La ví hace tres días y no me puedo quitar de la cabeza la genialidad de esta película. Es de lo mejorcito que se puede ver últimamente en cine independiente. Es una historia desgarradora, triste (y a mi me gustan así). Además podemos disfrutar por fin de un papel serio para Jennifer Aniston, un papel de verdad en el cine, y un Jake Gyllenhaal que empezaba a destacarse por esa época, nos hace un gran regalo: una actuación impecable. Los secundarios también son muy buenos. La fotografía refleja a cada momento la tristeza que sienten los personajes. Sin duda estamos ante una pequeña gran película.