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España España · san sebastian
Críticas de Izeta
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Críticas 1.404
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
8 de abril de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mi Zhang Yimou siempre me ha parecido un director bastante interesante (en las pocas que he visto de él) y muy accesible a nuestros ojos occidentales.
Una oportunidad para nosotros de asomarnos a un mundo bastante hermético y desconocido, a una cultura tradicional y milenaria que poco tiene que ver con la nuestra y es por eso que sus historias siempre tienen un punto de atracción para mi.
Ahora bien siento decir que esta película no ha conseguido impresionarme así y que a pesar de sus indudables intenciones críticas y dramáticas, toda ella me ha parecido un gran artificio inconsistente, con algunos golpes de efecto colocados estratégicamente aquí y allá pero muy escasa entidad en sí misma.
La película es un relato de la vida de una familia china que discurre desde los años 40 a los 70. En ese periodo el país va a vivir profundos cambios, la Guerra Civil y el advenimiento del comunismo y el nuevo orden. En ese contexto, la familia tratará de sobrevivir como pueda.

En favor de la película hay que decir que estuvo prohibida en China y que su equipo fue represaliado por mostrar una cara muy poco amable del sistema. Eso en sí misma ya supone una recomendación, rara vez tenemos la oportunidad de contemplar una denuncia desde dentro.
Pero, la verdad, a nosotros nos va a saber a muy poco, ya que se nota que el director intenta hacer filigranas, apunta mucho pero no termina de disparar, el guion se muestra evasivo, ambiguo, ya sabemos que debía ser dificilísimo hablar de ciertas cosas pero, así las cosas, la denuncia se le ha quedado casi como en una mera regañina de colegas.
Porque, ¿en qué falla este director a mi entender?. En el relato íntimo de la historia, en la construcción de los personajes y el desconocimiento que tenemos de sus comportamientos y motivaciones que nos impide acceder a sus sentimientos y por lo tanto, nos dejan fuera.
Toda, absolutamente toda la información nos es explicada a través de lo que ellos dicen de sí mismos y sus actos devienen mecánicos, acordes a lo que se prefigura que el relato ha construido. De vez en cuando, el director planta una desgracia familiar, una situación altamente dramática que se supone que nos tiene que hacer temblar pero eso es imposible si los espectadores no estamos situados dentro de ellos. A eso se le llama efectismo y luego, vuelta a la distancia y a la insipidez, a la absoluta conciencia de estar fuera de allí.
No es una mala película, porque no lo es, la he seguido con interés y curiosidad pero, francamente, esperaba algo mejor dado su director y la nota tan alta que obtiene aquí. Dudo mucho que se despierte en mi algún interés por volver a verla algún día.
Izeta
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8
6 de abril de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una hora en blanco es lo que no vais a pasar si os acercáis a esta estupenda película, juego, retruécano, paradoja irónica, travesura abogadil. Giros y revueltas. Los abogados también lloran. Yo acuso, tú acusas, nosotros acusamos y desmontamos las coartadas.
Basada en una obra teatral, la cinta presenta un juego ingeniosísimo al que, si bien hay que disculparle cierta ausencia de disimulo al apelar en exceso a la casualidad, debemos reconocer igualmente que la trama está montada al detalle, es retorcida pero eficaz, dedíquense a buscarle los puntos débiles y se encontrarán con que se pierden hora y media escasa de franca diversión.

Alguien parece estar gastando una broma macabra en esta matrioshka que destapa incidentes a cual más sospechosos. Todo es correlativo y todos se van a ir viendo afectados. Incluidos nosotros, los espectadores, que habremos de seguir la veloz trama cuando alcance velocidad de crucero, entre atónitos y divertidos.

