Es de esas películas, que todo el tiempo te preguntas, cuando comienza, cual es la trama, que me deja.
Me aburro, me aburro, me aburrí.
Lucrecia Martel , cuenta una historia, al estilo “Cache” de Michael Haneke, en donde nunca encuentras un hilo conductor para saber a dónde va la historia. Puede ser que a los espectadores les atraiga ver actuaciones, que muestran emociones, sentimientos y demás yerbas, pero desde el proyecto “Blair Wicht” que no me decepcionaba tanto un film.
Si algún buen cinéfilo me la explica se lo agradeceré.

Es imposible hacer una miniserie documental de tantos países y tantos años de música, pero por lo menos nos muestra el origen del rock en español y sus diferentes representantes, mesclados con los momentos históricos que se vivían en Latinoamérica.
Es cierto que no representa a toda la industria del rock, faltan grandes bandas, pero esto se debe mayormente a los derechos de las compañías y los intereses de Netflix de hacer negocios con determinadas compañías, si no, no se entiende la ausencia de grandes grupos y otros músicos que aparecen solo hablando, como también la ausencia de algunos países y también de que parámetro usaban para saber que es rock y que es música popular.
Por otro lado la presencia de Santaolalla, es demasiado protagónica y cansa un poco, porque parece que la banda que no estuvo con Santaolalla, no existió, pero sin dudas me atrevo a decir que el tipo es un genio, aunque en esta serie cansa un poco.
La serie va de menor a mayor , tiene buenas imágenes aéreas de las ciudades y buen material de archivo, y para el tercer capitulo se pone realmente entretenida, aunque después quizás, aburra un poco en el final con la chica de Aterciopelados.
Como condimento desde Argentina, pudimos conocer varias condimentos del origen de la industria del rock y bandas muy originales de Méjico y Colombia que no sabíamos de su existencia. .
Para los seguidores del rock en castellano la van a pasar bien, aunque al abarcar, tanto tiempo y regiones, se explaya muy rápido de todos los temas y te deja con las ganas de ver y conocer mas de tus bandas favoritas o de la época en que escuchabas todo el día rock.

The Driver, es una mescla de la pelicula Driver con Breacking Bad, la serie esta bien ambientada en la ciudad de Manchester. Tiene a sus protagonistas David Morrissey y su esposa Claudie Blakley haciendo buenos papeles. La serie es llevadera y tiene un buen ritmo. Muestra la andanzas de un taxista padre de familia, el cual se deja tentar por un amigo para ir a trabajar al mundo del hampa. En mi opinion le falta uno o dos capitulos para no dejar tantas cosas en el tintero y tambien para explayarse mejor en la historias que va contando. Estaba para un ocho pero le bajo a un siete por el precipitado final.

Gran comedia italiana, se parece más a entrañables personajes de programas cómicos de televisión, como el que hacia el Italo Argentino Calabro, que a una película, aunque me imagino estos personajes los debe haber sacado de un programa televisivo.
Lo tenía visto a Carlo Verdone, de las secuelas "Manuale Damore" y algunas otras comedias actuales, pero nunca lo había visto actuar de joven.
Impecable interpretación de los tres personajes, con una gesticulación digna de Jerry Lewis o Jim Carrey, mantiene al espectador nervioso todo el film, por no creer los disparates que se van sucediendo en este relato.
No deja de ser una película de los años ochentas con todo lo que técnicamente representa, pero con un poco de paciencia, se puede pasar un buen rato
Lo mejor: el personaje de la anciana
lo peor: la música, aunque es del genio Morricone

La transgresión y excentricidad de sus protagonistas no otorgan como resultado un producto divertido o de espíritu rebelde como ocurrió por ejemplo con los chicos de Trainspotting o como en las películas de los hermanos Cohen. La actriz principal femenina resulta insoportable y el joven protagonista masculino hace de estúpido con tendencia a ser un homicida perverso. Envidio a los sesudos que encontraron algo interesante de esta serie, pero por mi parte sus veinte minutos de duración se me hacían eternos. Por momentos pensé que era una historia de dibujo animado bizarro japones filmada con actores. No llegue a ver todos los capítulos porque me pareció un mayúsculo bodrio.