*Girls just wanna have fun

La primera parte del film, nos muestra la vida alocada y divertida de una joven adolescente llamada Nejma, a la que conocen por el nombre de Papicha. Es una adolescente que reniega de las costumbres retrogradas y patriarcales, que intentan imponer a la fuerza en su país. Atreverse a ser libre y dueña de ti misma, era prácticamente sentenciarte a morir o a ser violada, en una sociedad tan ultra conservadora como la argelina.

A pesar de presenciar la espeluznante realidad que la rodea, el personaje de Papicha, hace frente a los diferentes actos y actitudes que fomentan esta visión machista y arcaica hacia las mujeres. Lo único que pretende la protagonista, es poder vivir una adolescencia normal, sin que nadie le diga cómo vestir o que hacer. Es una especie de Rosa Parks, a la que nada ni nadie le va decir, cómo debe de vivir su vida como mujer.

Papicha, sueños de libertad no deja de ser una película que retrata la vida de un grupo de jóvenes universitarias, que tienen inquietudes propias de su edad. Salir con las amigas, la moda o los chicos que les atraen, son cuestiones que las harán ser juzgadas por el resto de la sociedad. Hay una escena muy significativa, donde el chico con el que está saliendo la mejor amiga de la protagonista, llama “puta” a una chica que ve por la calle por llevar vaqueros. Puede parecer algo lejano para un persona de occidente, pero la triste realidad es que este tipo de actitudes también las vemos en nuestros propios países. Esto es uno de los muchos elementos, que hacen de este film una historia revolucionaria, tanto en el mundo islámico como en el occidental.

*No dependo de nada ni de nadie

El papel que desempeña la mujer musulmana en la sociedad que le toca vivir, es otro de los elementos que trabaja esta cinta. Papicha, sueños de libertad muestra a mujeres que quieren tener un futuro mejor para ellas, un futuro en el que no dependan de un hombre para ganarse un porvenir. Este aspecto lo podemos ver con claridad, en las dos relaciones que mantienen los personajes de Papicha y Saliha, con sus respectivas parejas.

Por un lado, tenemos la relación que mantiene Papicha con el personaje de Mehdi. Un joven universitario, que a priori podemos ver que trata con cortesía y respeto a las mujeres. Sin embargo, más adelante llegamos a darnos cuenta de que sigue los mismos patrones machistas. Patrones, como el de que el hombre tiene que sustentar a la mujer o de que las mujeres deberían sentirse agradecidas por ese honorable gesto que les proporcionan. El personaje de Papicha, muestra su rotunda negativa a ser la esposa de alguien. Papicha se opone a jugar ese papel de mujer sumisa y servicial, que pretende mantener contento a su hombre a toda costa.

Por otro lado, tenemos la pareja que surge entre Mehdi y Karim. Mehdi es una chica que al igual que Papicha le gusta sentirse libre, pero también ampararse en el hombre con el que sale. El personaje de Karim, que es un chico con ideas totalmente machistas y demenciales, va convirtiendo al personaje de Mehdi en una chica cada vez más sumisa e incapaz de pensar por sí misma.

*Si tengo que morir, que sea de pie

El contexto en donde se desarrolla esta historia, no puede ser más espeluznante y aterrador; ya que las mujeres que eran consideradas como infieles, eran brutalmente asesinadas. La tensión va escalonando a medida que va transcurriendo el metraje, haciendo que la cinta vaya convirtiéndose en una obra de suspense. Es tan solo uno de los varios elementos narrativos que ofrece la película, con el fin de dar mayor ritmo e intriga a la historia que se está contando.

Papicha junto a sus otras compañeras, están dispuestas a dar un paso al frente por ser libres. Que soñar no sea para la mujer un privilegio otorgado por los hombres, sino un derecho inherente de ellas. Papicha, sueños de libertad es completamente revolucionaria por ese motivo, porque refleja que para obtener un cambio drástico, necesitas comprender que ello conlleva ciertos sacrificios.

Papicha, sueños de libertad no es solo una cinta feminista que marca un antes y un después dentro de la cinematografía. El personaje de Papicha es también el reflejo de todos aquellos colectivos que han sido brutalmente oprimidos a lo largo de la historia, por los poderes jerárquicos de las distintas épocas; llámese patriarcado, religión o la etnia racial predominante. La película refleja el simple hecho de querer ser libre, sin importar las consecuencias a las que se deba enfrentar.

