Este "Retorno al pasado" de hace 44 años que nos propone Garci tiene la capacidad de hacernos añorar a muchos una época que no vivimos realmente, sé que Garci lo pretendía porque se lo he escuchado y hay que felicitarle porque lo ha conseguido.

Reconozco que fui al cine con miedo porque como gran admirador de los Landa, Bódalo, Casanova, Rellán y Lorenzo de las primeras entregas temía no encontrar un reparto a la altura. Pero comprobé con gran placer que sí lo están; Santos, Muñoz y Casablanc cumplen con creces recordando pero sin caricaturizar y me llevé dos grandes sorpresas con las interpretaciones femeninas.

María Cantuel hace estupendamente de alma cómplice de Areta, recordando curiosamente sin ser el mismo personaje a la María Casanova de entregas posteriores. Sientes y te crees que Areta tiene un gusto muy definido por las mujeres y lo reconoces perfectamente en este personaje.

Y mención especial a Patricia Vico por el estupendo personaje de cine negro que borda, con esa desgana triste que luce y que me hizo recordar incluso a la inconmensurable Alida Valli de "El tercer hombre". Cuidado que ya hablamos de palabras mayores.

Entre los secundarios hay algún personaje que me flojea un poco pero por comparación con los papelones mencionados antes, por lo que considero injusto darle mayor importancia al hecho.

Dirigiendo a este reparto tan bien escogido y con diálogos tan maravillosos Garci consigue en esta obra lo mismo que consiguió en las 2 anteriores, dejarme con ganas de más al aparecer los títulos de crédito. Algo que sobre todo hoy en día es un sentimiento que tenía casi olvidado.

No le pongo un 10 porque hay cierto desarrollo del guión que me desconcierta un poco y parece que la película se cerrara con demasiada brusquedad. Quizás una "versión del director" con mayor metraje (que puede exista sólo en mi imaginación) solucionaría el problema.

Temo que por sus mil homenajes esta es la obra de despedida de Garci. Pero viendo el estupendo nivel que han exhibido los personajes principales de Areta, el moro, el abuelo, Rocky y Molly; y viendo que el malvado auténtico Bruce Willis sigue vivo, me encantaría que Garci volviera a la carga o le cediera el estoque a un director de su confianza.

Desde la navidad de 1975 de este Crack cero a la de 1981 del primer Crack hay hueco para 5 navidades más. Ahí lo dejo. Si no hay suficientes imágenes de archivo de Madrid siempre se puede recurrir a recrear el pasado en "Cerralbos del Sella".

Una última mención al magnífico cartel de Miguel Navia, una de cuyas copias termine estas navidades posiblemente en mi salón.

P.D. No sé si lo he imaginado, pero juraría que en una de las últimas imágenes de la ciudad se ve pasar un metraje recuperado con el Renault 18 conducido por Alfredo Landa. Si estoy en lo cierto es un homenaje maravilloso.

Película fiel al libro y basada en un gran actor como Viggo. Quizás abusa de dejar demasiadas cosas abiertas (como las causas de esta situación, sin animales ni árboles, siendo millones de veces más resistentes que los monos erguidos) pero esto en todo caso no es culpa de la película sino del libro, y es disculpable, no todos son Arthur C. Clarke para explicar escenarios de SciFi. Quizás sería más creíble con manadas de perros hambrientos, bandadas de buitres, etc.

Pero bueno, supongamos que nos pilla el suceso durmiendo en nuestra casa y no sabemos más. El recorrido por un mundo desolado de un padre que no piensa en su propia supervivencia (pues se siente morir) sino en la de su vástago, me parece genial. Más aún cuando por esa causa deja de ser la típica peli-videojuego de un rambito que tanto abundan. En este caso debe cuidar de su hijo, lo que le hace lento, torpe, y le obliga a actuar siempre a la defensiva.

Lo que menos me convence quizás es la actitud tan egoísta de la madre, nuevamente por falta del explicación y desarrollo de su personaje, algo tuvo que pasar para que todo el instinto maternal se lo llevara el padre.

Una película para disfrutar en silencio y metiéndote de lleno en la historia, intentando sentir lo que sienten ellos. De lo contrario nos exponemos a reacciones absurdas desde la butaca en una sala climatizada que nos impidan entender mínimamente sus reacciones. Y de esto ya hablo en el spoiler.

Seré muy escueto. Al comienzo de la película matan a dos personas equivocadas, si en su lugar hubieran acribillado a la estúpida pareja ¿¿¿cómica??? que una y otra vez rompe el ritmo de la película con gansadas ridículas de nula gracia, estaríamos ante un peliculón.

Chaplin sabía hacerlo muy bien (La quimera del oro es el mejor ejemplo de como tratar un asunto muy serio con humor), pero el guión que se le ha obligado a "ejecutar" a estos dos payasos de feria de tercera (el gorila llamado "chimpancé" es lo peor que se ha pasado por delante de una cámara) es para quitarle la licencia a sus culpables.

Joder Wilder, quiero creer que tus sentimientos personales con este tema te nublaron la mente.

¡Ah! Y al que comentaba lo del campo de rusas, efectivamente es una patraña histórica, y encima van a despiojarse tan felices, como si estuvieran haciendo cola para entrar en una discoteca.

Un consejo a Will Smith, deja a Gabriele Muccino, no es una buena compañía.

Es una película tramposa y mal hecha, comienza confusa (básicamente porque no explican nada), pero en cuanto conecta dos líneas ya te sabes el final.

En cualquier caso no merece una larga crítica. Baste indicar una escena, no es nada fundamental para el guión pero da idea del absurdo.

Pone a parir a un hombre por teléfono (en un servicio de atención al cliente) sólo para ver si es buena persona.

Ahora resulta que si das tu dinero a los pobres y te dejas la piel ayudando a la gente, pero mandas a hacer puñetas a un energúmeno que te insulta por teléfono eres mala persona.

Con esta mentalidad tan tonta es lógico que a Muccino le salgan esas películas.

Ya era hora de que pudiésemos ver en España la penúltima joya de este artista de narrar el alma humana que es Zhang Yimou.

Y si encima lo hace con su mayor musa era difícil no encontrarse ante una película que se paladea con detenimiento y placer. A veces deja el regusto salado de las lágrimas, a veces el regusto amargo del dolor o la injusticia, y en ocasiones permite disfrutar del regusto dulce de la ternura y la belleza de las pequeñas cosas.

Lo importante es que nunca empalaga, no tiene un final previsible como las películas occidentales y muestra siempre lo justo, lo indispensable para que desearas ser vecino de los protagonistas y ayudarles a reconstruir su familia aunque sea con detalles insignificantes.

Es increíble la maestría que tiene Yimou en construir personajes que a pesar de ser tan mundanos y llenos de imperfecciones se desvelan como almas puras y buenas. Y qué queréis que os diga, estos son los personajes con que me encanta cruzarme, tanto en el cine como en la vida.