Película interesante aunque convencional que se deja ver con buen ritmo, pero que no ofrece nada nuevo y además es sumamente tramposa.

La historia es un thriller más de intriga donde todo apunta a una dirección, o como mucho a dos, dando multitud de pistas falsas al espectador para resolverse en un final esperpéntico, completamente inesperado y donde se narra a modo de flashback toda la trama y que cuando la analizas friamente te das cuenta que no se sostiene, un final al estilo de "Sospechosos habituales" o "El Ilusionista", pero peor llevado debido a que en esas películas el director dejaba muchas pistas sobre el desenlace de la película al espectador, convirtiendo el segundo visionado de la primera en un placer, y el de la segunda en una experiencia interesante, mientras que en esta la sensación que tienes es que te han estafado.

A pesar de este aspecto, debo admitir que la película entretiene, tiene muy buen ritmo y Halle Berry luce espectacular, por lo que no se puede considerar un bodrio y puede ser una opción recomendable para ver si no hay otra opción, ya que no es, en absoluto, una película aburrida, simplemente es excesivamente tramposa.

Supongo que no tengo mucho que añadir a lo que se ha dicho de esta película. Quizá lo más significativo que pueda decir es que es una película que gana tras su segundo visionado, y es que es posible que debido a la densidad y magnitud de la historia y la trama, en un primer contacto te pierdas y te alejes un poco, lo que sin duda perjudica la impresión que se obtiene del film.

Ahora bien, el segundo visionado es una experiencia impagable. A mí personalmente se me hizo mucho más corta la segunda vez. Recuerdas detalles, cohesionas la trama y te das cuenta que la película no sólo es un prodigio en la puesta en escena y la ambientación, sino que también es un prodigio de ritmo gracias al magnífico uso de la elipsis. Ofreciéndote una epopeya donde todo fluye con calma, pero donde es mejor no parpadear.

Las interpretaciones, como todo el mundo conoce, son simplemente excelentes. Con un Marlon Brando que se come la pantalla, carismático, no sólo creíble sino que resulta auténtico. Al Pacino borda el personaje de Michael y ninguno de los demás secundarios desentona.

En definitiva, una película maravillosa donde los defectos brillan por su práctica ausencia. Por ponerle uno, que más que un defecto es una apreciación, es que quizá hay un momento en que la evolución del personaje de Michael no resulta del todo creíble, pero aún así, creo que es más una sensación que un defecto que se le pueda achacar a esta obra mayúscula del cine.

Película de acción sin demasiado sentido. Más o menos lo que esperas encontrarte, por momentos parece que quiere emular la fórmula que le dio éxito a Guy Ritchie, pero se muestra torpe, previsible e incoherente en su intento. También carece de los diálogos de corte tarantiniano que ofrecen las películas del director inglés.

Como resultado la película se queda entre dos aguas. Entre ser una película de acción convencional que carece de espectaculares persecuciones, tiroteos y tias buenas, y entre ser una película que intenta sostenerse en su guión intrincado y su realización videoclipera en un intento de atrapar al espectador. El resultado es que no consigue llegar a los mínimos exigibles en ninguna de sus dos vertientes. Lo único que la salva, pese a sus carencias evidentes y las licencias múltiples que se toma, es que no resulta aburrida del todo, se ve sin mucho interés, llega un momento en que ni prestas atención a la película ni los personajes, más o menos sabes que va a pasar, el malo se ve a la legua, y el final, con matices, es conocido por todos, pero aún así, consigue darte una pequeña dosis de entretenimiento cuando no esperas nada más.

Además de lo ya mencionado, nada destacable, ni guión, ni interpretaciones, ni diálogos, ni historia, ni escenas de acción... nada, simplemente una película mediocre que intenta emular un fórmula a grosso modo, sin preocuparse de cuidar el producto, ni su consistencia, ni el posible interés que pueda despertar en el espectador. Como la fórmula que emula en líneas generales es efectiva, podemos decir que llega a entretener, pero nada más.

Otra serie divertidísima, de episodios breves, concisos y directos dentro de una estructura muy bien organizada que permite a través de estos breves capítulos sustentar una trama mayor, que aunque sirve de mero pretexto para esas aventurillas lo cierto es que también resulta lo suficiente interesante como para mantenerte expectante a la espera siguiente episodio.

La serie retrata de un modo dinámico y con un constante sentido del humor de trazo más bien grueso, pero fantástico, la vida y milagros de una estrella de cine emergente y los compañeros que unas veces la ayudan, otras le acompañan y otras se aprovechan de su situación. Las actuaciones resultan convincentes, destacando por encima de todos el personaje de Ari, que simplemente es un crack, y como no también se agradecen los múltiples cameos muy bien puestos de varias estrellas reales que se prestan a este juego.

Podría seguir hablando muchos más aspectos, pero realmente creo que todo es secundario, lo que realmente importa es que es una serie divertida, muy entretenida y además interesante, con un guión cuidado y tramas que aunque sean secundarias enganchan, en definitiva, una serie que para echarse unas risas es de lo mejor que hay a día de hoy.

Quién haya leído mi crítica sobre "Se ha escrito un crimen" pensará:

-"¿Pero cómo coño le da a esta un 7 si a la otra le da un 3?"

Pues muy sencillo, si el personaje interpretado por Angela Lansbury me resulta odioso, el personaje interpretado por Peter Falk me resulta sencillamente entrañable y me cae simpático, me encantan sus ticks, me encantaba saber que una vez dejaba una habitación tras aparentemente terminar de interrogar un sospechoso volvería al instante con cualquier vaguedad pendiente, disfrutaba como un enano con su humor, quizá casi tan blanco e ingenuo como el de la señora Fletcher, pero mucho más ameno, menos snob y sobre todo expresado en un tono más cercano.

Poco me importaba que el primer sospechoso fuese el culpable, poco me importaba que todo se resolviese al final con una idea feliz, a veces obvia a veces imposible, todo eso me daba igual, la serie me resultaba divertida, Colombo un personaje campechano y como digo siempre, a menos que la serie sea excepcional, la clave para que funcione es que los personajes te atrapen, y sin duda Colombo me resulta uno de los personajes más simpáticos de la historia de la televisión.