Para mi gusto. Le da un vigor a sus frases y una credibilidad total, cosa que no acaba de comunicarme el resto del personal, si acaso el ensayo de Arévalo frente a la iglesia. Y a Tosar le veo muy Tosar con la particularidad de que ya sabes por donde van a ir los tiros -además literalmente- en general. De todos modos opino que es una buena historia y que Iciar, su directora, a quien admiro y respeto, ha acometido una empresa demasiado magna en principio de la que no sale mal parada pero que dista, en mi opinión, de ser una película a ensalzar con demasiados redobles. Los justos y precisos para apreciar la ética de la trama y reivindicar su contenido pero que no pasa, en mi opinión, por una puesta en escena perfecta. Yo me he quedado con ganas de más planos de 'Colón' y del personaje de Karra (muy buena su traslación del principio) a quien ya pueden ofrecerle papeles más serios en el futuro. Porfa.

Que así es el lema de una exposición sobre arte que aparece en una escena (y que traducido al catalán tiene una significación precisa también aparte de su etimología). Pero aquí lo esencial es el proceso de decidir en un breve plazo de tiempo, tres días, si quieres ser madre o no... Y la pareja de la historia afronta el tema de lleno sin soslayarlo ni eludirlo y en franca compenetración o media-compenetración... Porque la 'solución' no es fácil y tiene un coste añadido importante, muy importante diría porque el papel que encarna aquí Enric Auquer como el 'padre' es arrebatador, vamos, que si todos los hombres fueran así sería el paraíso en la tierra quizás demasiado y todo (me ha encantado la verdad aunque María Rodríguez lo da todo también y no es la primera vez que lo hace).

He disfrutado también de los 'collages' visuales y oníricos de la película, muy fascinantes en general. Y solo una pequeña 'pega' -que no lo es en realidad-: cuidar bien de un animal requiere también de mucha entrega aunque no tanto como con un hijo, vale, y ellos dos lo hacen muy bien. Curiosamente Cleo -que así se llama el can de la película- diría que terminó su ciclo vital al acabarla ya que así figura en la dedicatoria final. Casualidades de la vida entrelazadas con una ficción que logra reflejar con respeto y mucha naturalidad la historia de una decisión.

Siguiendo con mi racha de valoraciones al alza -lo asumo, l@ a-sumo, además que estamos en época navideña, a pesar de los pesares- sólo por esas escenas majestuosas con los paisajes nevados y el tren (no menos majestuoso) circulando, deslizándose entre ellos, ya te recreas la vista. Y aunque ayer medio la vi infamemente por la tele, entre anuncios e irrupciones, sí la recuerdo en el cine, su formato por excelencia, y a ello me remito ni que sea con el recuerdo.

Y es que ver a Mr. 'Herculí', Hércules para los neófitos, atusándose el bigote y/o colocando en posición la corbata de su interlocutor, bien merece todos mis respetos como la cita de "no enlustrarse los zapatos es el comienzo de la decadencia y/o el fin de la civilización"... Al loro: tiene un reparto ecléctico pero siempre con pedigree -no es cualquier cosa el Orient-, con sus más y con sus menos como en el caso de Pe, aquí como monja seglar pero con frase a favor: "Dí menos de lo que recibí", y tiene sobre todo esa justicia ponderada, que deviene en trascendente, a tenor de las circunstancias. Mi voto, pues, a Poirot -con el carisma de Brannagh-.

¿Has olvidado, alimentado o extraviado al niño/a que llevas dentro…? Yo diría que, empañado. Y esta película nos lo recuerda. Es agradable de ver, le sobra acaso algún miligramo de azúcar pero lo compensa con un buen terrón de susto que no conviene desvelar. Y todos los niños están bien, especialmente Ferran RULL encarnando a Javi y Mireia VILAPUIG como Cristo aunque hace especial gracia Álex MONNER interpretando a Colo, el pejiguero del grupo pero que tiene mucha miga. Y ellos, como mayores, son Álex Brendemüh, como el ejecutivo estresado, junto a Eva Santolaria, relajada y con mochila.

Y como bien se ha dicho, viene a representar un compendio de las aventuras de 'los cinco' (Enid BLYTON) durante un verano en la cala. Sólo le reprocharía la tibieza de Lluís Homar -el 'jardinero rumano', je, je- en un registro muy lánguido y que a Emma Suárez no le den un papel con más posibilidades aunque hace lo que puede con lo que tiene.. También sale Nerea Camacho, la niña fetén de "Camino", pero aquí ya con bikini.

Con una frase a destacar refiriéndose a un beso: "Yo más que mariposas en el estómago he sentido... retortijones". Y aprovecho para ir a ver donde 'me' tengo siguiendo el ideario de la película: "Haz lo que puedas para recuperarte", tengas más o menos una infancia 'heróica'.

Si ves aparecer unos rifles en pantalla o unos perros gruñones al principio de una película ya sabes que no va a ser en vano, pero si ésta te mantiene en vilo durante todo el metraje lo das por bien augurado y te sumerges de lleno en un paisaje montañoso tan hermoso como intrincado. Intrincado es también el meollo de la historia en torno a una pareja y la joven que acogen tras un acuerdo especial en torno a un embarazo... Todo se complicará y tendrán que mover ficha, es ahí donde la trama va girando en espiral hasta sus últimas consecuencias y como un western rural aunque anclado en nuestros lares.

Martín Cuenca es un buen director con películas siempre potentes, aquí vuelve a demostrarlo poniendo toda la carne en el asador, frase muy redicha pero que equivale a decir que no se anda con remilgos y si hay que ir a por todas va a por todas hasta esa resolución final tan tremenda como abrumadora, pero luminosa también... Y la música de Vetusta Morla acompañando la trama.