Obvia película de comedia que no aporta absolutamente nada nuevo, aunque reconozco que haya escenas que me han hecho reír. La película es un disparate absurdo sin sentido, una especie de parodia al mundo de la moda, protagonizada por el dúo de Noche en el museo al estilo "comedia para niños".
La música de los 80, los cameos, y las 2 o 3 escenas divertidas de la película no son capaces de salvarla de la moda actual, es decir, de la tendencia a hacer comedias idiotas.

Está claro que al protagonista de Algo pasa con Mary (para mí, su mejor papel) le queda mucho por aprender como director, pues sus otros intentos no parecen tampoco demasiado buenos. Aunque la verdad, podría haber sido peor.
Una pena, porque el mundo de la moda da mucho más de sí como para hacer una sátira tan tonta. No puedo evitar compararla con otra película horrenda: Bruno, aunque esta última (sin tratar de lo mismo) era mucho más original e incipiente.

Pocas veces en el cine tengo la ocasión de salir de la sala sin sentir el peso de la estafa sobre mi cuello. Me he sentido libre de la humillación que normalmente me esclaviza y me impide volver a casa de buen humor. Spielberg y Lincoln, me han liberado.
¡Qué peliculón!
- reparto: soberbio sin excepción (el Oscar cae seguro).
- música: fabulosa, aún sin abusar de la genialidad creativa de Williams, pues las melodías son una mezcla perfecta entre melancolía, esperanza y folclore americano.
- ambientación perfecta.
- diálogos: buenísimos. Sin recurrir a las frases grandilocuentes y predecibles, los diálogos desembocan en conversaciones brillantes.
- trama: apasionante. A quién no le interese la historia le resultará aburrida, pero narra con todo detalla las estrategias e intrigas políticas.
Llevaba tiempo sin que Spielberg me concediera una sorpresa, pues me temía un bochornoso sermón, pero me he topado con una delicada recreación de la historia sin aborrecerla con los tópicos sobre los valores americanos.
... En fin, mi nota: notable. Quizás entre 8 y 7 porque tal vez su duración se prolongue más de lo necesario, pero a mí personalmente me ha gustado mucho, y por ello le concedo el 8.

La autenticidad de la película es inversamente proporcional a la memoria recuperada por el protagonista, es decir, que cuanta más identidad recupera Martin, más identidad pierde la película, osea, película decadente.

Tiene un comienzo muy prometedor (pese a la falta de originalidad), serio y envolvente. La primera hora de película es muy intrigante. Pero el guión no es capaz de ofrecer una salida más inteligente y desconcertante para explicar los hechos, y es que el tema de la amnesia ya está bastante exprimido en el cine y se tiende al final rápido y sin identidad.

Mi nota, cinco estrellas por:
- reparto: buenísimo (Liam me parece un pedazo de actor, al igual que Bruno) (excepto por los malos de la peli)
- BSO
- ambientación
- dirección
- me ha gustado
No la puntúo más por el desenlace (predecible y aburrido) y por algunos errores (spoiler)