Tras el para mí éxito de la primera, y fracaso de la segunda, no sabía por donde coger esta tercera entrega. Como muchas otras sagas, esta no iba a ser menos, padecen una enfermedad: "repetitivismo". Y la repetición cansa. Y más si intentas innovar de una manera no muy acertada, en mi opinión, como pasa aquí.
Buenos ratos, por momentos, pero saben a poco. Se podía haber exigido más.

Balagueró, es sin duda uno de los iluminados del cine español. Después de la obra maestra de "Rec", se agradece que siga maravillándonos con cintas como ésta. Me sobra el principio, que se hace un poco exasperante, pero queda mayoritariamente mitigado con el desarrollo y sobre todo con el final. Luis Tosar, celestial. Se esperaba todavía más.

Se supone que el objetivo de este documental es dar a conocer y causar empatía con los trabajadores de Sintel y con la injusticia y la mala situación que tuvieron que pasar.
A mí, y aunque parezca muy duro, no me ha causado ningún tipo de empatía, y que conste que yo estoy de lado de todo aquellos trabajadores que pierden su puesto injustamente (incluidos los de Sintel).
Es un documental muy mal hecho, que muestra a unos 100 barbudos faltos de higiene gritando para reclamar sus derechos, dando una imagen, en mi opinión, de gente vaga y sin ganas de trabajar. Si no sabes lo que ha sido el caso Sintel, este documental es mortal.
Un film cómico tiene como objetivo hacer reír, uno de terror hacer pasar miedo, y un documental como éste causar empatía. Si no lo consigue, ¿qué nota se merece?. ¿Qué sentido tiene ir a ver una peli cómica y pasar miedo?
Si valorase a los trabajadores de Sintel y a su forma de actuar para reclamar sus merecidos derechos, les daría un 10. Como toca valorar el documental, le doy un 1, porque no puedo dar una nota más baja.
Un saludo y todo mi apoyo a los trabajadores de Sintel.

Voy a permtirme comparar la película con la colonia de imitación, por dos motivos.
Primero, porque no huele mal, pero ya no es lo mismo. Este tipo de rodajes empiezan a ser ya un poco repetitivos. Y segundo, porque intentan vendértela fingiendo que es real, pero nadie es capaz de creérselo (y menos cuando en en situaciones críticas donde la vida corre peligro, siguen "cámara en mano").
No es para crucificar la peli, tiene algunos buenos momentos y sobresaltos, pero no se merece al aprobado. Le doy un 4.

Como la película no me ha dejado ni con ganas de escribir sobre ella, y como he leído algunas referencias que la describen a la perfección, plasmo aquí las opiniones de los expertos: "En este thriller tonto y artificioso suceden demasiadas cosas para aburrirse, pero es demasiado inverosímil para resultar emocionante" (Justin Chang: Variety) o "Pocas veces ha exhibido una película tanta discrepancia entre el realismo urbano y completa ridiculez" (Stephen Holden: The New York Times). Ambas reflejan la imposibilidad de empatizar con una historia inconcebible para el mundo real, que escoltada por unas actuaciones que no sobresalen, hacen que éste no sea precisamente un filme que no vaya a olvidar.