Serie profundísima con personajes muy creíbles y con problemas reales que se suceden a lo largo de 5 temporadas de una grandísima calidad. La última temporada y concretamente los episodios 10 y 12, emocionan tanto como algunas escenas de Chaplin, en las que la compasión y el desahogo son inevitables para el espectador.

A dos metros bajo tierra la considero una gran vía de escape para sacar sentimientos y saber de verdad que la vida merece la pena disfrutarla hasta el último minuto.


La muerte es una vida vivida
La vida es una muerte que viene

Jorge Luis Borges

Con el precio de la entrada prefiero comerme 3 bocadillos de morcilla y que me repitan durante 3 días antes de volver a ver esta cesárea de "película".

El cartel de Salvaje incluye personajes como los cocodrilos y las iguanas que aparecen menos en pantalla que Hitchcock. ¿Qué sentido tiene esto?

Eso sí, a la próxima película de dibujos, me leo las críticas porque me la han dado con queso y del fresco.

Solamente con la conversación del porche acerca de la evolución del vino con claras connotaciones a la vida real de las personas, está claro que se trata de un guión genial. Paul Gamiatti hace un papel, que sólo pueden hacer tipos como Turturro, es decir, actorazos no por su físico, sino porque transmiten lo más común del ser humano tal y como es. La simplicidad del ser.

¿Qué se puede esperar del peor actor de la historia reciente del Homo Sapiens Sapiens? Pues la peor película que un cerebro humano ha de asimilar.


Aconsejable para pacientes con insomnio severo, en grandes dosis de 5 minutos puede provocar paro cardiaco.

Un ejemplo más, de una película buena que la crítica bombardea sin ton ni son. La risa está garantizada con Cleese y Palin, Kevin Kline hace el papel que sabe, Jamie Lee Curtis está agradable a la vista y los animales ponen el resto... que más se puede pedir; una gran comedia, (que lo es).