Ya está. Todo elemento tecnológico puede matar. Tras niñas atormentadas de grandes cabellos saliendo de televisiones, atemorizando a través del móvil y de Internet, quedaba por explotar el tema de los videojuegos. Así nos encontramos con una cinta convencional totalmente desaprovechada. El argumento es tan simple como que existe un videojuego que si juegas y mueres en él, mueres en la realidad. Sin embargo, han creado un guión bastante mediocre que podía haber dado mucho más de sí. Que se le va a hacer. Las reglas del juego van y vienen como pelotas de tenis, la figura malvada sigue siendo un misterio porque a día de hoy no sé cuál era su problema y porque ha vuelto del infierno en forma de juego de consola, el suspense es escaso por no decir nulo y no inquietará a nadie mayor de diez años, las escenas gore están mal hechas llenas de tonos grises y desenfocados que realmente no sé que fin tienen y los actores tampoco ponen demasiado entusiasmo. Por supuesto no faltan las casi obligadas subidas de volumen o los ruidos chirriantes y mucho flashback y trucos de imagen de esos que se aprenden con el photoshop. Por cierto, por la peli se pasea Frankie Muniz, el chico de ‘Malcolm’, del que tengo que anotar que parece que no crece y no sólo interpretativamente. Pues nada, prescindible y monótona.

Lo mejor: El videojuego.
Lo peor: El guión se va contradiciendo a sí mismo una y otra vez.

Muestra de cine de terror adolescente patrio para dejar claro que también sabemos hacer películas de terror patéticas. La cinta está rodada en catalán por lo que en su distribución en cines (no entiendo cómo ha podido llegar esto al cine) se verá doblada. Bueno, la película, resumiendo, es un auténtico coñazo. No la quite a la mitad porque tenia ganas d ver cómo mataban a estos adolescentes que se dedican más de media hora (sin exagerar) a gritar, bailar, decir uuhh aahh, beber, saltar, fumar, volver a decir uuhh aahh y demás estupideces. Cuando parece que por fin arranca la cosa resulta que no, y es que no iban a interrumpir la fiesta porque uno de ellos muera o desaparezca así que debemos aguantar otros quince minutos de gilipolleces cambiando la playa por la casa. Así llegamos a la hora de película sin que haya pasado absolutamente nada y claro hay que apurar y se cargan a cinco a la vez de manera patética. Cualquiera que la esté viendo pensará que él mismo es capaz de hacer muertes con más arte en su propia casa. Y ya al final pues aparece el asesino, oh sorpresa mirarme soy el asesino ¬¬ cosa que se sabe desde la mitad de la película y sin necesidad de ser muy listo. Imposible que a alguien le sorprenda. Atención a las motivaciones del chico/chica para matar, de lo más original y currado ¬¬. De los actores no hablo porque directamente no son actores.

Lo mejor: Hay un par de canciones que suenan bien y alguna chica de buen ver.
Lo peor: Ver que en España copiamos lo peorcito de las cintas americanas y con menos gusto aún. Tremendamente mal rodada.

Mediocre intento de cine donde los únicos que lo habrán disfrutado serán los jovencitos (que no actores) que se han juntado a pasar el rato grabando esto. La cosa tiene un inicio que aunque visualmente ya se ve que es cutre tiene su aquel. Pero todo lo que viene después es un intento de sacar el dinero a los consumidores de videoclubs o de hacer perder el tiempo a toda personilla aburrida que decida verla. La historia se podría resumir como un 'Jumanji terrorífico' pero sin nada de terrorífico y con lo peor de Jumanji. La trama es estúpida y sin ningún sentido, parece que una vez terminado el guión se perdieron la mitad de las hojas pero se rodó de todas maneras. Los personajes caen mal y prefieres que mueran a que se salven, las escenas por el bosque ya son de risa, es más en una de ellas podemos encontrar tranquilamente a un miembro del equipo de la película apoyado alegremente en un árbol ¬¬ En fin, una tomadura de pelo que no asustará ni entretendrá a nadie. Recomendada para todo aquella gente que me cae mal.

Lo mejor: Que al menos dura poco más de hora
Lo peor: El poco más de una hora que perderemos viéndola

Pequeña producción de terror más enfocada al suspense que, para sorpresa, es bastante agradable de ver y contiene un final notable de esos de abrir la boca. Tampoco es gran cosa, no nos engañemos. La historia sigue a un grupo de universitarios aburridos que juegan a diversos juegos macabros (y a su vez incomprensibles) y deciden inventarse la figura de un psicópata en el campus. A partir de ahí (ya llevamos media hora de cinta) todo ocurre como uno se imagina: la amenaza parece volverse real, unos cuantos sustos y el suspense justo para mantener el interés. Algunas situaciones están bien construidas y resaltan algo de originalidad por parte de su director que sin embargo también cae con facilidad en los tópicos de manual de cualquier película con asesino con careta. Los personajes tienen un desarrollo escaso y no van más allá de su nombre y su interés sentimental con lo cual tampoco favorece que nos metamos mucho en la historia. A pesar de todo, la cinta se deja ver y llegamos a un desenlace sorpresivo, bien enlazado y poco inesperado en este tipo de producciones y que, sin duda, es lo mejor de este film que al menos intenta aportar algo nuevo al género, y eso, es de agradecer. La peor parte viene de mano de sus actores, bastante planos y con la expresividad justa para pasar el día. Mencionar lo mal que está envejeciendo Jon Bon Jovi, cuya intervención en ‘Cry Wolf’ es cuanto menos, inquietante. Resumiendo, algo mejor que otras cintas similares aunque abstenerse aquellos que deseen ver grandes cuchillos, chicas gritando sin parar y mucha sangre.

Lo mejor: Su final.
Lo peor: Quizá es algo aburrida y merecía un mayor desarrollo de personajes.

Demi Moore sigue en horas bajas y aquí la vemos metida en un drama sobrenatural con toques de thriller psicológico y unas gotas de aburrimiento. La historia es bastante simple y tras una fácil presentación del drama de turno, la cinta se limita a incluir sustos, apariciones fantasmales, subidones de música, juguetes que aparecen y desaparecen y todos los tópicos posibles. En ningún momento el director logra enganchar al espectador más preocupado por coger una buena postura y echar una cabezadita ante el escaso interés de la producción. Y es que es realmente aburrida y lenta y además solo sale Demi Moore y algún que otro loco/fantasma/señor raro por eso de completar un mínimo reparto de actores. Y encima, tampoco está muy convincente. Hacia el final se ve cierto oficio de darle una resolución original al asunto aunque el resultado sea bastante postizo y rebuscado ignorando parte de la trama anterior tranquilamente. En fin, esta vez la unión de niños y muertos no dio resultado. Recomendada como sustituto de los somníferos.

Lo mejor: Hay unas bonitas vistas desde la casa de Demi.
Lo peor: No consigue enganchar ni que mantengamos la atención por la historia más de 10 minutos seguidos.