Para terminar con esta maravilla me quedo con dos momentos, uno cuando Ronson mata a unos saqueadores que quieren robarles y asesinarles y Anika (Yu Nan) le pregunta a su padrastro "¿había que matarles a todos?" y el tipo le responde "no empieces, Anika, por favor. Aquí la vida es dura", toma ya, y la segunda con Ronson soltando "no sé porqué de pronto parecía que todas las buenas personas que me rodeaban acababan siendo asesinadas (cosa que no es verdad en la película, pero bueno), quizás debiera relacionarme con malas personas". Filosofía pura y dura made in Lundgren, vamos.

En definitiva, horrenda película para ver y olvidar, aunque lo mejor es directamente ni verla y hacer cualquier otra cosa.

que cambian el envoltorio para empezar de nuevo, pero por dentro siguen siendo la misma persona. Esto hace que la película se resienta, de nuevo, en su parte final, en la que Kim vuelve a tropezar en la misma piedra, dando un sentido místico y trascendental a la película, cosa que no necesitaba, ya que hasta ese momento la película transitaba por una dirección correcta sin necesidad de ser más importante de lo que en realidad es, y, aunque de todas maneras esto no perjudica ostensiblemente a la película y la deja llegar a buen puerto te deja un regusto amargo.

Con este argumento parecería que la película nos brindaría otro Godzilla al uso con monstruo atacando la gran ciudad hasta que científico extremadamente inteligente y militar aguerrido encuentran la forma de acabar con él. Pero Reeves nos lo plantea de otra manera, para empezar la acción se ve a través de los ojos (es decir la cámara) de Hud, el mejor amigo de Rob, el encargado de grabar toda la fiesta que decide tener un documento in situ de todo lo que va pasando sin parar de grabar (excusa para que haya película, claro) a medida que la ciudad se desmorona por el ataque de un monstruo del que nunca sabremos de donde viene ni adonde va siendo la situación pavorosamente real siendo el espectador partícipe de la confusión de los personajes, que no saben si van a ser los próximos en morir, y casi convirtiéndose en uno de ellos, de todas formas debido a que o los intérpretes son bastante limitados o que los personajes no están bien dibujados siendo mayormente estereotipos, las situaciones digamos más calmadas pecan de artificiales y algo tediosas.
Otro de los puntos flacos es la noción del tiempo; la película acaba al amanecer y los personajes se han pasado toda la noche de un lado para otro con la cámara a cuestas pero la sensación que nos queda es que no pasa mucho tiempo entre el principio y el final, a mi particularmente es una sensación que no me convence, pero no es algo grave, por supuesto.

Visualmente la película es un completo éxito, el monstruo acaba apareciendo en todo su esplendor y la forma de enseñarlo poco a poco es muy efectiva, la cabeza de la Estatua de la Libertad rodando por el suelo es tan veraz que estremece y el rescate de Lily en el edificio inclinado sobre su edificio vecino es impactante sobre todo la primera vez que nuestros protagonistas lo divisan a lo lejos mientras van llegando hacia él, un gran hacer de Matt Reeves.

En defintiva es una experiencia diferente, mejor o peor pero algo de agradecer en estos tiempos de tan pocas ideas cinematográficas de calidad lo que la convierte en una película recomendable al 100%, eso si, para verla en una pantalla de cine, por supuesto.