Der Pass es una serie de producción alemana-austríaca que sorprenderá gratamente a los amantes del policial de intrigas. La razones no son pocas, una magnífica producción que incluye una espectacular fotografía en bellos ambientes naturales, un reparto actoral excelente y un guión que combina sabiamente una historia central cuyo protagonico es un sicópata asesino serial que tiene en vilo tanto a la población como a la policía con historias secundarias en donde no faltará las relaciones amorosas y los antagonismos profesionales dentro de un cuadro de situaciones que se hace mas complejo y por lo tanto más interesante a medida de que transcurren los episodios.

Muy lejos de las series policiales yankies en donde la violencia masiva y gratuita es centro y muy cerca de los relatos inteligentes llenos de matices que sabe dar la industria audiovisual europea esta serie ahorra explosiones, disparos y persecuciones para prodigar al espectador con escenas de suspensos e intrigas del mejor nivel.

Lo distintivo en "Der Pass" es la complejidad de las relaciones entre los personajes que dan cuerpo a la serie. Más allá de recurrir a topicos incluso cuando usa elementos y situaciones ya vistos antes (crimen de frontera, amoríos entre policías, el detective desmotivado y casi marginal) estas situaciones, personajes y relaciones están elaboradas de tal manera que las hacen "nuevas" por las formas y procedimientos que los directores usan para contarlas.

Los detectives a cargo del caso son una enérgica, y jovial inspectora alemana: la detective Ellie Stocker (Julia Jentsch) y un hosco, mugriento y desmotivado detective austríaco, el detctive Gedeon Winter (Nicholas Ofczarek). Evidentemente están destinados a chocar y confrontar y no poder hacer nada juntos lo cual parece cierto en un principio pero, con el transcurso del caso, las actitudes de los dos se van transformando de manera tal que serán compañeros necesarios y colaborativos.

Der Pass, versión alpina del “policial de frontera”, en donde se inscriben dos de los recientes éxitos; el sueco-danés "El puente" (2011-2018) y el finés Ártico (2018) .

En resumen: Der Pass seguramente les encantará a los amantes del policial de intrigas y suspenso.

Sobre la base de la historia biográfica del jefe mafioso Jonh Gotti se realiza un guión mal escrito, sin tensiones ni giros dramáticos de valía.
La dirección recurre a remanidos clichés de películas de mafiosos pero lo hace tan malamente que acaba pareciendo una recopilación de malas ideas de otros directores; La fotografía intenta retrotraer las épocas de los 70-80 sin mucho éxito ni talento que no es capaz de capturar los detalles de la época.
Así la producción luce irregular, de baja calidad
Las actuaciones, decentes, de oficio, no pueden siquiera levantar del letargo que se sume en esta película.

Una película más para engrosar el conjunto de bodrios que cada año la industria yankie produce por cientos.

Es tan mediocre que hasta merece ser distribuida por Netflix.

La película, horrible.
Lo más llamativo es el poco cuidado e imaginación que se ha tenido en el vestuario y utilería porque la vestimenta "de calle" parece contemporánea como comprada en cualquier tienda de barrio, los trajes espaciales que no son de lo mejor se rematan con cascos que son similares a algunos para motociclismo (no se puede caer tan bajo) y para colmo de males hay elementos de utilería fácilmente reconocibles en lo cotidiano por ejemplo una bocina antigua, trípodes de fotografía, lámparas fluorescentes, radios-comunicadores comunes y corrientes hacen que la ambientación sea sencillamente inverosímil,
Las actuaciones, pésimas; el guión flojo.
Lo único bueno es la calidad de la fotografía (casi publicitaria por la luz y el color) y el trabajo de los títulos de crédito iniciales que es lo único que se rescata de todo lo otro que es horrible.

Esta serie belga Profesor T es sin duda un agradable hallazgo que he encontrado dentro de un sinnúmero de series del mismo género.

La historia central tiene como protagonista a Jasper Teerlink, el Professor T., experto en su campo de psicología forense y reconocido tanto por sus pares como por sus alumnos con los cuales tiene una relación casi despectiva.

Excéntrico por naturaleza y neurótico de libro sufre de TOC y es fóbico a la contaminación por lo tanto sus mejores aliados son un frasco de spray desinfectante que siempre tiene a mano y unos guantes de látex que lo protegen de lo que él cree son sus peores enemigos: los gérmenes.

Lúcido, preclaro y extremadamente sagaz también es mordaz, impertinente y descarado a la hora de emitir opiniones, por lo tanto es siempre requerido como también casi siempre exacerba a sus interlocutores.

Koen De Bouw, un afamado actor belga, da cuerpo a éste personaje el cual construye e interpreta de manera magistral.

La serie, aunque es policial, no comete ningún exceso en la acción violenta la cual casi siempre está fuera de escena; en cambio lo central en el guionado es la intriga que se plasma en cada uno de los episodios para develar los misterios de crímenes que se presentan como de difícil y compleja solución.

La serie inteligente, cuidada y bien armada cuenta con tres directores que se las ingenian para incluir dentro de una representación realista secuencias de surrealismo mientras que el montaje fotográfico pueden encontrarse joyitas de encuadre poco común en series de su estilo.

En la tercera temporada la trama argumental se nutre o por lo menos su artefacto argumental se emparenta con el libro "Seis problemas para Isidro Parodi" de Jorge Luis Borgues y Adolfo Bioi Casares pues las circunstancias por las que atraviese el Profesor T. son similares al de Isidro Parodi, un preso condenado que, prestando su ayuda a la policía, resuelve crímenes desde la cárcel en donde está recluido.

Un renglón aparte que merece mérito es su excelente banda sonora en donde se incluyen temas musicales que de por sí ya valen solos. Una perlita más que enaltece la producción.

Si te gustan los policiales clásicos de intrigas esta serie puede depararte horas de buen entretenimiento.

Ambientada en Viena de 1920, Hinterland es un drama, un policial de intriga, que deja entrever, además de la historia central, las miserias en Austria de postguerra.

Su director, Stefan Ruzowitzky, el mismo que en 2007 dirigió la multipremiada Die Fälscher (Los falsificadores) y que no se caracterizó nunca por salirse de la "norma" del cine institucional - industrial, se atreve en esta película a experimentar con formas y narrativas poco comunes aunque no nuevas, fotografiando al estilo expresionista alemán y narrando lento, pausado y contundente como lo podría hacer cualquier director que se precie de no seguir las normas del cine comercial.

El resultado es una película visualmente impresionante, que además cuenta con un guión inteligente y elaborado en donde hay más historias veladas que las evidentes.

Innegablemente Hinterland, se caracteriza más por la introspección que por acción. Trabajando las penurias de un sobreviviente que, aunque héroe, sufre tanto las penas de la guerra como las de su propia vida.

Por supuesto que NO es una película para los espectadores acostumbrados (adoctrinados) al cine yankie en donde todo parece ser acción y evidente. Para ellos no es esta película que necesita de un público más amante del cine de arte que el de mero espectáculo.

Hinterland no ganará el Oscar como hizo "Los Falsificadores" pero bien se merece un Oso de Berlín y varios premios más por el mérito de su arte.