Lo que más me ha gustado de la película, aparte del excelente argumento, son los diálogos. Pocas veces he visto unos diálogos tan brillantes. Me han extasiado.
Por otra parte, las interpretaciones son perfectas, llenas de autenticidad. Al no haber estrellas todos los personajes son muy creibles.
François Ozón es un genio, ha hecho peliculas maravillosas. Además el cine francés demuestra que es uno de los mejores del mundo.
A los que están acostumbrados a las películas de Estados Unidos no les habrá gustado, porque no tiene un ritmo frenético, ni artificiosidad, ni superficialidad, ni finales felices forzados.
Totalmente recomendable. Una genialidad.

Es un documental sociológico muy curioso donde la cámara y los hechos se muestran de la forma más sencilla e imparcial. Es cine directo. Una mirada cuidadosa.
Los únicos momentos en que la cámara se mueve es al inicio de la película y al final.
Depardon lo hace casi todo. Es el director, el guionista, el director de fotografía, etc.
Lo que sucede es que todo es bastante reiterativo y monótono.
Muestra como funciona la justicia francesa. Es interesante.

Que se trate de un film mongol garantiza lo siguiente:
Al no haber estrellas la pelicula es creible.
No hay decorados y por lo tanto hay gran naturalidad.
No hay efectos especiales ni ópticos, ni espectacularidad. Hay realismo que es lo importante ya que la fotografía le une a la realidad.
No hay finales felices forzados, como acostumbran a hacer por los Usa.
El ritmo no es excesivo ni alocado. Disfrutas contemplando las imágenes y te da tiempo a pensar lo que estás viendo, cosa imposible por los parajes estadounidenses.
No es un film superficial.
Todo eso y mucho más significa que está hecha en Mongolia.

El documental se divide en dos partes. En la primera sale una entrevista a Fraga y reportajes sobre el franquismo y la transición.
En la segunda una entrevista a Carrillo y reportajes sobre el estalinismo y la lucha del P.C.E. contra el franquismo.
Aunque me atrae más Carrillo es mucho más interesante la primera parte. Explica muy bien la etapa de la transición.
La segunda parte es algo reiterativa sobre el estalinismo.
La película se hace larga. Dura casi 3 horas.

Esta es una película muy personal e innovadora.
No hay casi música ni diálogos, es de un realismo precioso. Es muy pausada, eso te permite ir reflexionando. Es decir, es todo lo contrario que el cine de Hollywood.
El guión queda un poco abierto para que los espectadores colaboren con el guionista.
Es la historia de los trabajadores de un cine que se va a pique debido a que no proyecta películas comerciales, sino de arte y ensayo. Es también un homenaje a este tipo de cines.
Los protagonistas son por una parte la taquillera, de la cual se enamora un cinéfilo y el proyeccionista.
Personajes muy bien creados e interpretados.