Si alguien no ha oído hablar aún de esta película, lee su título en español, y ve su cartel, podría pensar que:

Ya tenemos la típica película en Las Vegas.
Las despedidas de soltero están muy vistas.
Cuatro "colgaos" pasándose de la raya.

Sin embargo, cuando salga de la sala, seguro pensará que:

Quizás Las Vegas tiene mucho que enseñarnos aún.
Que no hay ninguna despedida de soltero igual que otra, son únicas.
Y sí, los cuatro "colgaos" se han pasado de la raya.

Con un cambio generacional con respecto a otro tipo de filmes gamberros, Phillips consigue una película redonda, con un ritmo que no decae en ningún momento (y mira que eso es difícil), cameos, sorpresas, y sobre todo, no son los cuatro jóvenes de turno realizando un viaje sin fin por el desierto de Nevada. Muy recomendable.

Así que cuidado, lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas...y en las cámaras de fotos.

La dualidad al poder, no podía ser de otra manera en una película de buenos contra malos, algo que le beneficia a lo largo de todo el metraje. Si mi figura es blanca, la mía negra; si mi heroína es morena, la del otro es pelirroja; si mi base está en el desierto, la tuya estará...

Lo malo es que esta sensación se traslade al argumento de la película, dejando una parte final algo más floja que el resto. Eso sí, aquel que busque acción y prototipos de toda condición, está ante su película, la panacea del público ávido de espectáculo y explosiones.

G.I.Joe da lo que promete, un guión completo de como hacer estallar el decorado en el momento justo y definitivo para que los buenos sean aún más buenos y los malos... en fin, los malos siempre serán los malos.

Acababa de revisar gracias a la televisión la película original y fui al cine para ver qué habia hecho Scott con ese gran clásico. Craso error el mío, pensé al salir de la sala. De haberlo hecho al revés, ahora estaría contento. Y es que esa es la cada vez más típica sensación que tengo al ver un remake. No me llegan a convencer.

Y el caso es que la película en sí no está nada mal: un plan sencilo, elegante, algo violento, bien ejecutado. Todo ello aderezado con unos buenos efectos especiales (Scott es Scott) y un buen final.

Mención aparte merece el reparto, ya que es de campanillas. Están todos en su línea, lástima que alguno pudiera dar más juego, pero su papel no se desarrolla demasiado. Como siempre, Turturro hace que la película crezca más cuanto más aparece en ella.

En general, un espectáculo para la vista y para los sentidos, que en general es lo que cuenta.