*Conclusión

No es de locos aventurarse a decir que Papicha, sueños de libertad es una de las mejores películas de la última década. No es solo lo brillantemente construida que esta toda la trama, también destaca extraordinariamente en otros aspectos como la dirección o la fotografía. Es imposible mejorar el reparto que protagoniza esta cinta, haciendo hincapié en la actriz protagonista Lyna Khoudri.

En definitiva, nos encontramos ante una película con una sensibilidad muy singular, que refleja una realidad que por muy incómoda que parezca, existe. Muestra todas aquellas mujeres que dieron un paso adelante sin miedo a represalias, con el fin de allanar el camino de las generaciones venideras.

Escrito por Daniel Jimenez

*Dentro del universo de una high school movie

El estilo de la serie Control Z podría emparentarse con otras series de reciente éxito entre el público adolescente y/o juvenil como Élite o Por 13 Razones, por poner un par de ejemplos conocidos por todos. Estamos en el universo de una high school movie tradicional, donde ya en la primera secuencia se encargan de describirnos a grandes rasgos el perfil de todos los personajes principales que aparecerán en la trama.

La premisa argumental introduce a un misterioso hacker que parece conocer todos los secretos de los estudiantes y que no dudará en utilizarlos para chantajearlos en un juego donde todos saldrán lastimados. Si estuviera rodada hace 10 o 15 años y esta serie en lugar de mexicana fuese estadounidense, probablemente estaría protagonizada por la actriz Kristen Bell.

¿Por qué digo esto? Pues porque la actriz puso voz a la bloguera chismosa de Gossip Girl y también fue el rostro de la pizpireta aprendiz de detective Veronica Mars, dos series de las que también podría considerarse deudora Control Z. Lamentablemente, no llega a la altura de ninguna de esas referencias.

*Problemas de adolescentes tratados sin tino

Control Z tiene un arranque bastante inteligente y los primeros episodios son francamente entretenidos. Sus personajes son puro cliché, pero el tono inicial entre comedia, drama, denuncia social e intriga, funciona de forma sorprendente… hasta mitad de serie más o menos. A partir de ahí, la historia necesita un impulso para mantener el interés y sube su apuesta, cayendo en bastantes incoherencias y en una tendencia absurda hacia el melodrama inflado. La diversión se acaba y los últimos capítulos rozan lo telenovelesco.

Hay un recorrido por los habituales temas en las ficciones de instituto como el bullying, el ciberacoso, el descubrimiento de la propia identidad sexual o la popularidad como herramienta de liderazgo. Aunque al principio el acercamiento es más siniestro y profundo de lo habitual en este tipo de ficciones enfocadas a un público juvenil, pronto se vuelve todo demasiado superficial y efímero. Tanto como las relaciones que mantienen entre sí todos los personajes de la serie.

*Conclusión

Control Z es una serie mexicana enfocada a un público adolescente o juvenil. Trata temas serios como el bullying escolar o el ciberacoso a través del uso de las nuevas tecnologías, pero en general, no acaba de ubicarse entre la comedia, el drama de denuncia o la intriga detectivesca.

Los primeros capítulos dirigidos por Alejandro Lozano funcionan bastante bien y es fácil engancharse a la trama, pese a los estereotipos que maneja en la descripción de personajes. Sin embargo, poco a poco, los guiones flojean, la dirección cambia de manos, y se divaga de forma incoherente sin hallar un rumbo concreto, dedicándose a introducir giros sorpresa pillados por los pelos.

Existe una superficialidad melodramática y una total falta de empatía con los personajes, interpretados de forma bastante irregular por el elenco de jóvenes que encabeza una carismática Ana Valeria Becerril, a la que pudimos ver en la estupenda Las hijas de Abril (Michel Franco, 2017). Control Z desperdicia una buena oportunidad para ofrecer un retrato generacional de mayor calado.

Escrito por Daniel Farriol

*La invisibilidad en un hotel lujoso

La realizadora Lila Avilés resalta intimidad en la trama. Utiliza el plano de espaldas para seguir la rutina de Eve (Gabriela Cartol). Dedicada, limpia los rincones de las habitaciones en una extenuante jornada laboral, casi imperceptible por los huéspedes y con raras ocasiones de interactuar con los mismos.

La fotografía de Carlos Rossini capta un entorno opresivo en medio del lujo. Sus encuadres muestran la arquitectura del hotel, sus pasillos y las numerosas toallas que rodean a Eve como representación de asfixia y de invisibilidad.

Así, transita hacia la remarcación de la soledad a través de espacios amplios de las habitaciones y los close ups en el rostro de Eve en los mismos.

