Aburrida, triste, mal realizada, pésimos guiones, interpretaciones facilonas, simple, tediosa, monótona, lenta y sobre todo...¡carente de interés!
¿A qué vienen tres tipos ahora, con los que no hemos congeniado en nada (porque no nos han hecho congeniar) a contarnos los acontecimientos carentes de trascendencia, incluso vanales, de una noche?
Y los ves sufrir, llorar, reirse, bailar, drogarse, conducir, trabajar...y en cambio te da la sensación de que a pesar de eso, no han hecho nada. No pasa absolutamente nada en la película, a pesar de todo lo escrito arriba, sólo los acontecimientos en los que estos tres tipejos se involucran en unas pocas horas nocturnas...
En fin, una película que pasará sin pena ni gloria...rectifico, con mucha pena y nada de gloria.
Vergonzoso que cobren por ver semejante bodrio.

Aquí tenemos la prueba fehaciente de que con juntar a dos monstruos de la interpretación no basta, y tampoco garantiza nada.
La película es mala, aburrida, lenta, demasiado esperpéntica en alguna ocasión, incluso para ser una comedia, y con muy pocos gags que sean realmente divertidos, por no decir ninguno.

Personalmente opino dos cosas, Sean Penn y Robert de Niro son quizá dos de los diez mejores actores vivos de la actualidad.
Y los siguiente que opino es que la mayoría de veces que se juntan dos o más actores de tanto talento en una misma película, esta suele ser un fracaso.

Cinta que bien podría ser estandarte de los amantes del BDSM y más concretamente del spanking.
Desde luego las personas ubicadas en ese mundo, habrán sabido apreciar más la película y, sobre todo, identificarse con los personajes.
Devoción podría haber sido otro título para este film, que a pesar de tener escenas bastante esplícitas en los momentos de las "zurras", deja algo frío al espectador aficionado al mundo del cuero, las fustas, los canings, paddles y demás objetos destinados a dar placer a través del dolor.

Casos como la escena de la sentada impuesta, con el vestido de novia, desvían un poco el sentido más purista del BDSM y confunden al espectador no versado en dichas artes. A demás de ser bastante esperpéntica, la escena no está nada bien narrada, teniendo en cuenta los tintes hiperbólicos que contiene.

La elección de los actores, no es la más acertada, coincidiendo ( creo) la mayoría en que una Jennifer Aniston ó una Uma Thurman, hubieran aportado a la cinta un verdadero halo transgresor, radical, escandaloso etc, y un reclamo mucho mayor para la polémica y por lo tanto para el taquillaje, sin caer en lo pretencioso y conservando junto con todas esas cualidades, el talento.