Haz click aquí para copiar la URL
República Checa República Checa · Praha
Críticas de Johan Liebhart
<< 1 2 3 4 10 13 >>
Críticas 62
Críticas ordenadas por utilidad
Los tres inventores (C)
CortometrajeAnimación
Francia1980
6,8
633
Animación
7
12 de noviembre de 2020
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya cuarenta años, Michel Ocelot se estrenaba como animador profesional con este magnífico corto de animación de recortes de papel o cut-out animation, siguiendo la estela de la pionera alemana Lotte Reiniger y del teatro de sombras. El metraje sigue a una familia de inventores en su rutina creativa por un mundo intransigente ambientado en la Edad Moderna Francesa con decorados al estilo de hermosas mantillas de encaje en blanco. Ya desde sus inicios como autor, Ocelot demuestra pericia para crear atmosferas con vida propia desde la escenografía y ambientación estética. Aspectos que cuidaría y depuraría cada vez más durante su prolongada carrera, logrando en adelante los ambientes de aura mágico y fantasía envolvente de la saga de Kirikú o de la extraordinaria Azur y Asmar.

Su historia contiene un mensaje claro y explícito contra la intolerancia a la par que representa una oda trágica a los inventores. Aquellas mentes inquietas, avanzadas a su tiempo, que perseveran en su voluntad creadora para empujar al mundo hacia el progreso. Lastimosamente, tantas veces incomprendidas y hostigadas por la religión y las élites en el poder que enardecen la hostilidad y la discriminación social ante el cambio.

Un cortometraje con más de cuatro décadas, pero que, sin duda, no ha perdido ni un ápice de su belleza ni se ha dejado atrás su mensaje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Johan Liebhart
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
9 de noviembre de 2021
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo cortometraje del siempre interesante Robert Eggers. Seis años después de su primer trabajo, todavía inaccesible, donde adaptó el relato "El corazón delator de Poe" y tras haberse curtido en el oficio, desempeñando varios roles como director artístico en variopintos cortometrajes; vuelve a la dirección para presentarnos, a golpe y porrazo, una historia de dos hermanos con una marcada diferencia de edad. El mayor arrastra al menor (como suele ocurrir) a participar en juegos y actividades arriesgadas para disgusto de la abuela con la que conviven. La historia es mínima y contiene una cadencia muy particular a pesar de la escasa duración. Sin embargo, la atención a los detalles, en especial el trabajo sutil con la mirada del hermano menor y una atmosfera muy lograda, elevan el interés del corto más allá de lo argumental.

Además, como ocurre con los grandes directores, encontramos, ya en este temprano trabajo, señas características del estilo posterior de Eggers. El trabajo riguroso del sonido que eleva y funde lo psicológico en el entorno (los latidos en el viento tras la huida del bosque), los planos generales que reducen a los personajes y su hábitat en una naturaleza casi feérica (la casa ante los imponentes árboles, los hermanos en la arboleda), el metódico encuadre de los rostros (en un inapelable «aspect ratio que te "encajona" la mirada), la dilatación de los planos en un ritmo de thriller contenido (esa tensión tácita, esa extraña inquietud latente de algo que puede ocurrir y reventarlo todo en cualquier momento) y, como no, el espléndido trabajo de fotografía a cargo de Jarin Blaschke con quién ha seguido trabajando hasta el presente (The Northman, 2022).

Sin duda, este trabajo fue un impulso para su carrera, abriéndole las puertas a un presupuesto mayor con el que realizaría su primer largometraje (The Witch) al año siguiente.
Johan Liebhart
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
15 de noviembre de 2021
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Última película de Yasujirō Ozu antes de marchar a China en septiembre de 1937, tras ser reclutado como soldado de infantería para participar en la cruenta guerra sino-japonesa. Curiosamente también la última comedia (con vis dramática) de toda su filmografía. El último remanso de paz antes de la contienda.

Si bien su inconfundible estilo acabaría de conformarse más adelante, ya encontramos en "Qué olvidó la señora?" sus claves esenciales. Esa mirada vaciada y honesta a la cotidianidad de la vida familiar, la tensa convivencia intergeneracional (en este caso entre tía y sobrina) expuesta como la tensa relación entre tradición y modernidad. El inefable plano recurso de la tetera, del jarrón, del objeto mundano que trasciende cualquier ambivalencia simbólica. La fragmentación armoniosa y elemental del espacio dentro (la casa familiar, el bar, la escuela) y fuera de campo (la obra de teatro Noh) para sugerir los cambios en el ánimo, en el carácter, en las vidas de los personajes. Cuya pluralidad de visiones y perfiles (o máscaras) se integran en un mosaico vital que se compone escena a escena. Según con quién interactúan, qué cuentan o dejan de contar y cómo lo cuentan (Tokiko marujeando con las vecinas, el profesor Komiya con Okada, Setsuko con su tío, Komiya y Tokiko, Setsuko con Okada, Okada con los niños...). Una coralidad fascinante para un argumento central que en realidad solo implica a tres personajes.

Con todo, también perdura el Ozu desenfrenado y entusiasta del período mudo, prodigándose en valiosos travellings, cuestionando el rol de la mujer japonesa (Setsuko actúa como un hombre, juega al golf, bebe por los codos y parece no sentirse siquiera mujer cuando pide consejo para tratar a "las mujeres") y con guiños cinéfilos al cine de Hollywood (el retrato de Marlene Dietrich con el que se coteja Setsuko).

