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España España · Madrid
Críticas de Jab
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Críticas 132
Críticas ordenadas por utilidad
7
8 de mayo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vincent Gallo dirige e interpreta a un personaje totalmente traumatizado, a un ser humano que nunca recibió el calor del amor en su infancia y que ahora de adulto no sabe como aceptarlo. Esta es una de esas películas con una narración intensa y diferente que habitualmente salen mal, pero Buffalo ´66 es uno de esos casos opuestos en los que sale bien y la película es interesante.

Tras salir de la cárcel y con su aspecto de delincuente que caracteriza a Gallo, Billy Brown se va disolviendo como una pastilla efervescente desde su encuentro con Leyla. Leyla es la pieza clave que hará deshacerse a Billy y con esta dura disolución irá sacando su lado más oscuro hasta deshacerse de el. Durante el metraje veremos que este chico duro tan sólo es un hombrecillo solitario y asustado que deambula por el mundo escupiendo odio y claramente actuando a la defensiva en todo momento para escudarse de una realidad a la que teme. Su actitud está claramente marcada y perfectamente plasmada en la visita que le hace a sus padres: su madre maldice el día en que nació por haberse perdido la final de la Super Bowl en la que ganó Buffalo en 1966 y su padre ni le mira a la cara. Esa obsesión por Buffalo le lleva un día a apostar 10.000 pavos por Buffalo en una final de la Super Bowl y termina arruinando su vida. Pero para su suerte, secuestra con una extraña mujer que además de aguantarlo todo estoicamente, se enamora de él porque ve algo que nadie conseguiría ver en su interior. Al final cuando Billy se deshace de todo el odio y el rencor acumulados durante toda su vida consigue aceptar lo más bello de la vida que es ser amado.

La verdad que Gallo hace un papelón como hombre asustado y trastornado y el final está muy bien. Tiene una fotografía interesante y es una película bastante sencilla, intensa y compleja a la vez. El experimento salió bien y como resultado tenemos una película diferente que aporta frescura al catálogo de cine. Bravo por Gallo.
Jab
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9
17 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosa película, una pequeña joya nada pretenciosa que cala hondo en el corazón de los más adultos. Una película de esas que dejan huella, que no es una obra maestra pero que después de verla por la noche te acuestas maldiciendo haber perdido ya ese tren de la infancia, ese tren que jamás debió de descarrilar para dar paso al mundo adulto, donde todo se vuelve frío y oscuro.

Este grupo de amigos, que camina por esa vía del tren representando la infancia y que parece que nunca se va a terminar, se encuentra de bruces con el final de esta etapa de golpe en cuanto abandona la vía del tren para ver el cadáver de un chico de su edad. Ese abandono de la vía significa que han perdido ese tren, ese cadáver simboliza el fin de una era, al menos yo lo veo así y no creo que esté hecho al azar. Enfrentándose a esta dura prueba que les marcará de por vida, los niños, sin saberlo, entierran en ese mismo lugar la etapa más dulce de sus vidas.

Por otro lado, tenemos al grupo de jóvenes que van en sus coches a toda velocidad por la carretera consumiendo su tiempo rápidamente y disfrutando mucho menos del camino que los niños que caminan por las vías del tren centrándose en todo tipo de detalles como le bosque o las montañas. Representando la fugacidad de la vida una vez cumples una determinada edad en la que los años pasan volando, el autor nos presenta a este grupo de jóvenes liderados por Kiefer Sutherland en el papel de Ace.

La película es bastante sencilla en su producción y dirección ya que la mayoría del tiempo lo ocupan planos en los que los chicos caminan y mantienen diálogos que nos hacen sentir muchas cosas durante el tiempo que dura esta maravillosa historia. Bueno, a mí realmente, me rompen las pelotas.

La película ha envejecido de manera increíble, sobre todo determinadas generaciones que no conocimos la tecnología cuando éramos unos críos y nos pasábamos los días jugando en la calle con nuestros amigos, que eran incluso más importante que nuestras familias. Es genial ver como cuentan una historia ocurrida en 1959, con esa libertad que tenían los chavales para acampar en el bosque o construir una cabaña en el árbol.

