Buena película, curiosa y diferente y no me refiero a la idea de hacer una película sobre otra película, eso es una idea muy fácil y antigua, lo mejor de todo es como el director nos lleva a través de una gran crítica social en medio de una preciosa historia de amor, una historia con unos problemas reales pero no solamente de una sociedad campesina iraní sino unos problemas reales desde siempre.

Entre una crítica social y religiosa, Kiarostami presenta una historia con unos valores muy grandes que valen para el entorno social que analiza y para una sociedad internacional, valores tales como el amor, un amor basado en el respeto, el trabajo conjunto, la ternura, la sinceridad, la bondad son más fuertes que unos conocimientos intelectuales o una casa ya formada, lo bonito es luchar juntos por esa casa.

A través de los olivos presenta una historia triste, dura y real, una historia llena de valores reales aplicables a cualquier ser humano de cualquier sociedad pero desgraciadamente no es así, la gente no funciona así, son otro tipo de intereses los que suelen funcionar.

La dirección es peculiar, muy personal, quizás nada original, pocos medios para decir mucho, muchas películas de Hollywood están hechas con millones para no decir nada de nada, el intelecto es lo que aquí suele funcionar con una especial sensibilidad.

Sin duda una gran película que te hace pasar un buen rato a la vez que te enseña como se hacen las cosas o como se deberían hacer las cosas en la vida.

Al igual que en las críticas anteriores, estamos ante unos cortos de los años treinta y que se siguen viendo con una frescura sin igual, incluso cuando era pequeño pensaba que estaba ante un corto actual y ahora descubro que ya tienen sus años, eso es un mucho para un corto de animación para pequeños, es muy grande que el tiempo no los haya envejecido.
La animación se mejora, las historias también y todo con los personajes clásicos de Disney.

Piotr Dumala, el conocido director polaco de animación, presenta aquí una vez más una visión del ser humano pero de un ser que ha vivido todos los golpes de un periodo que sin duda marcó a toda una generación, una generación con una sensibilidad un tanto especial.

Muros, es el título de este corto, un corto lleno de metáforas y de simbolismos, algunos claros y evidente y otros mucho más difíciles.
El simbolismo de los muros es evidente, cuatro paredes grises y oscuras que no dejan salida a un hombre triste y melancólico sin saber que es lo que pasa fuera de esos muros y con la ilusión de salir algún día y poder ver la luz.

Está claro que una vez más se critica al sistema, un sistema que no dejaba respirar ni vivir.

La música es un gran logro y acierto, una música que va en conjunto al diseño de los dibujos, un color muy parecido a los bloques comunistas, caracterizados por tener cuatro simples muros donde se vivía, Muros de Dumala representa este mundo donde la sociedad polaca y los países bajo el régimen comunista han vivido con sus vidas e ilusiones.

Interesante corto pero en algunos momentos no llego a entender el significado de algunos elementos.

Fahrenheit 451, la temperatura a la que arde el papel, esa es la explicación del título de la siguiente obra del director francés que produjo esta película en Inglaterra.
Una película cuyo escenografía y ambientación ha quedado muy atrás pero es sorprendente ver como no ha pasado para nada la esencia de la película, una historia ficticia pero un fondo humano real y permanente, el espíritu del hombre por ser libre y por expresarse con libertad, sin duda la historia encierra un fondo sin igual y eterno para el espíritu del hombre.

Lo peor, y todos lo sabemos, la ambientación futurista, cualquier detalle que se analice en este aspecto resultará patético pero no hay que quedarse con eso, el mismo Truffaut sabría las limitaciones de las que disponía para poder llevar a cabo tal historia pero él no buscaba eso, le importaba la historia, los personajes, el fondo de la historia, es decir, el hombre.

La historia es muy original y también absurda pero no se busca una historia tampoco de ciencia ficción sino algo entre los dos caminos, por eso la historia tiene ese toque especial de realismo y ficción pero a mí lo que más me interesa es lo que se pretende contar y está claro que Truffaut lo consiguió muy bien.

Un corto que no tiene nada de desperdicio y presenta la esencia real de la visión de la animación y del cine de Burton, Edgar Allan Poe y Vincent Maloy a los cuales también les rinde homenaje.
Pero el corto de Burton es fantástico, sabe plasmar en algo más de cinco minutos un mundo sin igual, el diseño de los personajes, de los escenarios, de la música y muchas más cosas, plasman en pocos minutos la mente tan especial de Burton y una visión muy oscura de la infancia.
Está claro que Burton no fue un niño muy normal y eso se puede ver en sus películas “dedicadas” a los niños y en su cine “infantil” pero es verdad que ha sabido crear un mundo especial que le caracteriza y creando su sello en el cine, este corto lo resume todo bastante bien.