Sobrevalorada. Es una alegoría bucólica, superficial, inofensiva y festiva de la figura de Wyatt Earp y su paso como sheriff de Tombstone (ciudad que, por momentos, parece Oz, un mundo de amistad, chicas guapas, romanticismo, festivales de teatro shakespeariano, canciones tradicionales yanquis de salón, partidas de póker y bailecitos patrióticos). Y yo que pensaba, que la "ciudad lápida" era salvaje, repleta de villanos, tipos sin escrúpulos y maldad fuera de la ley (que ingenuo soy).
John Ford es un prolífico director que revitalizó el western, usando la ambientación y los paisajes como elementos esenciales, al igual que la cuidada fotografía.
Pero, con excepción de "Liberty Valance", todos sus westerns son caprichosos, llenos de gazapos, caricaturescos, maniqueos y muy de derechas.
Además, en este caso, con excepción del inicio y el final, que son serios y precisos, el nudo de la película es un largo y tedioso despropósito almibarado y edulcorado (ya descrito antes).
Sin duda alguna, uno de los más imprecisos, falseados e inverosímiles acercamientos a la figura de Wyatt Earp.
Tampoco me convenció la impostada, maniquea y teatral "Duelo de titanes".
Sin duda ninguna las mejores películas que muestran mayor realismo, verosimilitud y equilibrio son el "Wyatt Earp" de Kevin Costner y, sobre todo, "Tombstone," de G. P. Cosmatos.

Muy a la francesa se nos cuenta una historia de amor lésbico entre adolescentes que responde a la adaptación de un cómic (que no he leído y que jamás leeré).
De más a menos descaradamente, innecesariamente larga (demasiado metraje para algo tan ramplón) y muy sobrevalorada.
El primer acto es el más valioso (aunque no deja de ser algo trivial, plano y hermético) y, nos relata el nacimiento de la relación, por cierto, con un erotismo descafeinado y poco bello, por no decir feo; el segundo acto es, simplemente malo, adyacente y algo incoherente y, relata la independencia de las dos chicas al cabo del tiempo y el agotamiento de la relación.
En resumen, floja película que, incomprensiblemente ganó la palma de oro en Cannes (con Spielberg de presidente del jurado, ¡chupate esa!)

Es algo insólito e ilustrador el visionado de esta espectacular comedia sobre el rodaje de una película de zombies.
Nunca pensé que me podría gustar tanto esta magnífica película.
Dividida en tres actos:
- El primero es la película de zombies en un solo plano secuencia. Brutal.
- El segundo es la planificación del rodaje. El casting, la presentación de los personajes, ensayos, producción, etc.
- El tercero es el rodaje de la película (emitida en directo). Es pura magia y resulta revelador.
Cine dentro del cine (metacine) que nos muestra la ficción cinematográfica desde distintas perspectivas a través de un guión genialmente elaborado.

¡Qué desencanto de Encanto!
Otra malograda película Disney que abusa de lo habitual en la última década de esta poderosa franquicia: "me too" (prescindiendo de personajes masculinos casi en su totalidad), temática familiar, la protagonista que debe encontrar su sitio, música constante, etc.
Es cierto que los números musicales son un homenaje a los ritmos latinos (vallenato, cumbia, merengue, salsa, bolero..., mezclados con elementos actuales de pop y música electrónica) y, que posee un gran colorido y vistosidad que reflejan la forma de vida rural colombiana, pero fuera de esto, es un verdadero sinsentido ruidoso.
Tras el primer y espectacular primer número musical, no hay sosiego, ni pausa; todo es un atronador vídeoclip continuo que avanza a un ritmo vertiginoso, desapacible y queriendo mantener el clímax al máximo (provocando el efecto contrario); el guión es insulso, repleto de clichés, pobre e insustancial con un desarrollo de los personajes nulo, maniqueo y obtuso; los tópicos son los de siempre y el mensaje simplista (la familia debe permanecer unida).
La última década de Disney es referencialmente "me too", repleta de títulos fallidos y repitiendo el esquema formal que más dinero le repercute.
Una pena tanto esfuerzo para esto.

Efectivamente jamás entenderé la nota de esta, como bien afirma Carlos Boyero, "celebérrima estupidez". Y es que, sin entrar en detalles sobre su inverosímil, incongruente y rídiculo guión, junto a un metraje insufriblemente largo (tuve que verla en tres partes debido a la duración desmedida y el sopor permanente que me provocaba), es una de las mayores decepciones de la historia del cine.
No entiendo como algo tan pueril, impostado y aburrido puede llegar a tanta gente; probablemente se nos escapan algunas cosas y detalles de este laureado film.
Por mi parte, le doy un 3 por la excelente e inolvidable música de Morricone y por el puntual y cuidado diseño de producción (que incluye el famoso duelo en el cementerio burgalés).
Muy por debajo de "Por un puñado de dólares", "Hasta que llegó su hora" y, la inferior "La muerte tenía un precio".
Una tomadura de pelo que no funciona ni como western, ni como comedia, ni como divertimento o cine de acción sencillamente.