Ryan Reynolds no es santo de mi devoción y el actor no está haciendo mucho porque le quite el sanbenito. "Safe House" (me niego a llamarla "El invitado") es una película del montón, que mezcla acción y thriller de manera que deja bastante que desear.

El abuso de Espinosa de la cámara en mano no llega a molestar en las secuencias tranquilas, pero sí en las de acción. No es que estén grabadas de forma pésima, aunque sí que son muy mejorables. La parte de acción, pues, puede tener un pase, pero la de thriller es de lo más básico.

El papel de Denzel Washington es el de experto traidor que va a revelar cierta información y el de Ryan Reynolds, de novato inocente. Casos de corrupción dentro de las agencias de inteligencia, ¡qué sorpresa!. Todo es tan predecible que no consigue captar el interés en apenas ningún momento.