Haz click aquí para copiar la URL
España España · Granada
Críticas de Garzía
<< 1 20 29 30 31 40 >>
Críticas 200
Críticas ordenadas por utilidad
7
7 de enero de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El señor Roland Emmerich propuso en 1996 una cinta de extraterrestres algo diferente a lo que nos encontramos a día de hoy en cartelera. Bien es cierto que, como en toda películas de alienígenas que se precie, la premisa es clara: la tierra es para quien más la pelee; pero en este caso añadió ciertos ingredientes que no encontrábamos anteriormente. El resultado fue un éxito en taquilla impresionante para la época, consiguiendo el récord anual.

Pero…¿es una buena película? Bueno; ante las variables respuestas que siempre se pueden dar a una pregunta así, me quedaré con la respuesta simple: si, lo es. ‘Independence Day’ es una cinta algo descerebrada y alocada; con unos extraterrestres sacados del cine de serie B y con ciertas lagunas que no pasan desapercibidas; pero es a la vez una película que proporciona una diversión y un entretenimiento más que interesante. La simpleza de su guión y la creación de esos efectos especiales tan conocidos por el ojo cinéfilo no hacen más que acrecentar esta premisa básica para cualquier tipo de cine que exista: hay que entretener.

Más allá de de su estética plagada de añoranza, un regocijo nos invade en cada minuto de su metraje gracias a la falta de pretensión por parte de la misma. No va donde no puede ir, pero nos sumerge en una viaje lleno de aventuras. Es un espectáculo audiovisual y posee a un Will Smith que hace exactamente lo que siempre se le pedirá y al que seguro echaremos de menos en la segunda entrega de una secuela que, si bien es cierto pueda parecer que sobra, algo de curiosidad si que levanta en este que firma.

Por tanto podremos tildar a ‘Independence Day’ como, y cito textualmente: “La película de serie B más grande que se haya hecho nunca, la madre de todos los dramas del día del juicio final”, pero es sin duda una cinta que disfrutarás tanto como seguramente esperes de una película; y que a pesar de su larga duración hará que no te des cuenta de que el tiempo transcurre, puesto que estarás pasándotelo tan bien como Roland Emmerich pretendía que lo hicieses.

CRÍTICA PARA MAGAZINEMA.
http://www.magazinema.es/critica-independence-day-emmerich-1996/
Garzía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
7 de enero de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Visualmente estamos ante, y digo sin temor, la película más espectacular de todo cuanto el Universo Cinematográfico de Marvel nos ha mostrado hasta hoy en día en el cine. Mayor que ‘Vengadores: La era de Ultrón’ y su amalgama de personajes; mayor que ‘Capitán América: el soldado de invierno’ por muy buena que esta sea y mayor aún que ‘Iron Man’.

‘Dr. Strange’ es un puntito más de madurez para una forma de hacer cine que ya tiene sello propio y que se entrelaza como nadie jamás ha hecho, dándonos al público una película entretenida, simpática y con un toque humorístico marca de la casa. Innovadora, grandiosa en fotografía y visualmente la más impresionante del año.

¿Todo es bueno? A ver, bien es cierto que la trama no es nada del otro mundo, puesto que la cinta intenta presentarnos al protagonista para el futuro del UCM, pero el villano de la misma puede resultarnos algo descafeinado comparándolo con el resto de las existentes. Aún así tenemos un divertido relato que nos mostrará una cara diferente de Marvel; más exótica y extraña. Más mística.

La película es un acierto total y rotundo; una muestra de la calidad del cine de Marvel y un espectáculo para los ojos de aquellos que busquen diversión visual.

