Cuando leí la sinopsis de esta película, pensé que me iba a encontrar con una historia parecida a "Taken"; donde un Liam Neeson tenía que utilizar todas sus habilidades de agente secreto para rescatar a su hija adolescente, de las manos de una organización mafiosa.

En "El Último Testigo" la trama es similar, pero el agente secreto Aaron Eckhart, no se ve en la necesidad de recorrer medio mundo para rescatar a su hija, también adolescente, sino que tiene que protegerla constantemente de los malos. Y es que aunque las dos películas se parecen bastante en su planteamiento argumental, en esta última, la hija de nuestro particular agente secreto frena sin querer la acción de lo que podría haber sido un trepidante thriller, lleno de persecuciones, disparos y mamporros varios.
Tal vez sea el único pero que se le pueda poner a esta correcta filmación, ya que la historia es intrigante y los actores cumplen con su papel de manera satisfactoria. Sin embargo, la constante presencia de una adolescente corriente, que en ocasiones quiere destacar por encima de su padre; un agente secreto con sobrada experiencia, frena bastante las posibilidades de esta película de haberse convertido en una película con mejor puntuación.

Al acabar de ver ésta película no pude evitar reírme hacia adentro y vomitar hacia afuera mi rechazo más absoluto a una cinta tan mala como ésta.
Decir que es un filme de humor absurdo es quedarse corto. Y es que "Virgen y culpable a los 41" coge el humor casposo de parodias al estilo de Leslie Nielsen, añadiendo una serie de elementos extraños; sólo conocidos por el director Graig Moss, para pasarlos por la batidora y ofrecernos una papilla apestosa y vomitiva de ochenta minutos de duración, que entra por los ojos en forma de chistes sin gracia, para acabar afectando a la inteligencia del espectador, deslumbrando su mente con unos cuantos senos, para acabar machacando su estómago, con la cutrez mas casposa, regada en imágenes, por restos de vómitos y tropezones en forma de caca, pedos y pis, para las delicias de su director Graig Moss, que piensa que ésto puede gustar a alguien mas que no sea él mismo.
Y es que viendo las parodias apestosas que rueda este "director"como: "Breaking Wind" o "30 noches de actividad paranormal con el diablo adentro de la chica del dragón tatuado",su mal gusto cinematográfico está mas que justificado.

Si quieres vomitar viendo una película ésta es tu mejor opción.

Mira el spoiler por si no quedas convecido

Esta es con diferencia la peor película que he visto, no solo de zombis, que no los hay, si no en general. Porque, es que llamarlo a ésto película, es un insulto al espectador.
Aún así, debo dar mis mas sinceras felicitaciones al director y a los guionistas porque han creado un nuevo concepto en el mundo del cine zombi, y son los cutres zombis-panda, que se caracterizan por un sombreado de ojos, al mas puro estilo del oso panda. Una piel y un aspecto exterior cuidados, a pesar de llevar bajo tierra unos cuantos días, cubiertos de bichos asquerosos, pero no, para el señor Lommel, creador de ésta "obra magna del cine", deben lucir radiantes, porque el zombi de toda la vida va hecho un despojo, (que es lo que es un muerto viviente) pero no, los zombis-panda deben llevar las mejores galas, y es que claro de todos es sabido que a los zombis, la muerte les sienta muy bien. Los zombis-panda llevan también gafas de sol para que no se les reconozca (debe ser terrorífico encontrarse con uno a la luz de la luna llena) y hasta hablan. Si, han leído bien, éstos zombis cutres hablan, pero no dicen papá o mamá, no, hablan por los codos. Debe ser que el virus que les contagió les hace mas despiertos e inteligentes.
No hablemos ya del efecto rejuvenecedor que experimentan sus cuerpos. Si se quiere la inmortalidad no se fijen en los vampiros, que chupan sangre y todo eso, es mejor ser un zombi-panda, a los que les gusta comer hamburguesas.
Atrás quedaron los zombis de película que se arrastraban como almas en pena, en busca de un cerebro jugoso. Muchas veces sin brazos, otras veces arrastrándose por el suelo con las tripas fuera. No seas anticuado hombre, lo que se lleva ahora es un zombi-panda, al ritmo de Chu ru chu chu ru chu chu...

Al señor director le recomendaría que antes de hacer otra película de zombis vaya al google y en buscar ponga: ZOMBIES para saber lo que es un muerto viviente. Si no lo tiene muy claro que pinche en IMAGENES para hacerse una idea, pero por favor, documéntese un poco antes de hacer una película de zombis. Los espectadores se lo agradeceremos.

Retratos del más allá es una película que empieza como un filme de sobremesa de fin de semana, con una historia algo lenta, necesaria por otra parte, para introducirnos en la vida de los dos protagonistas, recién casados y encantados de la vida, hasta que un día, se cruza en su camino la chica de la carretera. Es entonces cuando la película parece que empieza a despertar un poco. Pero sólo un poco, porque aparte de algún susto descafeinado, la historia sigue con su desarrollo lento. No es hasta que la pareja de enamorados se trasladan a vivir a un apartamento sin vecinos de una gran ciudad de Japón, cuando la historia empieza a coger algo de forma, gracias a la presencia de Megumi Okina, que aunque su presencia, a veces parece un susto malo, recuerda mucho por su actuación al terror asiático que tan buenos resultados ha dado en películas como: "la maldición", "the ring", "seres extraños", "tokyo psycho", etc.
Algunas escenas de tensión, no lo llamaría terror del todo, están bien ejecutadas. Sin embargo, en algunos momentos, la película se queda a las puertas de lo que podría haber sido una buena cinta de terror, al estilo de la "la madlición" o "the ring". Aunque de todas formas la película se deja ver.

En el spoiler cuento algunas de las escenas de ésta película que me han hecho darle un aprobado, ya que en un principio el filme iba camino del suspenso.

Cuando me disponía a ver esta nueva versión de Desafío Total me esperaba otra cosa. Ya me he encontrado con varios remakes actuales que no han logrado superar a sus películas predecesoras (y eso que antes no había grandes efectos especiales), pero como se suele decir: lo bueno nunca deja de ser bueno por mucho tiempo que pase. Una vez mas se cumple ésta máxima y es que este nuevo Desafío Total no me convence del todo. La película hace guiños a la excelente versión antigua en alguna de sus imágenes. Sin embargo, hay cosas que no hay quien se las trague. Por ejemplo, cuando el protagonista va al trabajo, se monta todos los días en una especie de máquina sacada de un parque de atracciones y descienden a toda velocidad hacia el centro de la tierra, lo normal sería como poco sentir mareos o vomitar por tan agitado viaje, porque uno de esos artefactos lo podemos encontrar en el parque de atracciones de Madrid, y si no que se lo pregunten a Santiago Segura lo mal que lo pasó cuando en Isi-Disi (amor a lo bestia) se sube en esa atracción para impresionar a su novia pija.
Hay cachos copiados de otras películas como por ejemplo la persecución por la carretera que parece sacada de la película "la isla".La historia del protagonista es confusa y en general me parece una película un poco floja para lo que debería ser una versión de desafío total propia del siglo XXI.
Si me dan a elegir prefiero mil veces la versión antigua y no digamos ya la impresionante banda sonora que hasta canal + la utiliza como música de fondo de sus retransmisiones de fútbol.