Pueden pasar de esta película sin ningún resquemor.. Es el típico ejemplo de que es muy difícil hacer comedias románticas de calidad hoy en día. Hay escasez de guionistas, de actores con carisma, de creatividad bien entendida. Porque aquí intentaron salir del lugar común con una vuelta de tuerca aparentemente novedosa: una narración de un padre en proceso de divorcio a su hijita, donde ella debe adivinar cuál de las tres historias de amor vividas y contadas es la que corresponde a su mamá. Pero ahí se agota todo, porque la verdad que las tres historias son aburridas, no despiertan interés, no hay intriga por saber el final ni quién es la susodicha. Bastante milagroso es que esa criatura no se haya dormido a la media hora de relato. Ryan Reynolds no está tan mal, hace lo que puede con su papel. Abigail Breslin está bastante desaprovechada, haciendo no de niñita sino de enana, y de las tres damas en cuestión yo me quedo con Isla Fischer, por simpatía y nada mas.