Una película realizada con altos valores de producción, debe mucho a los estupendos actores, que le aportan un plus de delicadeza y elegancia.
Loretta Young (más hermosa que nunca) y Franchot Tone, en sus respectivos papeles de lady y lord Dearden. Roland Young como amigo de la familia será el artífice del mejor giro del guion, el que nos va a poner las orejas tiesas, una vuelta de tuerca ingeniosísima que nos hará ya imposible distraer nuestra atención.
Henry Daniell, Lewis Stone, Robert Greig...Un largo desfile de grandes profesionales y Sam Wood en la dirección manejándolo todo hábilmente y con precisión. Intriga, crimen, humor, romance y sorpresas. Un guion maquiavélico gozoso y entretenidísimo. !Pero qué pena me da que estas películas permanezcan tan sepultadas!.
Izeta
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8
4 de abril de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lucille Ball, William Holden, a puntito estaban de consolidarse como las grandes estrellas que resultaron ser y venían de realizar obras menores preparatorias.
Y aquí podríamos decir que en sus respectivos papeles se encuentran ya las características más importantes que definirían a sus personajes de una vez y para siempre.
Ella, la mujer torpe, despistada, llena de buenas intenciones pero un poco gafe e inoportuna.
Él, cínico, inteligente, astuto y ventajista pero en el fondo, fondo, fondo...,de buen corazón.
Y no ha sido ninguna sorpresa para mí encontrar que uno de los firmantes del guion es Frank Tashlin, que contribuyó con su genio de cartoons en muchos de los trabajos de ese otro gran cómico que fue Jerry Lewis.
De hecho esta película abre con una secuencia de Ball enfrentándose a una máquina de escribir que bien podría suponer el antecedente del famoso gag que Lewis inmortalizó años después en su hilarante "Lío en los grandes almacenes".
Pero volviendo a la película, el argumento no deja de tener su miga:
William Holden, agente inmobiliario, se presenta en una escuela de secretariado con ánimo de contratar a una de ellas.
No sabremos muy bien si este tipo es muy tonto o demasiado listo porque la elegida para el puesto resulta ser la más inepta y torpe de todas las aspirantes. Ni el profesor ni la propia elegida (Ball) consiguen creer en tamaña lotería.
Pero no tardaremos en comprobar por qué.
El honrado y diligente promotor inmobiliario quiere una estúpida en su cargo ya que su agencia no es más que una fachada para ocultar su verdadero negocio de correduría de apuestas y confía en que esa negada no se dé cuenta de nada y se limite a despachar a los posibles clientes despistados que acudan a su local en busca de un apartamento.
Desgraciadamente para él y sus socios (Frank McHugh y James Gleason), la chiquita no tendrá muchas habilidades pero es de lo más voluntariosa y llena de conciencia social.
Son los años posteriores a la guerra y la demanda de vivienda módica está por las nubes con miles de jóvenes parejas tratando de construir un hogar para formar una familia. (De hecho, toda la trama, recuerda muchísimo a lo que vivimos no hace tantos años cuando la burbuja inmobiliaria aquí en España).
Holden considerará que no ha sido un buen fichaje cuando comience a ver resultados no deseados en un negocio que no debería prosperar y tomará cartas en el asunto. Y es que Ball, para ser tan torpe, es una auténtica metete.

La comedia juega a diferentes niveles con diversos tipos de humor.
A Ball se le reserva la comedia física, es una auténtica hacha y nos va a proporcionar algunos momentos descacharrantes que nos va a hacer comprender la gran cómica que llegó a ser pero también nos va a deleitar con su lenguaje mordaz, sus duelos con Holden y con su rival Carter, resultan ágiles, afilados y descarados. Compone un personaje mitad inocente mitad resabiado, que es digno de ver.
Holden le da réplica y se sostiene muy bien ante ella. Uno de los gags que los enfrenta hacia el final de la película me ha hecho reír como hacía tiempo que no lo hacía.
Y qué vamos a decir de Gleason y McHugh. Dos secundarios perfectamente adecuados para sus respectivos papeles. Los compinches ideales en este entuerto de estafas y engaños.
Janis Carter, por su parte, juega bien su papel de loba. Si en otras películas suele ser la secretaria la que interpreta ese rol, aquí es imposible porque a Ball no la podemos pintar de come hombres. Así que los guionistas resuelven bien esa cuestión. Carter interpretará a la antigua amante de Holden ávida por recuperar a su ex amante a cualquier precio y bajo cualquier artimaña...
En fin. Una magnífica comedia pre-estrellato para sus magníficos intérpretes. Cualquier admirador de cualquiera de sus figuras estarán encantados de tropezar con este film. Pasen y vean señores. Pero, por favor, !no compren un piso sobre plano sin haber obtenido antes todas las garantías!. Que aquí el que no corre vuela.
Izeta
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8
3 de abril de 2024
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Los amantes del terror gótico se encuentran de enhorabuena con esta cinta olvidada-perdida que no fue rescatada sino hasta hace muy poco.
Adaptada de un relato corto de Pushkin con todo el mimo y cuidado de que son capaces los británicos en los melodramas de época- ya saben, esa atención meticulosa por el detalle y ese exquisito cuidado en la recreación de la atmósfera- casi podríamos sostener que en la escenificación se encuentra el 70% del valor del film aunque no podemos olvidarnos ni dejar de lado tampoco, el corazón de la inquietante historia de fantasmas, del descenso a los infiernos del hombre en su sed de ambición y codicia, en otra fascinante y atrayente recreación más de venta del alma al diablo.
Ambientada en el corazón del San Petersburgo de inicios del XIX. La ciudad de los inviernos eternos, la de la más despótica aristocracia y la de las desigualdades más marcadas, un plebeyo capitán del ejército se codea con los aristocráticos oficiales que han comprado su cargo, cuyas vidas discurren entre los excesos del alcohol, mesas de juego en las que se intercambian fortunas y entregas desenfrenadas a la lujuria de las prostitutas que les acompañan.
El capitán (Anton Walbrock) les acompaña en silencio pero no participa del desenfreno. Su situación en la vida no le permite entregarse a ello y se limita a observar a sus compañeros con una mezcla extraña que podría oscilar entre la envidia y el desprecio. Resulta ser un gran admirador de Napoleón al que considera un hombre que ha ascendido al poder gracias a sus propios méritos y, en realidad, se cree mejor que sus compañeros, seres viles enchufados, parásitos de la sociedad...Un resentimiento enorme comienza a crecer dentro de sí.
El orgullo, la ambición, la envidia, la codicia y una ira mal reprimida forman un cóctel explosivo dentro de él que envenenará su alma.

