Tiraré de tópicos: estupenda, divertida, hilarante, llena de diálogos agudos, enternecedora... Te hace empatizar con el personaje, pensar en ese amigo que tienes, alegrarte por él, apenarte por él. El final es previsible, pero sigue gustando verlo. Altamente recomendable.

Divertidísima película rodada de manera original que en ningún momento pierde el ritmo. Con momentos delirantes y otros un poco menos graciosos y más ridículos, es increíble que sea ésta la primera película de Allen, pues en ella se refleja ya parte de su genialidad (aunque por supuesto se nota la diferencia con las posteriores y mejoradas obras).

Creo realmente que para ser justos uno no puede valorar ni ver esta película como un film cualquiera, ni siquiera como una película de terror cualquiera, sino que debe hacerlo teniendo siempre en cuenta lo que es: una parte de la saga Saw. Con eso por delante, sabemos ya que nos encontraremos ante cierta intriga, argumento enrevesado, oscuridad, la voz de Jigsaw y alguna trampa para el espectador. Pero, aun conociendo la fórmula y sabiendo lo que nos espera, esta última entrega no cumple con las expectativas que ya sus predecesoras habían dejado atrás. Se hace aburrida y confusa y nos cuenta un montón de cosas que nos sobran, porque en realidad nosotros estamos ansiosos de ver únicamente cómo salen de la trampa esas cinco personas, pues esa es la esencia de Saw que nos envolvió en la primera parte. Y, sin embargo, esa parte de la película está llena de fallos y obviedades, pues nos damos cuenta de lo que pasa mucho antes que los protagonistas.

Dos inconvenientes:
1- El protagonista es el eterno protagonista de los films de Allen, pesimista, excéntrico, neoyorkino... En definitiva es Allen en las películas de Allen, nuestro Allen, pero con otra cara. Nadie mejor que él mismo para interpretarse, como ha hecho siempre, y, sin embargo, le pasa el testigo a un Larry David que, aunque convincente, deja una sensación de imitación.
2- El guión fue escrito hace décadas y se nota. Lo que deberían ser las grandes sorpresas típicas de Allen, las locuras, ¡lo absurdo!, se queda en hechos casi cotidianos. Véase opiniones apabullantes entonces sobre la religión o el aborto, personajes sexualmente liberales y homosexuales.
Por lo demás, entretenida y divertida.

Está todo dicho: evidente metáfora política, tópicos de la ciencia ficción, acción, entretenimiento. Excelente ritmo y buenos efectos para pasar el rato. Nada del otro mundo, claro.
Fue todo un acontecimiento después de su estreno, pero personalmente no me ha impactado salvo por los efectos especiales, que, eso sí, son verdaderamente increíbles.