Reconozco que fue una de las primeras series de televisión en afrontar el tema homosexual (también estaba la de Ellen DeGeneres, llamada "Ellen") pero está demasiado enfocada a los tópicos: El marica y la mariliendre, el amigo moña que picotea de tío en tío, mucho despilfarro, grandes profesiones, sueldos y demás. Me aburre tanto mariconerío y tanto estilo de vida gay. Como si ser gay fuese un privilegio y no algo más como el ser moreno, tener el pelo rizado, pestañas larga o la estatura de una persona...

En principio pensé que vaya coñazo tener que tragarse las andanzas sexuales de los personajes, ya hemos visto docenas de series en las que lo que se trata es este tema, pero he de reconocer que el aspecto cómico de la serie es entretenido, a pesar de caer en tópicos y situaciones ya vistas anteriormente, consigue sacarte una carcajada sin mucha demora siendo tres personajes los más interesantes de la serie, Karen, Grace y Jack, amén de la madre de Grace, la actriz Debbie Reynolds, con sus alocadas entradas, sus excentricidades y su peculiar canción del "Told you so".

Creo que la historia es un poco inverosímil, pero bueno, cosas más raras han ocurrido. La música es de lo más normal y acorde al tema que trata la película (sin llegar a ser desgarradora, por supuesto. Queda más bien en algo "acorde" como ya he dicho). Lo único a destacar son las actuaciones del trío La, la, la (Keitel, Neill y la Hunter) además de la niña-cabrona-repelente interpretada por una jovencísima Paquin.

Para ver una vez y probablemente no volver a verla. Le pongo un 6 porque mientras la ves te interesa cómo va a desembocar la historia, pero te deja algo indiferente una vez terminada la película.

Esta película es maravillosa. Simplemente te hace sentir humano y real, quizá, parte de una realidad que creías ya no existía. Un reparto fascinante, que, sin estridencias, consigue transmitir la mejor idea de todas: uníos y venceréis. Pura poesía, pura delicia. No os la perdáis.

Es chocante ver la pobre puntuación que le dan a esta película. Pocas veces una película cómica de vampiros está grabada con tanta espontaneidad y frescura como ésta. Es de agradecer, pues es lo que las hace diferentes a las demás. Quien busque una buena película para echar unas risas, no dude en verla. Es muy divertida.

Sólo puedo decir una cosa: Sherlock Holmes, en la primera, vale, bien, cuela eso de ser un medio ninja superpoderoso, pero en ésta segunda se han colado exagerando este aspecto "ninja". Pero lo que pudo conmigo fueron las ametralladoras... Es cierto que se inventaron por la época, pero de verdad, que no, que no encajan ni con cola y para colmo, Sherlock se convierte en un personaje que va de ninja por la vida... No me gustó lo más mínimo y desde luego no la recomiendo a nadie.

Pudiera servir como algo para tener de fondo en la tv mientras haces otra cosa por la casa...