CRÍTICA PARA MAGAZINEMA.
http://www.magazinema.es/critica-dr-strange-doctor-extrano-2016-scott-derrickson/
Garzía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
8 de enero de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando, en 2003 Tarantino dijo que Kill Bill iba a salir a la luz, poca gente imaginaria la estética y el propio diseño que la película iba a tener. La impresión que se podía sacar de un largometraje basado en el personaje La novia suscitaba tantas ganas para los fans de este director y del cine en general, como el placer y el deseo por parte de Tarantino de grabar una película que homenajease a todos los géneros que alguna vez le marcaron –samuráis, Spaghetti western, artes marciales…-.
La trama es bien sencilla: una mujer, la novia, que en el día del ensayo de su boda resulta atacada y dada por muerta por parte de sus antiguos compañeros del Escuadrón Asesino Víbora Letal. Al despertar, y haber perdido a su bebe a punto de nacer, decide emprender un viaje en busca de venganza.

La diferencia de esta entrega de Tarantino en el 2003 conforme a sus películas anteriores –Pulp Fiction, Reservoir Dogs, Jackie Brown- se encuentra en una manera mucho más directa y sin detalles a la hora de contar la historia. Una película concienzudamente creada y dirigida de manera maestra, esa manera de Tarantino que, por dicha época, empezó a sentar cátedra en el mundo del cine. La organización de la misma, con elementos diferenciativo del cine actual, y entrando en momentos de acción, a los que siguen descansos de trama, son un sello que no se creía del cine de dicho director, y cuya finalidad para la película de mantener la tensión y que la obligada espera de escenas únicamente de acción resulte necesario y maestro.
La película fue tildada de hueca y vacía, de no tener un sentido vigoroso. Pero la fuerza de Kill Bill: Volumen 1 reside en la magnífica interacción de imágenes y música, en un estilo único y distinto de crearla, otorgando a la misma un aura de diversión que se suele encontrar excluido de este tipo de producciones. Si, la película está vacía, y se encuentra con unos diálogos no tan cuidados como la costumbre de este director al que homenajeamos solía presentarnos. Un guion prescindible, pero ahí reside su mágico atractivo: el hecho de que la película este narrada de manera sencilla y otorgando la prioridad necesaria a esto, dando un mayor poder al resto de elementos de la misma, es una muestra de la maestría del director para atreverse con algo diferente, y crear así, algo muy diferente de lo que existía por el momento.

Los personajes no tienen una interpretación portentosa e histórica –más allá de una Uma Thurman con mucha rabia acumulada-. Sus personajes se encuentran vacíos y parecen poseer cuatro frases que tienen que saber soltar en el momento adecuado y ya está. Sin un fondo histórico, ni una relación entre el momento anterior al coma y el posterior para hilar de manera correcta el devenir de dichos personajes. Es decir, Tarantino se basa en lo que quiere, y quiere una película de venganza, que no pretende hacernos encariñar nuestro corazón con unos personajes cuyo final más seguro sea el de perder una extremidad gracias a una katana de Hattori Hanzō.

Pero la música y la imagen son otra historia. El sonido estridente y, si se aumentase su duración, seguro que verdaderamente molesto, anterior a cada escena en la que nos esperan unas coreografías maravillosas sobre lucha de katanas y muertes por doquier, es la muestra de cómo poner al espectador en alerta. Ese sonido constituye un: ¡Chicos, atentos, que ahora llega lo bueno! en toda regla. El estilo musical y su perfecta colocación en la película es uno de esos elementos que han hecho de las películas de Tarantino algo único, pues el manejo de este para ese tipo de situaciones es de manual. La imagen además de ser preciosa incluso cuando se torna de una falsedad suprema, como la nevada que encontrareis en cierto momento, refuerza la idea de una obra maestra en cuanto a dirección, pues la elección del color y los planos de cada escena están cuidados al detalle mínimo. La sangre, a merced de cierta escena en blanco y negro que, de ser en color, seria completamente roja, es otro de los elementos clave, pues su exagerada colocación y expulsión cual fuente de parque público en agosto nos hace ver a un Tarantino divertido, y que pretendía lo mismo para con nosotros.