La película tiene un comienzo prolijo. El director se toma su tiempo en introducirnos en la historia, mostrarnos la situación y los personajes y sumergirnos en ese ambiente espléndido y sórdido a la vez. Demuestra una maestría fuera de toda duda al recrear el paisaje, los decorados, la caracterización de los personajes, la simbología de los objetos y crear un clima de inquietud y desasosiego, tristeza y decadencia.
Luego, una vez instalados, la magia del relato se encargará de hacer el resto y de que los espectadores nos vayamos sintiendo subyugados por esta historia de horror y fantasía, magia y superstición, romanticismo exacerbado y compasiva melancolía.
Dos son los personajes que conviene destacar, a los cuales Dickinson presta más atención.
El protagonista y Edith Evans, la vieja condesa rusa, que hace una interpretación realmente memorable.
Son los personajes malditos, dueños de la narración, los instrumentos del diablo que han sucumbido ante el mal. Son los personajes más interesantes y más desarrollados, los demás son más accesorios aunque igualmente atractivos en su papel.
Si hay que buscar alguna pega yo se la pondría a la ralentización del ritmo hacia la mitad de la película. Ahí he tenido la impresión de que el relato se alarga innecesariamente, creo que a esta cinta le sobra un pelín de metraje, el cuento es corto y la cinta debiera serlo también. De hecho, en su última media hora, la película toma un impulso extraordinario, cobra vida y vigor, alcanza un clímax frenético y emocionante y esto contrasta extraordinariamente con el tono reposado y tranquilo con que se había conducido hasta entonces.

En fin. Los amantes de este tipo de películas no pueden dejarla pasar. Si pactas con el diablo asegúrate de cumplir con lo pactado. No creas que de ese tipo te vas a escaquear así como así...
Izeta
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8
31 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de confesar que me he puesto a ver esta película emitida por una de esas plataformas streaming por la curiosidad que me ha suscitado la presentación ( advertencia más bien) que hacían de ella:
- " Gary Cooper interpreta a un cowboy rudo que acaba enamorándose de una joven adinerada. Este la trata con actitudes machistas y tóxicas que representan muy bien el cine de la época".-
Ante la seriedad de tamaña advertencia que a su presentador le parecía oportuno hacer destacar por encima de las miles, millones de películas, de ayer y de hoy, de corte parecido a ésta, he decidido asumir el riesgo de verla, no sin antes tomar mis precauciones y que aconsejo que también asuman los valientes que se atrevan con ella:

ATENCIÓN:
-Este es un producto altamente tóxico que podría llegar a ser letal. Le recomendamos que visualice la cinta en pequeñas dosis, haciendo pausas cada quince minutos y alternándola con otras cintas más equilibradas y sanas como "Barbie", "Los ángeles de Charlie" o la última de Lanthimos " Pobres criaturas", para así poder contrarrestrar los posibles efectos adversos que la película pueda llegar a dejar en su frágil y maleable mente.
- Si a pesar de la advertencia, considera que con esta película, su percepción feminista de la vida y de las relaciones se va debilitando, le aconsejamos que acuda rápidamente a un maratón 24 horas de cine woke. Allí los expertos profesionales podrán asesorarle con gran criterio y guiarle en sus próximos visionados para que no cometa el mismo error.
- Si aun después de leer estas recomendaciones, persiste en ver la peli, a pelo y del tirón, le hacemos saber que no nos responsabilizamos de su lavado de cerebro y que si llega a disfrutar de la misma es porque es usted un, una, machista sin remedio y una persona muy tóxica y dañina para el bien de los demás.
CALIFICACIÓN: XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX !UUUUUUUFFFFF!
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE SEIS MESES.

Una deliciosa comedia romántica, que juega al equívoco y al engaño, a la atracción de seres opuestos y a la confrontación de clases sociales, nada nuevo bajo el sol, pero que lo hace de manera acertada, amable y divertida, jugando con ciertos estereotipos (el rudo y simple vaquero, la sofisticada y refinada dama), en la que no falta tampoco (tratándose de Cooper), cierto mensaje anticlasista de lección de humildad, sensatez y humanidad.
Con la inestimable colaboración de William Davenport en un papel delicioso y Walter Brennan, entre otros. Gary Cooper encarna al vaquero simple y sencillo (lo de rudo, machista y tóxico me encantaría que alguien me lo explicara). Merle Oberon está bellísima y sabe aportar el justo matiz que se requiere para conseguir el cariño y la simpatía del espectador a pesar del juego sucio que se trae entre manos.
Que la película es hija de su tiempo no tenemos la menor duda. Y que no oculta su condición de fábula tampoco.
De veras que no entiendo qué suspicacias crea esta historia en el ánimo del espectador y por qué ésta sí y no otras...¿Por qué no nos indignaremos de igual forma con las que apenas se realizaron ayer?.
Izeta
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