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España España · Valladolid
Críticas de BGIL77
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Críticas 18
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
10
24 de junio de 2007
71 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
"¡Golpea las teclas, por el amor de Dios!"

Una historia de literatura, de superación, de desesperación y sobre todo, de amistad. A través de la relación de un joven negro y de un viejo escritor huraño (por cierto, basado en la figura de J.D. Salinger, quien tan sólo publicó una novela en su vida, "El guardián entre el centeno") somos testigos de la historia de uno de los personajes, desde mi punto de vista, más maravillosos de los últimos años.

Una deliciosa fábula acerca del temor que nos inunda a todos respecto a mostrarnos ante los demás, que tiene su máximo exponente en un genial Sean Connery en el papel de William Forrester, que jamás habla con nadie ni sale de su apartamente. Un juego de chiquillos y un poco de azar (¡vaya, si parece salido de la cabeza de Paul Auster!) hará que su vida se cruce con la del joven Jamal Wallace, interpretado por un muy agradable Rob Brown. La aparición en escena de un despótico profesor de literatura (F. Murray Abraham) provocará la caída del mundo que con tanto tesón se ha fabricado el bueno de Forrester.

Todo ello salpicado de conversaciones tanto literarias como filósoficas, ante la máquina de escribir o entre viejos libros llenos de polvo, o, como una de las más escenas más destacables, ante unos recipientes de sopa.

Lo dicho, una magnífica película sobre la amistad, los recuerdos, y que a través de la magia de la literatura nos habla intensamente de la vida, una vida en la que la clave, al igual que en la literatura, es vivir, no pensar.
BGIL77
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10
24 de junio de 2007
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un grupo de atracadores perseguidos por unos cazarrecompensas de la peor calaña. Unos hombres atrapados en una revolución que no entienden ni comparten. Dos antiguos amigos obligados a enfrentarse a muerte. Un canto a la amistad, entonado por hombres solitarios. Un trago por el final de una era. Un réquiem por el Salvaje Oeste.

Una película impactante, lírica de principio a fin, que, a través de la historia de unos hombres acorralados y vencidos, nos cuenta otra acerca del ocaso de una forma de entender la vida y la muerte, a lo largo de dos horas y media plagadas de disparos, persecuciones, arena, rifles, polvo, recuerdos, desarraigo y tequila, mucho tequila.

Para mí, el mejor western de la historia, y una de las muestras de los últimos coletazos de un género, que en su agonía, golpeó más fuerte que nunca a través del genio de uno de los apóstoles de la violencia, el mítico sam Peckinpah. Después de esta ya sólo nos quedaría "Pat Garret y Billy the Kid", del mismo Peckinpah, otro canto al final del Far West.

"Grupo Salvaje" se ha convertido con el paso de los años en una auténtica película de culto, en la que se puede apreciar un homenaje a la amistad, ese tipo de amistad que sólo se pueden profesar entre los cowboys y forajidos, fruto del compañerismo y la camaradería. Sin embargo, Peckinpah (que nunca volvería a estar al mismo nivel) siempre afirmó que la cinta trataba de hombres solos. Y es verdad. Pero también lo otro. Esa es la magia de la película, su interna contradicción, una película sobre la amistad protagonizada por hombres solos, unos atracadores a los que el espectador toma cariño perseguidos por unos cazarrecompensas odiosos, la historia del final del oeste a través de los ojos de unos hombres incapaces de aceptar el final y de vivir de otra manera.

A todo esto colaboran las interpretaciones de William Holden, bastante viejo por aquella época, y Robert Ryan, que interpreta al jefe de los cazarrecompensas, atacado por problemas de conciencia, pues lo que él quiere es unirse a ellos. Además de las actuaciones de secundarios de la talla de Ernest Borgnine, y otros asiduos de Peckinpah, como Warren Oates (que brilló en "Mayor Dundee") y Ben Johnson.

Un soberbio homenaje al western. Un intenso poema sobre hombres demasiado viejos y cansados. Un último trago por una era. ¡Salud, amigos!
BGIL77
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10
24 de junio de 2007
55 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si eres, como yo y como la gran mayoría, de los que ha visto antes "Snatch" que "Lock & Stock", lo más probable es que no te guste demasiado. Sin embargo, saber que esta es la primera de las dos cambia muchísimo las cosas. De repente comienzas a ver "Snatch" con otros ojos, y finalmente, comprendes que sólo es la versión más cara y comercial de esta pequeña joya de la que ahora hablo.

"Lock & Stock" no destaca por sus actores, pues en aquella época la mayoría eran desconocidos (Jason Statham no alcanzaría su actual puesto de estrella hasta después de "Snatch" y Vinnie Jones sólo le conocían los aficionados a la Premier League), tampoco por su calidad técnica, aunque podamos apreciar muchos de los recursos que Guy Ritchie usará en su segundo largometraje.

Si por algo sobresale "Lock & Stock" es por su soberbio guión, plagado de giros, algunos inesperados y otros no tanto, y de chistes que cruzan el aire más rápido que las balas; pero sobre todo llama la atención su frescura, y la sensación de que no hace falta tanto dinero, de que con cuatro duros se pueden hacer maravillas, y esta película lo es.
BGIL77
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10
23 de junio de 2007
37 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los no iniciados en el mundo de la novela negra desconocerán este hecho: Dashiell Hammett, antes de escribir la genial "El halcón maltés" (quizás la más conocida gracias a la adaptación de John Huston, con Bogart en el papel de Sam Spade) o "Cosecha roja" (que sería el germen de "Yojimbo", de Kurosawa, y posteriormente de "Por un puñado de dólares" y "El último hombre") fue detective privado de la agencia Pinkerton durante ocho años. Esto le dio una gran experiencia que plasmó en sus novelas. Pues bien, años después, otro detective metido a escritor, Joe Gores, escribió una novela con Hammett como protagonista. Y en 1982 Wim Wenders hizo la adaptación al cine de dicha novela, aquí llamada "El hombre de Chinatown".

Quizás no sea la mejor película de cine negro de la historia, ni tampoco lo pretende. Sus pretensiones son, sin embargo, tan elevadas como esa: homenajear una época y sobre todo, un hombre, un detective, pero principalmente un escritor, el creador de la novela negra tal y como la entendemos hoy, Samuel Dashiell Hammett.

Tomando un personaje tan interesante, la película nos presenta a Hammett cuando ha dejado su trabajo de detective y se dedica a escribir. Pero nadie puede huir del pasado, y un amigo no tardará en meterle en una historia más grande de lo que parecía en un primer momento, es decir, en un lío que perfectamente podría haber salido de la cabeza del escritor.

Con una soberbia interpretación de Frederic Forrest en el papel de Hammett, aunque más bien parece el de Bogart en "El halcón máltes" y una impresionante banda sonora, cortesía de John Barry, lo mejor de la película, sin embargo, está más allá. Es algo que, por fortuna o por desgracia, sólo podemos apreciar en su totalidad los lectores de Hammett. Hechos como reconocer el tic de Sam Spade o la forma característica, heladora, de hablar de Max Thaler "el Susurro", son capaces de arrancar una pizca de nostalgía al que haya disfrutado de las lecturas de tan mítico personaje.

Un maravilloso homenaje a Hammett y, por lo tanto, a la novela negra, y lógicamente, también al cine.
BGIL77
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7
23 de junio de 2007
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin lugar a dudas, lo mejorde Ferrara (seguida de cerca por "The adiction" y "El funeral") y una de las críticas más impactantes, crudas e implacables a la corrupción de los seres humanos en situaciones de poder.

Ferrara consigue crear un personaje profundo, mucho más complejo de lo que parece a simple vista, capaz de asistir tan tranquilo a la comunión de su hijo mientras un gángster pretende romperle las piernas por deudas de juego. A través de noventa minutos de película nos sumerge en una historia plagada de amoralidad, dureza, crueldad y sí, también redención, a la vez que nos muestra la otra cara, la visión más desagradable de una ciudad enloquecida.

Colabora al resultado del conjunto la interpretación de un Harvey Keitel en estado de gracia, que desciende a los infiernos de esas malas calles de las que nos habló Scorsese, y que siguen estando ahí.
BGIL77
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