No pretendo figurar de Freud, pero el trato del personaje de Ben (Will Smith), frente a su profunda agonía y remordimiento es muy destacada. Es una mirada inteligente al fantasma interno de la desesperación, un vistazo a lo que denominamos conciencia con un sabor dramático que vale la pena observarse. Las actuaciones, aunque abrumadoramente cortas, de Harrelson y de Núñez, son de consideración. Una pequeña aventura al alma y al corazón de quien pierde la esperanza y lo agobia la culpa. Recomendada

La historia no ayuda demasiado, sin embargo, me encantó y de manera destacada, la actuación de Washington, en ciertas escenas, Denzel convence y no superficialmente, sus gestos, en especial el de la ansiedad con sus labios inquietos que denotan un lenguaje en si mismo, es decir, sabes cuando la ansiedad lo consume.

Hay argumentos que no dicen mayor cosa, pero hay actuaciones que deciden una película, esta es un buen ejemplo.

Dos de los mejores, sin duda: Nicholson y Freeman. Si no fuera por ellos no habría nada, pero nada que ver... Guión soso y poco real, ausencia de una historia sólida. Ellos con su capacidad histriónica entretienen, pero a pesar de una fotografía hermosa, no impacta.

Ver El Chico es sin duda para cualquier mortal, una experiencia religiosa, casi sacramental, su humanidad profunda se introduce en cada fibra, Debo decir haciendo uso de la poesía, que sus expresiones, tanto de los actores ARTISTAS y sus bien dibujados cuadros, nos susurran al oído un argumento hermoso, audible a pesar de de ser una película muda, que nos habla del amor... ese es, para mí, el argumento del film. Chaplin es un hito, su desbordante capacidad artística es sencillamente inverosímil, cuando te contextualizas con la época y las circunstancias técnicas limitadas de Chaplin, con mayor renuencia observas producciones tan paupérrimas actuales. Chaplin inventó desde los efectos especiales, hasta el primer plano... Genio y figura, donde estés: Gracias por pasar por aquí, regalarnos tu talento.

Hay que verla de cuando en cuando, contemplar su realismo y darnos cuenta que el drama es real y continúa. Aún hay 'kids' por las calles, 'vagabundos' de un corazón enorme e injusticia. Algún día querido Charlot, tu denuncia será atendida y entenderemos que el amor salvará nuestras vidas.

Spielberg logra de manera magistral, un acercamiento a la barbarie nazi durante la Guerra, cada fotograma nos evoca una intachable fotografía de época, que toca fibras profundas de humanidad. Las actuaciones memorables y prodigiosas de Ralph Fiennes y Ben Kingsley, la muy destacada la de Liam Neeson, complementan una narrativa sólida, direccionada desde la vida y obra de Schindler, pero que ciertamente nos sumerge en uno de los momentos históricos más lúgubres de la humanidad. La musicalización y el vestuario destacan pero el guión es para leerlo sin imágenes, justo, descriptivo y real. Un hito del cine sin duda, una referencia obligada a la cinematografía del siglo XX y una sinfonía que perdurará en el legado de Spielberg como un acierto.