo en el final. (Spoiler 1)

Dirigiéndonos a otros parajes, habría que tocar la cuestión del humor. Este anime utiliza un tipo de humor muy pervertido basado en situaciones picantes y fantasías sexuales. Por lo general, al estar cerca de Kintaro alguna mujer atractiva, este se empieza a montar su propia película. Y no me extraña porque está más salido que un mono. En sus monólogos tiende a imprimir mucho dramatismo, casi como si estuviera en medio de una reflexión reveladora. Lo más gracioso es que estos momentos se acompañan de expresiones faciales que destacan por ser grotescas y muy detalladas. Otras muchas bromas que acaban con “erótico resultado” como diría nuestro amado Homer Simpson. Son fruto de las meteduras de pata de Kintaro, quien no suele ser consciente de sus palabras o acciones. Afortunadamente, siempre consigue darle la vuelta a la tortilla, evitando que lo despidan.

Debido a su configuración, Golden Boy posee un único personaje principal: su protagonista Kintaro Oe. Este personaje entraría dentro de un arquetipo que denomino como “el perdedor” o “el salido”. Se trataba de un tipo de personaje muy común en los años 90. Este se caracterizaba por ser un joven universitario o currante con varios trabajos temporales. También se identificaba por ser alguien de pensamientos depravados, sin experiencia amorosa, sin ningún talento o interés especial y ser un buenazo. Más tarde, este tipo de personajes degenerarían en los años 2000 al perder su naturaleza activa, pasando a ser personajes pasivos que se dedican solo a reaccionar. La mayoría de estos rasgos los comparte el bueno de Kintaro, pero la diferencia está en que él no es un inútil al uso y busca aprender más que solo tener aventuras sexuales o enamorarse de chicas. Además, ese hábito de tomar notas y su pasión juvenil le distinguen más del resto de personajes aburridos de su clase. Cabe decir que su actitud desinteresada, siempre a favor de los demás, y sus pensamientos alocados me recuerdan mucho a Onizuka (Great Teacher Onizuka, 1999).

En conclusión, estamos ante una comedia erótica que no solo cumple al entretener al espectador sino que también le deja una enseñanza al terminar. Muchas comedias con fuerte contenido sexual antes y después de Golden Boy llegaron al anime, pero pocas fueron capaces de dejar semejante pegada en nuestro corazón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
ZetaZero
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