Solemnemente mala. En el cine apenas hubo cuatro risas forzadas en una película que se suponía una comedia coral a la italiana. Es dantesco contemplar semejante reparto malgastado en esta filfa. Apenas tiene cuatro golpes que se podría suponer que tienen gracia, pero tampoco la tienen. La música podía, debería, ser buena y se queda por el camino, lo mismo que los decorados, paisajes y ambientación que no se corresponden con lo que cualquier film transalpino puede, debe, ofrecer. Es evidente que su directora aprovecha su parentesco con Luigi Comencini, porque si no no se explica su supervivencia en este negocio, mejor no hablar de arte. Se hace larguísima, en algún momento llegué a dormirme. No tiene ningún interés, ni gracia, ni nada. Y evidentemente no tiene nada que ver que sea una película de mujeres, aunque protagonizada por un hombre, y dirigida por una mujer; mi mujer vino a verla conmigo y a ella también le pareció flojísima. A evitar rigurosamente, no os dejéis engañar por el reparto.

Qué bueno eres Oliver Stone.
La película fluye como una seda. Pasa con las buenas, las demás se arrastran.
Benicio del Toro les da por el saco a todos los yanquis (y también no yanquis) en la historia, e interpretativamente no hablemos; pasa por encima de los jovenzuelos sin despeinarse y a Travolta le da una paliza soberana. Salma Hayek hace lo propio en el reparto femenino.
Terminan en un paraíso tropical los tres yanquicitos felices comiendo perdices, ¿por cuanto tiempo? El que pase hasta que los chicos se enteren de que Benicio se benefició a Ofelia.

Haciendo un chiste malísimo, mejor que este director se metiera a lo de las salsas (Hellmann's). He visto recientemente dos de él con Nicholson de por medio, que también tiene su delito, y vaya porquerías las dos. Impresentables. Cómo un gringo en los años sesenta puede realizar estos bodrios de westerns después de toda la magnificiencia que tenía en casa en los cuarenta/cincuenta. Se tenía que llamar Matao Hellman, para el caso pata. Los dos bodrios mencionados son muy parecidos; buenos actores desperdiciados, ho hay historia, no hay guión, no hay música, hay algo de escenario y lo peor son los finales, que deberían estar prohibidos o castigados finales así. Además hay fallos sorprendentes, pero para películas tan medicres no me apetece ni entrar en el apartado de spoiler. Nicholson firma el guión junto al director, supongo que después se dedicó más a la poesía, mejor para todos excepto para la poesía.