Una grandísima película que habla sobre la amistad, la lealtad, los sueños y el paso del tiempo de una manera tan fina y bien hilada que parece que estés tú dentro del grupo de amigos. Si hubiese que ponerle un pero, seria la relación entre Gordie y Chris , ya que para ser chicos de 12 años entablan unas conversaciones demasiado maduras para esa edad, aunque bien respaldadas por todos los problemas familiares que sufren en sus casas y que les pueden hacer madurar antes de tiempo, sobre todo a Chris. Pero este, es un mal menos ya que sirve muy bien a su propósito como hilo conductor de los sueños y la voluntad de 2 niños que saldrán de su pequeño mundo para cumplir sus metas, uno por talento y el otro por sacrificio.

Mi nota final sería un 8, pero es una película que me rompe tanto las pelotas y evoca tantos sentimientos y recuerdos que le pondré un 9 por tener ese contenido intangible tan importante en el arte. Y si alguno de mis amigos lee esta crítica alguna vez, quiero que sepa que para lo que sea, puede contar conmigo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jab
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9
12 de diciembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica película de Yoji Yamada, que con un estilo muy japonés y teatral llegó a estar nominada para el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Muy buena producción con una bella fotografía y cuidados escenarios pero muy alejada de las superproducciones con miles de extras, siendo la mayoría de sus escenas minimalistas y de fácil lectura. Yoji Yamada encontró en el minimalismo la profundidad que deseaba para su obra, centrada básicamente en la humildad de un ser humano excepcional alejado de la falsa fachada de los samuráis del final de la era Tokugawa. La preciosa banda sonora acompaña en todo momento añadiendo una carga dramática importante a la historia y el estilo cinematográfico al más puro estilo Ozu con los toques personales de Yamada nos hace recordar los grandes films de la época dorada del cine japonés.


La historia narra la vida de Seibei, un samurái de clase baja que trabaja como burócrata y tiene que mantener su hogar. Su mujer murió tras una larga enfermedad que les endeudó, dejando a dos hijas a su cargo y también a su madre con demencia senil. A Seibei le retienen casi la mitad de su salario por la deuda contraída y tiene que hacer otros trabajos menores para sacar adelante a su familia, lo que le deja son tiempo para dedicarse a su propia persona, siendo a pesar de todo un hombre feliz que valora lo que tiene y se aleja del ego, apariencia y el nivel de vida que llevan sus compañeros samuráis.

La película es una dura crítica a los guerreros samuráis en una época de paz absoluta en la que los duelos estaban prohibidos y las guerras tan sólo tenían eco en las canciones y cuentos populares, concluyendo con la pérdida de identidad de ésta mítica clase guerrera en el fin de la Era Tokugawa. Yamada honra la humildad y reconoce con su protagonista lo importante que es saber valorar los pequeños grandes detalles de la vida, alejando a su protagonista del orgullo, el ego y la vanidad. También deja en entredicho el Bushido y la utilidad de la clase samurái al final de la Era Tokugawa, una clase que tan sólo servía para mantener un sistema feudal en el que prácticamente era imposible progresar porque desde tu nacimiento estabas condenado a vivir en una clase social.

Yamada consigue mucho con muy poco, pues sus contundentes diálogos y escenas minimalistas sirven para tejer una fuerte historia de fácil comprensión, con un personaje principal sencillo y carismático que identifica perfectamente a la clase obrera de casi cualquier lugar de nuestro mundo. Por último, alabo su lirismo visual, ya que tiene un alto contenido en simbolismo que si se sabe descifrar transforma el film en una historia con un contenido denso a pesar de que sus 123 minutos de duración pasan volando.
Jab
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8
8 de julio de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una gran película de aventuras del maestro Kurosawa. Artísticamente hace un trabajo impecable con su espectacular blanco y negro, sus maravillosos encuadres y su gran ambientación. Aunque en la portada aparezca el gran Mifune (que como siempre hace un gran papel) haciendo uno de los papeles protagonistas como el general Rukurota Makabe los capensinos Tohei y Matashici son los verdaderos protagonistas.

