Ya desde el comienzo se ve que estamos ante una historia interesante, con un misterioso granjero, que calla más de lo que dice y unos supuestos agentes de la ley con métodos poco ortodoxos,. En la típica granja en medio de ninguna parte, trabajando noche y día, con el conflicto generacional típico entre un adolescente y un padre viudo. Tiene lo bueno de algunos westerns modernos, el realismo en actitudes y costumbres, la violencia seca, realista y desagradable, nada de tiroteos de postal. Una gran interpretación de Tim Blake Nelson, llena de matices, frente a un Stephen Dorf como el sibilino pistolero,buen western, buenos tiroteos y personajes misteriosos e ambiguos también. El western sigue vivo, larga vida al western.

Vaya por delante que Iñárritu me parece un director muy interesante, con una acusada personalidad y al que le gusta reinventarse en cada película que hace. Aunque en esta ocasión le ha podido la megalomanía y la ambición, demasiada duración, quiere contar demasiadas cosas en un corto espacio de tiempo, tocar demasiados temas y no siempre con acierto, el surrealismo chirría un poco y encima no tiene mucha gracia. También hay que reconocer que está magníficamente rodada, como es costumbre en el señor Iñárritu, sus dos protagonistas son muy buenos, Daniel Giménez Cacho se luce y Griselda Siciliani le da la réplica perfectamente. Con un poco menos de experimentación y megalomanía le hubiera salido mejor, esa es mi opinión.

Hay películas predestinadas a ser obras maestras, cómo está que nos ocupa. Un equipo ganador, Dalton Trumbo un guionista y escritor excepcional, un Kirk Douglas en su mejor época, un Rock Hudson cumplidor y una Dorothy Malone espectacular cómo mujer de rompe y rasga. Personajes muy bien caracterizados, con el porqué de sus actitudes y comportamientos muy bien explicados. El peso del pasado y de las malas decisiones tomadas, uno de esos westerns al que no le sobra ni le falta nada, la condicíon humana al desnudo, sobre todo, un Kirk Douglas en uno de los mejores papeles de su carrera (que ya es decir) Un Robert Aldrich inspirado siempre es una garantía.

Una película que a pesar de su calidad, resultó ser un fracaso comercial, lo que por otra parte no me extraña, ya que está muy adelantada a su tiempo, ya que trata temas polémicos sin ningún rubor, como la homosexualidad, el nudismo, el adulterio y la enfermedad mental, encima en un entorno tan conservador y cerrado como el ejército, los actores están sobresalientes en sus respectivos papeles, Marlon Brando por ejemplo, como el oficial recto como una vara, exogente consigo mismo y no digamos con los demás, que lucha por reprimir su homosexualidad,Liz Taylor por otra parte como su excesiva mujer, sensual, algo golfa y un auténtico espíritu libre y para acabar Brian Keith como el prototipo de macho alfa militar, casado sin embargo con una mujer de salud mental frágil y excesiva sensibilidad en un entorno como el militar. Una gran película del maestro Huston , que se atrevía con lo que le echaran.

Irregular film con algunos altibajos en su primera mitad, algunas acciones del protagonista sobre todo no me acaban de quedar claras, por ejemplo, quiere conseguir
dinero para sacar a su amigo de la cárcel y lo que más bien parece es que se quiere hacer con el control del hampa de la ciudad . También me llama la atención que después de cometer múltiples fechorias no le pasa absolutamente nada y al final por actuar en legítima defensa va y lo enchironan. A partir de ahí se vuelve más interesante la historia, las condiciones de vida de la cárcel, los múltiples intentos de fuga fallidos y la atroz experiencia a la que se ven sometidos los presos , desenterrar minas con las manos para rebajar condena,toda la soberbia y prepotencia del personaje de Belmondo desaparece tras su dura experiencia carcelaria,por cierto el personaje de la Cardinale, que hace de mujer florero, es una pena en una actriz de su categoría.