*Las aspiraciones personales en ‘La Camarista’

Inspirada en el libro L’Hotel (1981) de la artista francesa Sophie Calle, el relato recalca con sutilidad el deseo por obtener mejores oportunidades laborales.

La representación de aspiraciones está evidenciado en las clases de inglés que Eve toma. Avilés resalta pequeños simbolismos de motivación. Ejemplo de ello es el vestido rojo dado como premio al desempeño. Para la joven es una esperanza para lograr un ascenso que consiste en limpiar el piso ejecutivo del hotel.

*La maternidad, el cansancio y la distancia familiar

Aunado a ello, La Camarista cuenta también con una perspectiva humana sobre la maternidad.

La larga jornada laboral de Eve le impide convivir tiempo suficiente con su hijo. En la atención a una mujer argentina que se hospeda en el hotel, se vislumbra su oportunidad de expresar el instinto materno al auxiliarle en el cuidado de su hijo.

Así, la trama resalta el sacrificio de una madre por el bienestar de un hijo, además de la inequidad humana que acentúa el cansancio emocional.

*La crítica social y laboral en ‘La Camarista’

La Camarista guía hacia una gradual observación social. A pesar de que Eve abandona, por instantes, su reclusión emocional al entablar una amistad con MiniToy (Teresa Sánchez), su esfuerzo por sobresalir en su trabajo se tambalea entre los obstáculos que encuentra.

Avilés enfatiza en la misma, a través de un juego de ausencia de sonido que representa el estancamiento que su protagonista percibe, aquejándola por la falta de contacto con su hijo y la inequidad en su entorno laboral.

El guion de la propia realizadora resalta de igual forma el clasismo. Representado con los clientes de clase alta con los mismos trabajadores del hotel de origen humilde, la trama hace hincapié en la brecha de las mismas, a través de sutilidades como la ignorancia de los clientes hacia las empleadas, que figuran como fantasmas en el lugar.

*Conclusión

Si bien la temática sobre el modo de vida de una mujer dedicada a la limpieza rememora a ‘Roma’ (2018), La Camarista lo resalta con propia identidad.

La ópera prima de Lila Avilés es una austera, contemplativa y sólida perspectiva sobre la ambivalencia laboral y la opresión producida por la desigualdad.

Oportunidades contadas en un entorno que privilegia a unos pocos.

Escrito por Mariana Fernández

La perversidad empalagosa tiene un nombre corto: Ma

El sótano de Ma tiene todos los elementos base de las historias de asesino psycho, un pueblito donde no pasa nada, perdido en la inmensidad de ningún lado, gente que se conoce de 20 generaciones, grandes espacios entre una y otra casa y una víctima de abusos por parte de prácticamente de medio pueblo.

En este circunspecto campo de la América profunda, obvio tiene que llegar la “hija pródiga” que enfrenta el regreso a las raíces tras de una no muy exitosa vida en la gran ciudad. La expectación de alguien recién llegado al pueblo es como siempre una causa de casi una fiesta nacional.

¿Qué podría sonar más inocente que un pueblo pequeño repleto de “conocidos”, donde una generosa mujer madura te ayuda para tener una pachanga llena de alcohol y otras cosillas y además te presta su sótano para reunirte en lugar de un incróspito lugar a campo abierto? No se necesitan muchos más elementos para ver que es el cebo perfecto para una juventud incauta y deseosa de alcohol.

Quiero serrrr tu amiiiiiiga…
Hasta para unos desorientados jovenzuelos tanta melcocha resulta sospechosa y Ma no tarda demasiado en sacar las garras en su desenfrenada búsqueda de “amiguitos del bosque”.

Casi por fórmula matemática podemos ver lo que sucederá en las siguientes escenas. Eso va aumentando conforme pasan los minutos para hacernos recordar todas las cintas de asesinos de jovencitos que hayamos visto donde los chicos protagonistas jamás reaccionan con ni siquiera un bajo porcentaje de malicia, una y otra vez caen en trampas a las que poco les faltaría para tener letreros en brillante neón rojo y focos seguidores que dijeran “peligro aquí”.

Los viejos desprecios
Sin una razón suficiente como para exculparla, conocemos el pasado terrible y bochornoso de Ma, víctima de horrendos compañeritos de clase. Y aunque creamos que efectivamente estuvieron lejos de ser simpáticos con ella, una vez más se nos refuerza la idea de que los adolescentes son muy poco brillantes ni intuitivos.

Sue Ann replica a la perfección cada una de las reglas del “no lo hagas” tanto que pareciera salida de una campaña de “cuídate a ti misma” y sin embargo no lo hace.