La fortaleza escondida es un film de aventuras con grandes dosis de humor e ironía en la que se encuentran las historias de los campesinos Tohei y Matashichi y las del general Rukurota y la princesa Akizuki. Por un lado tenemos a los campesinos, unos perdedores natos que vendieron sus casas para comprar armas e ir a por riquezas a una guerra que perdieron y cuya avaricia no parece tener fin y por otro lado Rukurota y Akizuki que viven escondidos en una fortaleza en territorio hostil esperando el momento adecuado para huir del enemigo. El destino une a estos cuatro personajes por dos motivos; cruzar la frontera para volver a casa y salvar la vida y el oro, sobre todo el oro.

Kurosawa dirige magistralmente esta aventura sobre la lucha por la supervivencia y las consecuencias de la codicia. A pesar de sus más de 2 horas de metraje la película siempre se hace liviana y nunca aburrida. En mi opinión no llega a ser una gran aventura tan épica como Los siete samuráis y no tiene un personaje tan brutal como Sanjuro. No llega a ser artísticamente como Trono de Sangre ni tiene un blanco y negro tan sublime como Yojimbo. Tampoco la moraleja alcanza cotas tan altas como en Kagemusha ni tan humanista y espectacular como RAN. Para mí no entra en el top 10 de Kurosawa y de sus películas de samuráis la colocaría como la "peor" junto a Sanjuro (que no Yojimbo), pero es que aún así es un peliculón. Reconocida por inspirar a George Lucas para hacer Star Wars pero muy poco vista y reconocida por el público salvo por ese dato de George Lucas y la verdad que es una lástima porque es una gran película. Cuando digo que está en una segunda línea de películas de Kurosawa significa que es una gran película a la que le falta algo para ser obra maestra, pero cualquier directo firmaría tener La fortaleza escondida como parte de su filo teca porque salvo algunas excepciones sería la gran obra maestra de su vida.

Mi conclusión es que es una gran película a la que le falta ese toque humanista de Kurosawa para ser una obra maestra pero que es superior a casi cualquier película de aventuras que se haya hecho.
Jab
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5
4 de junio de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A día de hoy sobran los medios pero escasean los maestros del cine. Ahora hay más presupuesto, mejores cámaras, se pueden hacer todo tipo de montajes, con la globalización el cine llega a cualquier punto del globo... pero escasea la imaginación, escasea el talento. De no haber existido la grandísima obra maestra que nos regaló Kobayashi mi crítica sería bien diferente, pero como es un remake bastante parecido a la original el factor sorpresa ya no existe.

Que sea fiel está bien y lo valoro, pero no introduce nada nuevo, la fotografía es peor, el estilo narrativo es peor, las actuaciones son peores y el final es bastante peor. Entonces, ¿qué le queda?. El nombre, que es entretenida, pero es que el listón estaba muy alto y Takashi Miike no es ni por asomo Kobayashi. Creo que el toque personal que Miike no tiene nada especial y el verse obligado a hacer algo diferente para que se llame remake y no plagio no le ayuda en absoluto.

Creo que en películas como Seppuku no pueden tener un fiel remake como este sin que la historia pese. Películas como Los Siete Samuráis fueron plagiadas hasta la extenuación siendo Los Siete Magnificos su mejor remake, pero al ser diferente ambientación e intentar algo diferente podía salir mejor parada que Hara-kiri: Muerte de un samurái. Más de medio siglo después no se ha podido mejorar ningún aspecto de su predecesora y para mí eso es todo lo que puedo decir de esta película. No está mal como curiosidad, se deja ver en todo momento pero es un arbusto al lado de un gran árbol que le hace sombra.

Mi conclusión es que se busca un lirismo visual con el color con escenarios bellamente montados, hasta la casa de un pobre es totalmente aséptica y eso le resta realismo. Se busca una moralidad al más puro estilo Miyamoto Musashi cuando ya alcanza la perfección con la espada : ¿para qué matar?. Pero también se le resta humanidad buscando esa perfección moral. Un 5 y gracias por el intento, pero te quedó muy grande el proyecto amigo Miike.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jab
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