Cuando crees que una película no te puede ofrecer nada y la ves sin expectativas, pero te encuentras con un pequeño diamante del horror, que realiza su cometido, que es entretener y ofrecer sensaciones, te sientes lleno de júbilo y te vas con una buena sensación para acabar la noche.

La película comienza de forma mediocre, pero conforme avanza el suspense se va acentuando, además la atmósfera claustrofóbica y con las pertinentes escenas de acojone, junto a ese personaje cercano a Maquiavelo, pero todos elementos son unidos por los “sonidos”, la música y los elementos de sonido, que se plasman en cada una de las escenas maravillosamente para crear mayor dramatismo terrorífico y todo ello te va ganando terreno en el subconsciente y no puedes dejar de verla, esperando el resultado final aunque con el mal sabor de boca que ha acabado, que podría haber sido más larga.

Os va a sorprender, no dejéis de verla.
Gracias Paco Plaza una vez más, no creía que podría superar a Verónica, pero está casi a la par. Se puede decir que na nacido un maestro del horror.

La película no hay por dónde cogerla, todo es malo o muy malo, ni los niños se salvan, y aunque estos podrían haber dado más juego, no lo consiguen, y es que cuando el desarrollo es insufrible, las gracias son forzadas una y otra vez y los actores se lo toman a cachondeo forzando las frases o los movimientos, sólo consigue aburrir, aburrir y aburrir de tal forma que la idea que te haces es maldecir el bodrio que intentas ver y sabes que no vas a terminar de verlo. Astorga ha cavado su tumba como directora.

Vamos, que la película iba destinada a ser un producto de usar y tirar, para intentar dar las campanadas y así poder hacerse un hueco en las ventas, pero ni para eso llega, se queda como bicho malo a punto de ser aplastado.

Nos pintan un mundo frío, unos protagonistas con una misión social buscando el bienestar pero la carga es muy pesada, la esperanza, pero una madre es una madre, igual se tira de un quinto con un tirachinas asesino que se zambulle en una piscina de abejas con una red de pescar, ¡de ciencia ficción!

Es decir, si la película pierde credibilidad y aparecen 2 robots lo denominan “Ciencia Ficción”, ¡hasta aquí hemos llegado Mr. Marshall!

Personajes muy marcados y bien definidos que plasman magistralmente una época áspera y dura dónde los hombres mascaban tabaco y disparaban a las moscas por entretenerse, pero también podían ser crueles ante la inmensidad de la protección y del vasto espacio por descubrir.

La trama no es de las de tirar cohetes, común, donde la verdad se va revelando poco a poco a la vez que los personajes evolucionan, pero es suficiente para mantenerte en la butaca sin dejar que te duermas entre tiro y puñetazo.

Película animada bastante DURA, sobre todo ya que el tema que trata, la inmigración, con una vista muy personal, el del personaje principal, un refugiado afgano en su intento de alcanzar la “felicidad”, pero para ello deberá sacrificar mucho, no sólo él, sino también su familia.

Uno de los puntos más intrínsecos es el MIEDO, y es que una vez que empieza la carrera hacía la luz, la sensación está presente en cada una de las acciones, miedo ante lo desconocido, miedo autoprotectivo, miedo social, miedo en cada paso que da ya que la luz puede quemar y no es tan fácil de alcanzar.

Otro punto muy interesante, y CRUDO, es el de las mafias de personas, en busca de esa felicidad y esperanza se aprovechan y tratan a las personas como ganado, animales a los cuales exprimirlos económicamente hasta dejarlos secos, e incluso físicamente hablando.

De obligada visión, no decepciona.