Hasta los genios tienen días en que no están del todo finos. Eso es lo que debió sucederle a Antonioni con esta película. Después de su trilogía de la incomunicación (“La Aventura”, “La Noche” y “El Eclipse”) Antonioni vuelve otra vez a los mismos temas (soledad, incomunicación, vacío existencial), pero esta vez se hace algo pesado y repetitivo a pesar de la novedad que suponía filmar por primera vez en color. De forma demasiado obvia, carga en exceso las tintas, por decirlo así. Hasta él debió ser consciente de ello, porque después dirigiría una película tan maravillosa y distinta a esta como es “Blow up”.
Otra cosa más: la calidad de imagen que nos ofrece el Dvd que ha salido en el mercado español es realmente nefasta.

Película mediocre sobre un hecho dramático y heroico de la 2GM, del que se han hecho varias películas y novelas. Lo que más me ha llamado la atención son las melenas que llevan muchos miembros del reparto, en lo que resulta un error de ambientación absurdo y grotesco, pero que sin embargo no era nada infrecuente en las películas de época que se hacían a principios de los setenta.

Parece que Cronenberg se haya hartado de hacer películas raras y minoritarias (pero que a mi me encantan como Existenz o Spider), y ahora se ha pasado al cine negro con una vocación claramente comercial, aunque sin renunciar a su personalidad como autor. Y así, nos encontramos una vez más con una película oscura, inquietante, violenta, y muy carnal (en el sentido amplio del término), aunque despojada de cualquier elemento fantástico o "extraño".
A pesar de este cambio de registro, la película me ha gustado bastante, aunque con ella me suceda lo mismo que me sucedía con las de "El Padrino", y otras similares, y es que al caerme tan antipáticos todos esos personajillos egoicos, crueles, y fundamentalmente estúpidos, desearía verlos retratados como hacía Kubrick en "Teléfono rojo, volamos hacia Moscu", es decir, enfatizando la faceta grotesca, estúpida, e insana que anida detras de esa autoimportancia llena de maldad que tanto nos fascina y atemoriza (en los degollamientos no sabía donde mirar del asco que me daba).

Película muy competentemente realizada, pero con un fallo a destacar: las localizaciones de Barcelona y Girona no dan casi nunca el pego como Paris o la campiña francesa. La escena cumbre, por ejemplo, filmada en la plaza del Pueblo Español de Barcelona, no parece francesa ni por asomo (¿donde están los tejados inclinados de pizarra negra?), pues es un compendio, en plan Disneylandia, construido para la Exposición Universal de 1929, de las plazas típicas del centro y el norte de España. O sea, que se han ahorrado la pasta (tampoco creo que mucha) a costa de plasmar una ambientación totalmente inverosímil en muchos casos (en otros, como ese Paris nocturno, está plenamente conseguida, eso hay que reconocerlo).
Y una última cosa: todo ese aire de fábula a lo Christian Anderssen, sobre todo en la inverosímil escena final, resultaba más creíble en el libro.

Había visto Inisfree y me gustó. Esta en cambio tuve que dejarla al cuarto de hora de puro aburrimiento (y eso que me gustan las películas lentas y contemplativas). No sé, a lo mejor es que no tenía el día, pero me ha parecido un coñazo, qué le vamos a hacer.