En definitiva, Kill Bill: Volumen 1 constituye la primera entrega de las dos que hay hasta el momento sobre la chica que busca venganza en un traje amarillo que, a pesar de lo que se pueda decir sobre historia, trama, interpretación o más detalles, resulta de exquisito disfrute para los amantes de este. Es un cine nuevo y renovado, con una estética diferente e innovadora para el público, en la cual la diversión y el disfrute de su aire a videojuego y su estilo de cine tan personal, hacen de la película una gozada atendiendo a la libertad que Tarantino dicta una y otra vez.

Y si con Jackie Brown aseguró que iba a hacer lo que le diese la gana, con Kill Bill: Volumen 1 obsequio a la industria con una frase contundente: Vosotros dejadme la pasta, un poco de tiempo y libertad, y yo hare que ganéis unos puñados de dólares.

Crítica para MagaZinema / @MagaZinema _
Garzía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
9 de diciembre de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El planeta de los simios como aventura en el cine nació en 1968, cuando Franklin J. Schaffner cogió la novela de Pierre Boulle y la convirtió en una producción de casi dos horas, con Charlton Heston al mando.
Desde ese instante, y pasando por copias y remakes, y por traducciones libres de directores en todo el mundo que atraviesan desde una serie japonesa hasta una puesta en escena de Tim Burton, llegamos a la idea de encerrar todo ello en el mismo saco, guardarlo, y contar como comenzó todo, pero cuarenta y tres años después. Como fue el origen de la supremacía primate.
La posibilidad de contar esto le llega a Rupert Wyatt, que desde el 2008 y su película ‘The Escapist‘ no se había sentado en la silla de director. Y asi surge su posibilidad de darle una vuelta de tuerca y contar el comienzo de una historia que ha propiciado sagas por doquier. El origen, centrado en un científico que busca una cura para el Alzheimer que sufre su padre y en cuyo laboratorio se encuentran con simios para experimentar; adopta en su casa a uno de ellos, que está teniendo verdaderos progresos y una evolución en su inteligencia inusual y sorprendente.

La trama de la cinta se enmarca en forma de precuela, fortalecida por un guion que corre a cargo de Rick Jaffa y Amanda Silver. Por mucho que parezca algo natural y sencillo, hay que cuidar detalles que no deben escaparse para salvaguardar el futuro de una historia que ha sido contada en multitud de ocasiones en la gran y pequeña pantalla; por lo que el trabajo de ambos se torna digno de admirar de cara a la misma.

Pero el núcleo de la cinta se encuentra en dos puntos clave: el primero de ellos son los intensos efectos que acompañan a los simios a lo largo y ancho de su andadura frente a la cámara. El trabajo portentoso de estos efectos difiere la realidad y el trabajo de postproducción haciendo irrisoria la diferencia entre ambas. Y esto lleva al segundo pilar básico: Andy Serkis. Su trabajo resulta excepcional con mayúsculas, soberbio y trepidante; haciendo de las imágenes en las cuales su Cesar aparece, los mejores momentos de la cinta y los verdaderamente recordables de la misma. Ya traía experiencia en forma de primate gracias a ‘King Kong‘ (Peter Jackson, 2009), y al resto de mortales ya les ofreció una muestra de su potencial para dar vida a extraños seres siendo el mismísimo Gollum del universo Tolkien en la gran pantalla; pero todas las palabras se quedan cortas para hablar de su interpretación en ‘El origen del planeta de los simios‘.
El resto de papeles corren a cargo de un James Franco que cumple correctamente su papel, como el joven científico que es, y de un John Lithgow cuyo papel como padre enfermo es creíble y doloroso. Freida Pinto aparece por que en toda producción hollywoodiense ha de haber una cierta cantidad de belleza en pantalla, pero su trascendencia no es ni mucho menos importante, y jamás pasara a la historia por la demostración de sus dotes interpretativas en esta aventura.

