Esta es una buena película de evasión, así de simple.

La belleza de las imágenes, los increíbles paisajes y las coreografías pugilísticas son muy bellas. Todo en la película es muy onírico.
Del argumento y las interpretaciones no esperes gran cosa, pero son más que suficientes para ver una buena sesión de cine palomitero.
Su impecable factura técnica hace que sea imprescindible verla en 3D y en un cine con un equipo de sonido muy potente, ya que los efectos visuales y de sonido harán las delicias de los amantes de lo excesivo.

Por cierto, no esperéis rigor histórico ni de ningún tipo, hay que saber a lo que se va.

Es mucho mejor que la pobre "Furia de Titanes". Además, si te gustó 300, te gustará Immortals.

Esta es una bella historia de amor contada de una forma original. Nada más. No pretende ser la panacea ni reinventar el séptimo arte. Hace uso de una fotografía espectacular para contar un cuento sobre un amor imposible. A la media hora de haberla visto ya se te ha olvidado pero su visionado es ameno y agradecido.

La verdad es que soy un fan de Darren Aronofsky, me atrapó desde que ví Réquiem por un sueño y no me ha vuelto a soltar. Lo he visto todo de él y puedo asegurar que tal vez esta sea su mejor película (rivalizando muy de cerca con Réquiem).

Cisne Negro, nada más empezar te agarra con todas sus fuerzas y no te suelta hasta el final. Te deja extasiado, agotado, sobrecogido. Es espectacular, diferente, tenebrosa y luminosa, en definitiva, es muy especial, como no podía ser de otra manera tratándose de Aronofsky. Natalie Portman hace el papel más acojonante (no encuentro otra palabla para calificarlo, de verdad) que yo he visto en mi vida.

Cuando, después de salir del cine, te vuelves a casa y te acuestas, al día siguiente te levantas pensando en que has visto una grandísima película y cada vez que la recuerdas esbozas una sonrisa sin darte ni cuenta. Es una de esas obras que dejan poso, de esas que recuerdas siempre.

Es magnífica.

En mi vida había salido así de un cine. Os juro que temblaba. He salido sudado como un pollo, nervioso, alucinado y extasiado. Os aseguro que no tiene nada que ver yo sea batería. Nadie en este mundo debería perderse esta joya llamada Whiplash. Da lo mismo que no te guste el jazz o las "big bands", da lo mismo que no te gusten las baterías y da lo mismo que el mensaje final sea espeluznante. Esta película está más allá del cine, es una experiencia que te deja electrizado. No me la quito de la cabeza ni un segundo. El final es el éxtasis más apoteósico que puedas imaginar. ¡ES ACOJONANTE!

"El Hobbit: La desolación de Smaug" es mejor que su predecesora. El guión está mejor hilvanado y hay más acción y más efectos especiales. Es una película entrañable; sales del cine con una sensación de chiquillo entusiasmado por la magia del mundo de Tolkien.
Es una peli para pasarlo como un enano, nunca mejor dicho.