Maravillosa historia, donde el protagonista principal no es un actor, ni una actriz, ni una ciudad, ni un paisaje, ni la naturaleza. La verdadera protagonista es la MÚSICA. Y la música con mayúsculas, no la bazofia enlatada a la que estamos acostumbrados, salvo en círculos específicos alejados de lo comercial y de la televisión.
La historia que subyace también es bonita, con un final atípico más cercano a lo real que a lo fílmico.
Se capta y muestra toda la esencia y tradición musical que se respira por toda Irlanda.
Grandes músicos y gran voz la de Hansard.

Lo único que se salva de esta película es la magistral actuación de todos los pedazo actores que la protagonizan, en especial Brad Pitt.
Por lo demás es total y absolutamente prescindible. Algún momento soprendente e incluso interesante, pero, insisto, más allá de la actuación personal de los protagonistas, poco más.

Historia sosa, en escasos momentos divertida.

Pero, sin embargo, muy divertida.

Durante toda la película no paras de decir: ¡¡Sí, noooo??!!!! u onomatopeyas similares, pero, coño, ya que nos ponemos a fantasmear, para que cortarse, a saco con ello, y esto es lo que han hecho aquí, dejar en ridículo al amigo Statham y al pesado del Cruise.
Contiene muchas escenas muy ingeniosas y divertidas de ver, sobre todo las de coches.

El cine también es esto señores, espectáculo al máximo.

P.D.: La Jolie, en fin, se me sigue atragantando.

No sé como serán las guerras, ni quiero saberlo, pero seguramente sean algo así.
Muy cruda, muy dura, muy gore, y con escenas tristemente reales.
Muy bien rodada, buen ritmo y duración justa, corta, pero para que más. Mucho más inteligente que las predecesoras (excluyendo Acorralado, por supuesto).

No es un tratado filosófico, es lo que hay.

Monumental documento a la belleza de nuestro maltratado planeta.
Brutal fotografía, técnicas de aceleración de imagen que nos permiten divisar en un momento cambios de meses y apreciar así la gran belleza de nuestros bosques, montañas, mesetas, océanos y demás ecosistemas que nos estamos empeñando en destruir.

Lo mejor de todo es que tras cada grandiosa y preciosa sucesión de imágenes y explicaciones, nos recuerdan que pronto, y si seguimos por el camino que llevamos, se acabará, y nadie más podrá volver a disfrutar de lo mismo.

A ver si de una p. vez nos damos cuenta de ello y tomamos cartas en el asunto, porque los que tenemos el poder y la responsabilidad de parar esta estupidez somos todos nosotros, los poderosos jamás lo harán. A ver si somos conscientes de que el ecologismo ya no somos unos cuantos frikis melenudos y barbudos, hoy en día no ser ecologista significa ser un auténtico y absoluto cretino que se empeña en destruir su hogar, su verdadero hogar.