En definitiva, es inteligente y entretenida. Su trepidante ritmo encuentra un colofón final en los últimos treinta minutos de metraje, en los cuales cualquier butaca resulta incómoda. La dirección resulta óptima teniendo en cuenta la experiencia del director y la cantidad de presión que pueda atesorar el tener a muchos nombres detrás deseando haberla realizado, y el trabajo de postproducción de la misma es fascinante y deja sin adjetivos.

No es la primera vez que los simios inundan la pantalla para poner un puño sobre la mesa y pedir su lugar, pero es una grata manera de explicar cómo surgió todo, y una auténtica sorpresa. Y más aun teniendo en cuenta lo que las precuelas llegadas desde Hollywood nos suelen dejar…

Crítica para MagaZinema / @MagaZinema _
Garzía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
30 de octubre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Meritxell A. Valls crea algo intensamente bello y emotivo con ‘Eco’. El cortometraje nos presenta una mezcla de sensaciones que nos hacen ir navegando perfectamente por el océano que es su historia, para ir poquito a poco entrando en el aura con tintes mágicos que contiene. ‘Eco’ nos presenta a Maya, quien está practicando su deporte favorito, el baloncesto, mientras ve como en la grada sus padres no paran de chillar y discutir. Tras un golpe de una compañera y caer al suelo, encuentra en el absoluto silencio una forma inmensa para poder modificar su realidad a lo que ella desea.

Es justo en ese ambiente donde la magia de ‘Eco’ empieza. Ese estilo narrativo con el que nos cuenta la historia es un protagonista más que nos hace entrever como se va desarrollando el nudo de la historia tan perfectamente creada e hilada, con una originalidad bárbara y un manejo del tempo y los aspectos no terrenales maravillosos. El tema del uso del silencio es algo más que llamativo desde fuera: es complicado crear sin un absoluto ruido, pero esas escenas en las que ese silencio se convierte en el principal protagonista y punto cumbre de ‘Eco’ encontramos una razón más para aplaudir y disfrutar de lo que estamos obteniendo en la sucesión de escenas que estamos teniendo en la pantalla. Y no es un cortometraje sencillo de entender a priori, pero el trabajo de montaje hace que todo vaya teniendo sentido y se nos vaya mostrando frente a nosotros desgranándose poquito a poco, otorgando al público respuestas sibilinas a la preguntas tan poderosas que va ofertando desde el comienzo.

En el plano terrenal volvemos a obtener una inmensa fuerza dentro de sus escenas, otorgando el condimento emotivo a ‘Eco’ y llevando al público a transitar por instantes que te erizan la piel y otros que llegan a enfadarte o hacerte incluso sonrojar. Inmenso y difícil trabajo, eso es así, pero llevado a cabo de una manera magnífica que satisface hasta un punto altamente plausible. Nicole Wallace es clave en lo que transmite ‘Eco’ como tal. Clave porque desde el mismo inicio donde ves su mirada, la cual atraviesa la pantalla y llega a lo más interno de ti, quedas prendado por la personalidad de su personaje y por lo que va otorgando a la historia; convirtiendo a Maya en un papel de una calidad amplísima y cuya trabajo parece haber sido sencillo, pero seguramente esto no sea así, lo que da aun más elogios al resultado del mismo. La elección de papel principal es un acierto, así como el resto de intérpretes que aparecen junto a ella cuyo papel, a pesar de ser de menor intensidad o importancia, resultan realizados de una manera más que notable.

En definitiva, ‘Eco’ es precioso, lo cual quizás sea algo importantísimo a la que muchas veces no se le da el valor que realmente tiene. Lo que nos cuenta y sus enseñanzas añaden más y más motivos para que el ejercicio final sea un resultado lleno de detalles a desgranar que, como si de una obra pictórica se tratase, va utilizando pincelada a pincelada para que el cuadro final resulte de una calidad bellísima. Uno de los cortometrajes más impactantes que puedas imaginar.

Crítica para MagaZinema
https://www.magazinema.es/
Garzía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 20 29 30 31 40 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow