Película recomendable para todos los amantes del cine negro. Lo mejor: la interpretación de Paul Newman y el papel secundario de Lauren Bacall. En mi opinión, el planteamiento inicial es magistral pero, poco a poco, la película se va diluyendo.
Una trama demasiado complicada y en muchos aspectos "cogida con alfileres" nos llevan a un desenlace un poco forzado que recuerda a los finales de James Bond. A pesar de todo, Paul Newman consigue que la película sea más que entretenida y tiene el morbo añadido de verlo en el Porsche en el que se mató James Dean (o un modelo muy similar).

A pesar de ser una opera prima y haberse rodado en 1999, considero que estamos ante un clásico. Una película que cualquier amante del cine debe ver, al menos una vez. American Beauty es la crónica de una muerte anunciada y un golpe al sueño americano. Un guión sublime y buenas interpretaciones, consiguen atrapar al espectador desde el primer momento, El resto, es mérito del director que logra un ritmo perfecto y algunas secuencias imposibles de olvidar. Además de todo esto, que no es poco, la película está cargada de mensajes: una severa crítica no sólo al "american way of life"sino a toda una generación a nivel mundial demasiado preocupada por el éxito y por satisfacer su ego, intolerante, despiadada y absolutamente incapaz de comunicar con el resto de las personas.
Cada vez que la veo cruzo los dedos y deseo un mejor final para Kevin Spacey...Parece que, por una u otra razón, nadie puede escapar del sistema.

Los que estamos esperando que Ridley Scott nos ofrezca algún día otra película a la altura de Alien o de Blade Runner, tendremos que seguir esperando. La película se puede dividir en dos partes: una primera, francamente interesante desde muchos puntos de vista y una segunda, que nos da la sensación de que el director no ha sabido cómo rematar la película.
Scott plantea un viaje intergaláctico que atrapa al espectador desde el minuto 1 y nos deleita con unas imágenes del espacio y del interior de la nave a la altura de las mejores películas del género. Por desgracia, esta vez, le falta inspiración para rematar la faena y convertir en una película de culto un guión que flojea un poco. El resultado de todo esto, es una película que se puede ver, que puede gustar en muchos aspectos pero a la que, sin duda, le falta algo.

Sin duda una de las mejores películas del cine británico -y europeo- de la década de los noventa. La escasa experiencia de su director no le impidió hacer una película propia de un director maduro. Lock and Stock se puede considerar una Pulp Fiction a la europea. Esta original película se basa en cuatro pilares fundamentales: un impresionante ritmo, un buen guión, su originalidad y una increíble banda sonora. Este cocktail explosivo y el buen hacer de los actores (por aquel entonces mucho menos conocidos), consiguen atrapar y sorprender al espectador de principio a fin.

Visión parcial aunque, en algunos puntos certera, de la vida del gran maestro del suspense. Lo más interesante de la película es, precisamente, que versa sobre la vida de Hitchcock. A pesar de todo, las magníficas interpretaciones de Anthony Hopkins y Hellen Mirren dan credibilidad a la obra. Sin duda, resulta interesante para todos los fans del director inglés, pero se podría haber hecho algo más. Lo mejor de la película: el tratamiento de los caprichos y excentricidades del genio y de sus constantes deseos de controlar a sus actrices.