Si eres seguidor de la saga de videojuegos o te han gustado sus películas anteriores, esta película no te dejará mal sabor de boca, tiene un poco de todo, algunos sustos buenos, buenos actores para el tipo de película que es, un buen presupuesto, acción a raudales y zombis, muchos zombis, aparte de algún otro enemigo que a los jugones nos recordará personajes ya vistos en los videojuegos.

Se han derramado rios de tinta sobre lo grandiosa que es esta película, y sinceramente, méritos para ser buena no le faltan, argumentos le sobran y casi todo está dicho sobre este drama...Bastante bueno...Toda la película transmite ganas de libertad, saca nuestro deseo de ser libres y encontrarnos a nosotros mismos, un viaje con una belleza incalculable, el hombre junto a la naturaleza en su estado más primitivo, rozando con gran maestría la perfección al transmitirnos tales sentimientos, ayudado en gran parte por una banda sonora que es, sin duda, un gran acierto, sin olvidar, la importancia y grandeza con la que es interpretada... ¿pero que le falta?... Ser más ágil, dura unos 140 minutos, demasiados para lo que quiere contar...Y francamente, siendo crítico, lo que hace el protagonista, no es ni heroico ni original, millones de personas hacen lo mismo sin tanta parafernalia ni cámaras detras, da la sensación durante todo el drama de estar tras la sombra de un hippy, que realiza un viaje espiritual para encontrarse a sí mismo, un viaje que para algunos, no será más que un mensaje equívoco, un tanto egoista y cobarde, mostrando una persona que prefiere huir de su realidad que afrontarla. Tiene un pasado triste, pero nada que cualquier hijo de vecino no haya pasado en algún momento de su vida...no es que tenga ganas de redirigir o criticar el argumento, la película es así y tiene su personalidad y cambiarla sería equivocarse, solo digo que quiza lo que dice no vaya contigo, y más si verla te quita media tarde... un buen drama, desde luego, pero no imprescindible.

Continuación de la exitosa cube, en esta segunda parte se nos trae el mismo número de personajes y un entramado de cubos sin lógica aparente. Pero en esta continuación, se pierden piezas que hicieron genial a su antecesora. La imaginación y originalidad de sus trampas, la interacción entre personajes, la lógica de sus puzzles numéricos, todo queda deslucido por la brillantez de su primera parte. Como aclamo, esta secuela nos trae una cuarta dimensión, que si bien es cierto da juego al conjunto y la idea es buena no termina de convencer en su desarrollo.

Nada, absolutamente nada de lo que te cuenten de esta película le hará justicia, no importa si crees que los has visto todo en los western, no importa cuantos tipos duros o cuanto polvo hayas tragado, no importa si una vez te pareció sentir el aire de la llanura junto a Clint Easwood...no todo está inventado y no siempre tiempos pasados fueron mejores.

Ante ti, admirado espectador, se descubre un recital de cine moderno con sabor a clásico, un obra maestra que transciende cualquier dialogo para mostrarnos algo más importante entre sus lineas. Nada es lo que parece, lo malo no siempre es lo peor y ningún personaje está predefinido, sino que al igual que en la vida, nos condiciona el entorno y la gente que nos rodea. Es en este punto, cuando se nos muestra a un Chistian Bale a punto de perderlo todo por un puñado de dólares, un ser afligido, atormentado y desesperado que perdió hasta el respeto y admiración de su familia y que se aferra a la poca dignidad y orgullo herido que le queda, momento en el cual entra en escena un fantástico Russell Crowe que disfruta del temor y el éxito fruto de sus golpes, alguien que pese a las atrocidades cometidas se muestra de manera entrañable y no falto de cierta moral y gran carisma, persona que por su fortuna se cree capaz de condicionar la moral y poner en tela de juicio la vida honrada y honesta de los demás, alguien que lo tiene todo o eso pensó hasta encontrarse con un hombre inquebrantable en convicciones y moral.
Llegará el tren de las 3:10, tranquilo, pero antes de subirte a sus vagones te temblaran las manos y sentirás seca tu garganta, te invadirá un silencio sepulcral, no habra palabras, solo la poesía de las balas resonando en tu cabeza...

Bienvenido al tren de las 3:10 hacia Yuma, ya puedes subir, no estarás solo.