Tenía pendiente desde hace tiempo esta película. Es una combinación chocante de dirección prodigiosa (fotografía cuidadísima, planos seleccionados hasta el milímetro, ángulos imposibles) con un guión simplón y en ocasiones incoherente, en líneas generales muy poco trabajado. El resultado es la mezcla de una realización de obra maestra con una historia de aficionado. ¿Recomendable? Sí para todo aquel que no la haya visto y quiera completar la filmografía de Welles o para estudiar por curiosidad su increíble puesta en escena, algo que se puede hacer si se quiere "a cachos", aunque este consejo parezca una herejía tratándose de uno de los cineastas más famosos de todos los tiempos.

'Orígenes secretos' parece el episodio piloto apresurado de una futura serie totalmente prescindible. Es como si quitasen un cacho del planteamiento, otro del nudo y otro del desenlace confiando en que diversas gracias y la presentación paródica de unos modelos de personaje autocompleten en el cerebro del espectador lo que falta por no haberlo trabajado. Tiran por la borda una serie de ideas buenas a fuerza de no engarzar las escenas cómicas con nada sólido, como si a los guionistas les diese pereza hacer su labor. A pesar de la duración de hora y media se hace eterna y va en una absoluta cuesta abajo.

Serie experimental de Netflix, donde los creadores aúnan una pésima dirección, un montaje plomizo, diálogos lamentables, una historia sin rumbo e interpretaciones paupérrimas con la intención de generar en el espectador un sentimiento casi insoportable de bochorno, hasta el punto de que es el propio espectador el que se transforma en superhéroe con el superpoder de la supervergüenza ajena. Un juego endiablado el que propone este trabajo del que esperamos no menos de 19 temporadas.