De esa forma se trata inútilmente de crear empatía por Ma pero… francamente la chica debió de empacar sus cosas y marcharse de ahí en cuanto terminara la preparatoria.

Pero si hubiera hecho eso, no habría película, ¿cierto? Entonces Sue Ann se dedica a rumiar su exclusión de la sociedad y a preparar su trampa, en la que su principal objetivo es proporcionar de regreso un poco de toda esta sicótica existencia que ha vivido. Por eso cuando Ben (Evans) entra de regreso a su vida sabemos que bueno… hay gato encerrado. (Un gato a lo mejor más grande de lo que el mismo guion nos explica)

Pintando por números… la trama continúa

Como es de esperarse, aunque uno de los personajes tenga dudas razonables de Ma y su comportamiento de “merodeador enfundado en uniforme veterinario” no recibe mucho apoyo de sus compañeros hasta que ya Ma esta más loca que una cabra.

El subsecuente comienzo del desenlace es la continuación de la ecuación de by the book, o “cómo escribir tramas de asesinatos juveniles perpetrados por una demente de edad madura”, ¡guía probada con instrucciones!

No hay nadie en todo el pueblo más letal que una dama que es asistente de una veterinaria y tiene fascinación por los escolares.

Tómate una selfie

Pero cuando ya las cosas se salen de control la psycho Ma ya nos ha mostrado que es capaz de matar con tanta sangre fría, que hasta el mismo Jason Voorhees aplaudiría entusiasmado. No solo eso, como buena fan de la belleza adolescente Ma, pide una sesión de selfies con sus víctimas (un movimiento nada inteligente, pero todo sea por el ego)

Danzón dedicado a…

Octavia. Sin ella la película sería una pérdida absoluta de tiempo. Octavia mantiene la acción y sus innumerables cambios de humor de simpática señora de la fiesta a asesina serial mantienen al espectador.

El elenco de chicos es el clásico pack de bonitos que adornan la pantalla, pero cuya suerte ya está echada desde que conocen a Ma. Juliette Lewis regresa como la madre “buena onda”, pero su papel es solo un colateral, queda desperdiciada al igual que Allison Janney, como la jefa insufrible de Ma.

Solamente esperamos el momento en el que le va a hacer pagar por sus desplantes, pero Janney es una magnífica actriz que podría haber dado mucho más a la trama. Igual quedan semi desperdiciados Evan y Burgess que, sin duda, tendrían que haber contado mucho más de la historia secreta de Ma.

Conclusión

Ma no descubre el hilo negro en cuanto a personajes ni originalidad en la historia se refiere, de hecho la trama deja abiertas demasiadas interrogantes sobre la cruenta historia de Ma, o sus fijaciones. La actuación de los jóvenes es ceñida por el estereotipo de carne de cañón de película slasher; pecadores, ingenuos y despreocupados aún cuando vean el peligro enfrente.

Los adultos de esa pequeña comunidad tan Wasp no son lo suficientemente explotados para desenmarañar el perturbado cerebro de Ma, y el segmento de “puedo no morir, aún con una herida contundente y sigo atacando a las víctimas con la fuerza de una loca poseída” es tan de cliché que da risa y el final… bueno… no puede ser más sobado.

Escrito por Fabián Quezada León

Holmes & Watson es una película con una factura técnica correcta que con toda probabilidad cumplirá con el cometido de entretener al público al que va destinado.

Se trata de un producto con un presupuesto elevado que cuenta con actores de primera fila
interpretando a personajes de lo más pintorescos y que utiliza un humor burdo pero eficaz con algunos acertados gags. Además, el montaje tiene un ritmo ágil junto a unos efectos especiales que hacen que la película resulte agradable a la vista del espectador.

La crítica le ha dado varios palos, de hecho, la cinta tiene varias nominaciones a los premios Razzies. De modo que si nos ceñimos meramente a la faceta artística del cine Holmes & Watson no será catalogada como una obra de arte, pero dado que el cine también es entretenimiento entonces podemos decir que esta película es digna de ser disfrutada por el estereotipo de espectador palomitero que decide ir a la sala de cine para disfrutar durante 90 minutos sin tener que darle demasiadas vueltas al coco.

Columbia Pictures ofrece un producto que considera que el público demanda. Veremos si acierta o se equivoca. La crítica dirá lo que sea, pero la taquilla al final es la que realmente
sentencia.

Escrito por Jaime Fernández
https://cinemagavia.es/estreno-cine-holmes-watson/