Gamer es una película tirando a regular con un argumento muy recurrente como es un futuro en el que la tecnología lo ocupa prácticamente todo y donde los convictos son usados para mantener entretenido al pueblo mientras se matan. Sin mucho más que rascar en el argumento, técnica y visualmente es algo caótica, las escenas en primera persona que quieren acercarnos a lo que es ser un jugador de un videojuego se mueven demasiado y muchas veces no sabes lo que estás viendo. Los protagonistas son Gerard Butler, que perfectamente podría haber pasado de esta película, y Michael C. Hall, el protagonista de Dexter que hace una actuación estrambótica y poco creíble, tal vez porque ya son ocho años viéndole en un registro y nos va a costar desencajarle de él. Para los fans de los videojuegos regular, para los del cine, mala.

Si quieres saber como una peli con buena pinta puede fallar estrepitósamente…esta es tu película. Plan de Escape tenía mimbres que hacían presagiar una peli entretenida cuanto menos, pero después de verla, la sensación es totalmente de desaprovechamiento de todo: actores, guiones y recursos. Juntar a dos tipos como Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone es una garantía para alguien de mi generación, aunque sea sólo por el respeto que se merecen sus carreras, pero me ha decepcionado mucho. La premisa es clara: un hombre que se dedica a probar la seguridad de las prisiones fugándose de ellas, es contratado para hacer un trabajo en la cárcel más segura del mundo. Lo que él no sabe es que es una trampa para deshacerse de él. Con la ayuda de otro preso, tendrá que intentar escapar de esa situación y de su alcaide maniaco (otro decepcionante Jim Caviezel). Muy flojilla, pero como ya he dicho, estos dos fuertotes merecen un visionado.

Original y magnífica película de Sam Mendes del año 1999 que constituye una crítica a la sociedad típica americana que se nos muestra en casi todas las películas que nos llegan a nuestras pantallas donde todo el mundo es feliz, hacen barbacoas los fines de semana, los hombres saben reparar coches como si fueran mecánicos de la fórmula 1 y los jóvenes disfrutan de una magnífica vida en el instituto donde no hay más preocupación que el color del vestido de graduación. Esta película es todo lo contrario, un Kevin Spacey sublime en el que para mí es su mejor papel en el cine, se rebela contra todos esos convencionalismos y somete a su familia (una genial Annette Benning y Tora Birch) a situaciones inverosímiles como encapricharse de una amiga de su hija escenificada en esa escena mítica de Mena Suvari en la bañera llena de pétalos de rosa. Un argumento muy original, con una fotografía cuidadísima y con una banda sonora muy buena. Un gran modo de pasar un par de horas: recomendadísima.

Si alguien pensaba que los debuts en el cine son complicados, es evidente que no sabe que esta película es la ópera prima de un talento majestuoso como Steven Spielberg. Corría el año 1971 y el cineasta nos acercaba a la angustiosa persecución de un camionero loco a un conductor después de un adelantamiento. No hace falta mucho más para demostrar que Hitchcock tenía sucesor. Para mí es lo más aproximado a sus películas que he visto nunca: esa angustia con la que te ves reflejado cada instante que Dennis Weaver mira por el retrovisor, ese momento de paranoia total en el restaurante o esa manera de mostrar al inmenso camión como un personaje con vida propia podrían aparecer perfectamente en un thriller del genio del suspense. Una de mis películas favoritas también por su aparente sencillez que luego no es tal y que nos ha dejado imágenes que los cinéfilos nunca podremos olvidar.

La vuelta al mundo de los vampiros de Neil Jordan después de la mítica Entrevista con el Vampiro allá por el año 1994 es esta película que nos llega después de dos años de su estreno. La peli es bastante entretenida y original, con un argumento bien construido alrededor de una madre y una hija que vagan por el mundo a través de los siglos haciendo cosas de vampiros como chupar sangre y matar gente. Visualmente es bastante buena y los personajes principales están bien interpretados por Gemma Arterton y Saoirse Ronan con la colaboración esporádica de Jonny Lee Miller. Dentro de que yo no soy ningún experto del mundo de los vampiros, esta película me parece un alarde al buen gusto vampírico y casi parece una vuelta a los antiguos filmes de este género que tantos y tan buenos resultados dio lejos de las actuales referencias de la actualidad como Crepúsculo, Vampires Academy o True Blood que suponen una vulgarización de las películas de ese tema.