Hay un estupendo relato de Edgar Allan Poe, como todos los suyos dirá alguno, yo mismo, titulado "El Enterramiento Prematuro" en el que juega con la posibilidad de ser enterrado vivo. Esto mismo es lo plantea Rodrigo Cortés en un trabajo tan atrevido como reducido de personal. Un actor, si dejamos al margen las voces telefónicas, y un sólo escenario, un ataúd. Con estos ingredientes la película corre el riesgo de estacarse ante la dificultad de exprimir más el limón, pero no lo hace, a costa de algún que otro recurso regular, por ejemplo, la serpiente, o que a veces no nos parezca muy lógico. Me pregunto porque todas estas llamadas no las hace algún familiar con el que siempre resulta imposible contactar. ¿Es que no tienen móviles?

Sobre esto pensé que si "Buried" se hubiera rodado de forma mucho más convencional hubiera sido mejor. Por ejemplo, si dividimos la trama en lo que hace Paul (Ryan Reynolds) con las pesquisas de su mujer en el exterior. El resultado no es malo, manteniendo la tensión y la incertidumbre, pero sí acaba cayendo en el agotamiento por momentos a pesar de sus escasos 93 minutos. A mí me ha recordado a aquella de Schumacher, ligeramente superior, "Última llamada" (2002), pero cambiando la cabina por un hoyo. Dicho esto, puntualizo las críticas sobre que sea "sádica" y que demonice al iraquí. En lo uno, no existiría ni el thriller ni el terror, y en lo otro, cientos de civiles extranjeros han sido secuestros (y asesinados) desde 2004.

Confieso que he estado a punto de catearla, y aún no lo descarto en alguna de estas revisiones, porque todas las críticas que se pueden hacer son ciertas. Desde el oportunismo de la propuesta, hasta lo blando a la vez que tópico, pasando por la inexistencia de algo tan vital como el guión o un personajes que ni existen opacados por la estrella que los interpreta. Todo esto es verdad pero también que se trata de un formato peculiar consistente en juntar el mayor número posible de caras famosas y darles unas minihistorias interconectadas, aunque sea levemente, unas con otras. En efecto, es el mismo que el de "Love Actually" (2003), lo que empuja a que prime la cantidad que la calidad. Es pobre pero es exactamente lo que quiere ser.

Ahora bien, ¿qué me ha hecho repensármelo? Pues que el visionado de la película no es aburrido ni cosa parecido. Desde luego, no hace gracia, quizá dos o tres momentos, ni te emociona lo más mínimo, pero entre trama y trama, te distraes y hasta alguna te puede coger por sorpresa. A lo que hay que sumar que el tema, diez historias de amor en el día de San Valentín, será cursi pero no desagrada, como tampoco el propio tono escrupulosamente limpio. Por fin una comedia romántica para todos los públicos. Otro aliciente de este trabajo es, obviamente, el número de famosos que pululan en ella. Yo me quedo con la guapa Jessica Alba y la estrella emergente de Emma Roberts. Claro que ¡será posible que... (SPOILER) quede sola!

Nada que ver con la pseudomística novela del francés Antoine de Saint-Exupéry del mismo nombre y publicada en 1931. Bueno sí, que sale un avión. En todo caso, "Vuelo nocturno" es un thriller que arranca con parsimonia, continúa con interés y acaba con un final muy típico a lo "Scream" (1996). De todos modos, la película, original en su conjunto no es, pero la difícil situación en la que se encuentra nuestra heroína Lisa Reisert (Rachel McAdams), o colabora en un magnicidio o asesinan a su padre, tiene el suficiente gancho para que mantengamos los ojos bien pegados en la pantalla. Además, lo confieso, digamos que la intervención providencial masculina del final es justo lo que lleva uno esperando desde hace un buen rato.

Obviamente, aparecen todos los tópicos del género, incluido la niña rubita, que es ya lo más. No obstante, si algo se repite pero es sabroso, no hay ningún problema. Y aquí lo es. Cierto que hay momentos exagerados y alguna coincidencia milimétrica pero también que Wes Craven cuenta con un buen elenco del que destaco a Rachel McAdams. Mira que en "El diario de Noah" (2004) me pareció una petarda pero aquí nada más verla, se ganó me estima. Es una máquina sin dejar de ser femenina. Lo curioso es que a los pocos minutos descubrimos, oh sorpresa, su uniforme de animadora y sus pompones en su habitación. ¿Casualidad? No creo. ¿Un modelo de mujer que engarza con el estatus de animadora? Eso pienso.

Segunda y última película, de momento, de la exitosa serie de "Expediente X", que desde luego supone un cierre bastante mediocre para una de las parejas más carismáticas de la pequeña pantalla. La verdad es que si no se conoce al dedillo las andanzas de los Fox Mulder (David Duchovny) y Dana Scully (Gillian Anderson) de las últimas temporadas uno puede quedar desconcertado con algunas cosas. ¿Desde cuando han sido pareja? ¿Y han tenido un hijo? No me lo puedo creer.

No sé si es que estaba un poco despistado pero la historia de "X Files" me ha resultado confusa, caótica e irrelevante. Diría que después de la lata que han dado con conspiraciones y alienígenas, el misterio que aquí se ventila es lo de más sencillo. Eso sí, no deja de ser fuerte, no sé muy bien por qué, pero no está ni bien contada ni, aún peor, resuelta. Poca chicha por todos lados, como dicen, un simple y malucho capítulo alargado, pero al menos nos deja un buen sabor de boca (SPOILER).

Parece imposible realizar una película en la que salgan muchos animalitos, además que hablen, y que no resulte al menos entretenida. Aunque para ser precisos, ellos conversan siempre. Lo que pasa es que en esta ocasión hay un humano que los entiende, precisamente el doctor Dolittle (Eddie Murphy). Como se ve, el argumento no sólo resulta muy atractivo sino que cuenta con raigambre histórica. Se trata de un anhelo humano mítico que ha nutrido centenares de cuentos fantásticos.

Entrando en harina "Dr. Dolittle" se resuelve con más simpatía que verdadera risa. Uno se echa carcajadas en momentos concretos pero no pasará a la historia por su humor, ni tampoco por su sencilla historia. Eddie Murphy se muestra comedido, lejos de su antiguo histrionismo, lo cual agradezco, aunque el verdadero protagonismo se los llevan los cuadrúpedos, con permiso de algún ave, de los que destacaría al tigre. Película familiar y taquillera no es que sea buena pero os gustará.