De esta segunda parte poca cosa nueva hay que decir que no se haya dicho de la primera, esta segunda parte sigue siendo lo mismo que cualquier segunda parte de una gran película, más de la primera con más diálogos que no van a ningún sitio, más escenas de tiburón, sangre y menos fondo.
La diferencia es que la primera tiene sello del autor y esta segunda parte es una copia falsificada.
Se pueden saltar las escenas de diálogos y no se pierde el hilo conductor, la única pena es ver a los actores de la primera haciendo algo así…

Creo que lo que más nos sorprendió a todos fue ver el tremendo cambio físico que dio el actor Bale, sin duda, un elemento fundamental de la película, es un asco repugnante, escenas que dan miedo.
Esta película es muy especial y la recuerdo de esta manera, su ambientación me producía auténtico terror, mucho más que la propia historia, la conciencia de un hombre que no le deja dormir ni vivir, esa conciencia que le persigue, una película con ese toque del surrealismo de Lynch.
La película te hipnotiza y te deja un extraño sabor de boca, incluso la tuve en mis sueños aquella noche que la vi por primera vez, sin duda, todo está muy pensado y logrado.
La ambientación es la que produce el terror, es el auténtico thriller.

Es una película que ya había visto hace años y la verdad que siempre me ha gustado esta película pero hoy al volver a verla he podido comprobar que es una película muy buena, un Almodóvar realmente bueno.

Una película con muchas cosas, como siempre fue él, con demasiados ingredientes, un hombre que tenía mucho que decir y se nota tanto en su dirección como en el guión pero Almodóvar tiene el gran talento de hacer que todo esto encaje de una buena manera.

La película es sobre todo un canto a esa sociedad femenina realmente maltratada y humillada por el hombre machista, parece una historia exagerada pero la película se adentra en los barrios obreros de Madrid, escenas impresionantes que reflejan de una manera cruda y real la realidad de esta clase social.
El enfoque que da a estos edificios es realmente sorprendente, en ciertos momentos me ha recordado al Decálogo de Kieslowski con sus bloques comunistas y la sociedad que en ellos se encierra.

Hay de todo en esta comedia amarga, Carmen Maura está genial, Chus Lampreave es la guinda de la película, sin ella no hay película, es el mejor toque.

Una abuela encerrada en un piso de Madrid y extrañando el pueblo, una mujer humillada y maltratada psicológicamente por su marido, el maltrato en la infancia, la cruda realidad de una sociedad real que sobrevive en un mundo donde parece que nada va a su favor, una sociedad sobre todo, ignorante.

La película tiene sus errores de guión que muchas veces no acaban de encajar en los guiones del manchego, ese toque alemán que le da a la historia no acaba de encajar pero sin embargo tenemos a la genial Verónica Forqué en un papel que borda y que más tarde se ampliaría en otra comedia española con Jorge Sanz.

En estas películas podemos ver a esas actrices que faltan hoy en día en sus películas, la PE ha destrozado esa gran imagen del manchego, películas muy características y con actores muy personales.

Esta comedia amarga es de lo mejor de aquellos años.

Una historia inmortal es un título realmente desconocido, una película que pertenece al gran Orson Welles, un director conocido por su gran Ciudadano Kane, una de las obras maestras del cine.
En este caso nos encontramos ante un mediometraje, una película de unos sesenta minutos, una película extraña pero con una peculiar fuerza.
Un título poco conocido dentro de su filmografía pero digno de ver por ciertos aspectos.

Como bien es de suponer, Welles tratará temas profundos dentro de su filmografía, la arrogancia del burgués, del rico y del poderoso y de su capacidad de mover a la gente como marionetas.

Welles se basa en el libro de Blixen para mostrar el triste lado de la arrogancia y de su poder, de la triste soledad que encierra al personaje que quiere hacer una leyenda realidad y demostrarse a él mismo que es capaz de conseguir lo que quiera y que es capaz de comprar a las personas, de que todas tienen un precio.

Orson Welles encarna al protagonista, le da tanta credibilidad que da hasta miedo el pensar que él era realmente así.

La película es sencilla pero encierra una historia profunda pero lo que es de destacar es la fuerza de ciertas imágenes, Welles era un maestro en saber crear un fuerza especial es sus escenas y gracias a una fotografía muy característica de él, solamente comparable e igualada a otro gran genio del cine, Kubrick.

Película interesante, irregular en ciertos momentos pero se siente el brillo del genio en algunas escenas.

No todas las películas de Bette Davis son buenas o sus interpretaciones, a veces pueden ser un poco irregulares.
Puede resultar incómodo decir que una interpretación de la diva era un poco irregular pero así podía ser si no se tenía a un buen director, y este es el caso, ella salva el papel pero no lo borda, ella podía decir mucho más y aquí es el caso de un buen guión, una gran historia pero de una mala dirección.

Lo mejor de la película es la historia, una historia que profundiza en las grandezas y carencias de la riqueza y de la pobreza, de la mierda que se puede mover en esas grandes fortunas, esa vida aristocrática, una vida solamente de fachada.

Nuestra diva será capaz de hacer cualquier cosa por poseer esa riqueza que un día le robaron, esa riqueza material que tanto envidia.
La película muestra con claridad las dos caras de la riqueza y de la pobreza sin saber que es lo hay por abajo.

La idea es muy buena, el guión es muy bueno pero está bastante mal dirigido, tiene muy malos momentos que no profundizan o que dejan atrás partes importantes de los personajes o de ciertas circunstancias que podrían ser de cierto interés para el guión.

A todo esto va unido una mala dirección de los actores, está claro que Bette Davis era una gran actriz pero está claro que también necesitaba a un gran director que la guiase, ella es buena pero hay directores que sacan lo mejor de ella.

Es una pena que este guión y con esta actriz no haya caído en otras manos porque hubiese sido genial, uno de esos clásicos inolvidables, de esta manera se ha quedado en una simple película.