Y como siempre, el gusto por el buen beber de Ozu no tiene edad en su filmografía. Rezaba "una taza de sake puede servir para abrir el espíritu a los demás". Con razón repasa varias veces la cita del Quijote (autoría de Sancho en la novela): "[...] bebo cuando tengo gana y cuando no la tengo [...]"

Así se degusta esta obra; como una buena taza de sake a la que Ozu, sin maniqueísmos ni más voluntad moralizante que la impuesta por el gobierno, nos invita a brindar, legando una escena para el recuerdo (1)

Y como decía el bueno de Sancho siguiendo con la cita:

"a un brindis de un amigo ¿qué corazón ha de haber tan de mármol, que no haga la razón?"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Johan Liebhart
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
7 de abril de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Año 1914, Chaney al igual que otra leyenda atemporal del cine mudo, Charles Chaplin, comenzaría a despuntar con papeles cada vez más protagónicos en la incipiente industria cinematográfica, aún en estado lactante.

Apenas dos años antes, se había formado el primer estudio de Hollywood en una taberna situada en la esquina de la célebre Sunset Boulevard. Algunos directores como Cecil B. De Mille o D.W Griffith, buscando libertad creativa y terrenos para producir sus películas, comenzaron a establecerse igualmente en la zona. Pues no había normas ni regulaciones que debieran seguir y las garras monopólicas de Edison no alcanzaban una zona rural como aquella.

La continua necesidad de asistentes y actores hicieron fácil la inclusión de Chaney que provenía del teatro y hacía lo mismo de actor que de tramoyista o maquillador, arte que dominaría con el tiempo. Ingresó directamente en la Universal Pictures, cuyos estudios recién se estrenaban ofreciéndole la estabilidad laboral que buscaba en pequeños papeles secundarios de antagonista.

La producción de películas al establecerse los primeros estudios en Hollywood se volvía cada vez más sistemática y eficiente para cumplir con las exigencias de un público creciente.
De esta forma y en apenas cinco años, Chaney participó en más de cien películas, muchas veces sin ser acreditado, en papeles menores o como figurante, pero a veces también como escenógrafo o asistente de dirección. En su mayoría cintas de corta duración limitadas técnica y presupuestalmente a un carrete que alternaba entre dos géneros mayoritarios: comedias y westerns.

"By The Sun Rays” la cinta que nos ocupa responde al segundo género, siendo la más antigua que se conserva de los primeros trabajos de Chaney (ya que, por desgracia, la gran mayoría de sus películas de este periodo están perdidas o no se han conservado).

En esta interpreta a un empleado de una mina de oro que se alía con unos bandidos para robar los cargamentos, pero cuyos planes se ven frustrados por un sheriff de la zona. Es una cinta típica de la época construida en su mayoría con planos generales fijos y sin continuidad. Sin embargo, ya se aprecia la expresividad magnética de Chaney pues la cinta se narra casi toda visualmente al apoyarse solo en nueve intertítulos situacionales.

Por ejemplo, en una escena muy breve donde debe robar el calendario de los envíos de oro sin que se enteren sus compañeros de trabajo. Chaney lanza miradas de reojo entre nerviosismo y odio, tocándose los labios y haciendo ademanes continuos creando una atmosfera de suspense en la escena solo a partir de su actuación. Además, el encogimiento postural que añade le da un toque siniestro al personaje que encaja con su carácter pérfido. Ciertamente, las facciones marcadas del rostro de Chaney y su mirada siniestra lo llevaron a interpretar continuamente este tipo de papeles antagonistas de villanos de toda clase. Tics, manías, gestos que copiarían hasta la saciedad otros actores hasta devenir una actuación paradigmática de los villanos clásicos.

Aunque las interpretaciones de Chaney eran buenas su carrera se estaba estancando, precisamente, por el encasillamiento de los papeles y las producciones que le ofrecía la Universal. Unas primeras experiencias ( entre 1913 y 1918) que lo llevarían a tomar una decisión arriesgada que cambiaría por completo su carrera y lo llevaría al estrellato... desvincularse de cualquier estudio para convertirse en actor freelance.

Con esta crítica doy inicio a una particular celebración de la obra del legendario actor, Lon Chaney, que se irá dilatando en el tiempo hasta componer, espero, una decalogía de críticas que repasaran algunos de los títulos más emblemáticos y no tan conocidos de la vasta filmografía de este soberano artista de la actuación.
Johan Liebhart
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
The Glass Harmonica (C)
CortometrajeAnimación
Unión Soviética (URSS)1968
6,6
119
Animación
7
1 de abril de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer corto vedado tras su estreno en la URSS. Según los búrocratas por lo "nocivo y macabro" de sus imágenes; condenando a su creador, Andrei Khrzhanovsky, a dos años de servicio en las fuerzas armadas.

Se trata de un cortometraje entroncado en la estética surrealista (que anticipa en un modo más barroco y demencial a la fantástica "Planeta salvaje", 1973) que, de forma satírica, critica al absurdo y desalmado sistema burocrático del régimen soviético. El arte pictórico, escultórico y cinematográfico sumados a la música atmosférica del compositor Alfred Shnitke se unen bajo el elemento de la armónica de cristal en un caótico universo de cut-out animation.

Brillante alegoría de la liberación donde la figura del artista/músico lucha contra la hipocresía de una sociedad sumida en la podredumbre económica y la corrupción moral de quienes les gobiernan. Una sociedad donde se cohíbe al individuo y se censuran las manifestaciones artísticas que no respondan a los absurdos idearios de un sistema decadente. ¡Viva el arte libre y libertario!
Johan Liebhart
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 13 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow