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España España · Barcelona
Críticas de Martin Oaks
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Críticas 144
Críticas ordenadas por utilidad
6
22 de marzo de 2023
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La explícita polémica de esta película puede desviar la atención de su auténtico mensaje. La desnudez y sexualidad perturbadoras de estos prepubescentes ciegan al espectador menos atento al esquema que a los genitales apenas legales o el erotismo. Maladolescenza es oscura, sombría, bruta y realista, respecto al crecimiento o la incipiente madurez. Es un cruel cuento de hadas que muestra de qué forma los sueños precoces pueden tornarse pesadillas.

La belleza del entorno, los paisajes, el ambiente agreste y salvaje es el contrapunto ideal a tanta maldad, y la idea de presentar solo tres personajes parece efectiva: nadie influye en los niños, lo cual ofrece un mensaje aún más inquietante. Los muestra tal como son, nadie les obliga a hacer lo que hacen (El Señor de las Moscas).

Fabrizio parece un indigente forestal sin contacto con el resto del mundo. Laura es tímida, obedece a sus padres para llegar a su hora y, paralelamente, tolera la humillante relación tóxica que tiene con su amigo de la infancia. Es una víctima perfecta para el bullying, para la vejación. Mientras que Sylvia es un producto moralmente contaminado por la civilización: no solo se adhiere al comportamiento acosador de Fabrizio, sino que inventa formas de tortura más creativas, adquiridas en su mundo moderno. Hará lo que sea para quedarse con el chico.

Con Maladolescenza se consolida uno de los mejores análisis del abuso y la intimidación que se haya hecho en la gran pantalla. Una novedad en los años 70, ciertamente, pero que hoy en día está convirtiéndose en una pandemia global gracias a las redes sociales. Aquí se presenta el acoso de una forma pura, porque Laura necesita a Fabrizio. Está sola. No tiene más amigos. Creció con él y tolera los cambios por los que está pasando, para evitar que la rechace. Laura no huye ni evita a su vejador, cada día regresa con la esperanza de que las cosas mejoren. Tal y como eran antes. Pero no lo hacen. Y esta obediencia es la que alimenta la fuerza del acosador, haciendo crecer ese sentimiento de poder.

La sexualidad en Maladolescenza no es el resultado del amor, pero tampoco es algo forzado. Para Laura es solo la forma en que debe mostrar su lealtad y obediencia. Mientras que Sylvia, que conoce la vida real mejor que Fabrizio y Laura, hace uso de su erotismo para manipular y tomar el control del hostigamiento. Fabrizio se rinde a sus encantos y, en una mezcla de sexualidad adolescente-adulta, se inicia una avalancha dramática que conduce a la tragedia.
Martin Oaks
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8
24 de abril de 2023
18 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debora Cahn es codirectora de la mítica Homeland (2011), y muestra con ésta, su propia creación, una solvencia poco habitual para generar intrigas políticas sensacionalmente esbozadas con pinceladas sutiles de humor británico. Es una delicia poder disfrutar, una vez más, con la enorme presencia de Teri Russell tras protagonizar The Americans (2013). Pero es que, además, The Diplomat está felizmente salpicada de secundarios estupendos que consiguen mantener un ritmo narrativo adictivo, mientras que un guión estructurado milimetricamente te va empujando hacia el entusiasmo capítulo a capítulo. El cliffhanger final augura una segunda temporada aún más explosiva que esta, si cabe.
Martin Oaks
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4
5 de octubre de 2018
16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las distopías fascistas en TV se han puesto de moda gracias, entre otras, a la curiosa obra “El Cuento de la Criada”, en la que un golpe de estado acaba con la democracia en EE.UU. y se instaura un gobierno de excepción basado en la esclavitud y la sumisión. En “El Hombre en el Castillo” todo parece deslizarse por los mismos derroteros cuando nos enteramos de que la segunda Guerra Mundial la ganaron en realidad los nazis y los japos, y que ahora ambos regímenes se han repartido el mundo conquistado en dos mitades, haciendo de ellas sendos estados de excepción, dictadura y corrupción.

Vaya, parece interesante el tema que escribió Philip K. Dick, así que ¿vamos a ver la serie, cariño? Ni se te ocurra revisar este bodrio si ya has leído el libro porque, señores y señoras, miembros y miembras, esta consecución de capítulos no solo es aburrida y confusa, sino que apenas hace uso de un mínimo ritmo narrativo para explicar los distintos argumentos paralelos que se nos van presentando. Dick explicaba la situación desde la perspectiva nipona, mostrando con gran fluidez la idiosincrasia de ambos bandos y sus caracteres beligerantes. Aquí la cosa se muestra de forma transversal, pero sin talento, sin dirección, sin mala leche. Con una realización caótica apoyada con un plantel de actores de poco calado que no consiguen aportar ni el más mínimo carisma a sus personajes. Parecen todos de cartón piedra. Sí, de acuerdo, Alexa Davalos es una preciosidad aria, pero su papel o le queda grande o se lo han escrito mal, porque la pobre parece un gorrión asustado durante toda la serie. Y en general, los demás actores son tan fríos, tan planos, tan asépticos, que apenas transmiten emociones. Aunque, en realidad no todos, porque resulta que la única figura que de verdad regala algo de personalidad y profundidad es un secundario llamado Brennan Brown, que aquí hace de anticuario, y que ni siquiera aparece en el listado de Reparto de esta santa web.
Martin Oaks
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4
14 de febrero de 2022
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aburrida y monótona puesta en escena para una serie que ambiciona contar una historia supuestamente real, pero que se estanca en el reclamo. Pensé que Julia Garner podría ser el gancho que me remolcara hasta el final de la serie. Craso error. La paleta caravanera malhablada llamada Ruth en la serie Ozark (2017) resulta que solo tenía gracia justo por eso, por su verborrea injuriosa y agravante, pero por nada más. Aquí le queda demasiado grande un papel que, por cierto, está terriblemente mal escrito. En Inventing Anna no hay, por lo tanto, ninguna razón para seguir viéndola. El ritmo es tedioso, la narrativa carece de interés, y las actuaciones (salvando a la Chlumsky) apenas muestran personalidad.
Martin Oaks
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4
27 de octubre de 2017
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Su excesivo metraje no es más que la exagerada consecución de secuencias banales que, lejos de enriquecer el guión, lo perpetúan en la vaguedad argumental. El montaje pretende originalidad y cae en la confusión, mientras el reparto se mantiene a flote durante la primera mitad gracias a la eléctrica personalidad de Rosamund Pike. Cuando ésta pierde protagonismo se pierde también el poco interés y, aunque la segunda parte parece remontar, todo acaba a rebufo de un anhelo.
Martin Oaks
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